El fabricante de caramelos Fiesta, de raíces puertorriqueñas, echará el cierre definitivo a su negocio, ante su incapacidad para atender las deudas acumuladas.

Así lo publica hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE) de España, en referencia a un acuerdo del Juzgado de lo Mercantil número 4 de Madrid del pasado 22 de septiembre.

De esta forma, se abre ahora la fase de liquidación de la compañía, fabricante de las famosas piruletas de corazón, nombre inventado por la compañía para comercializar en España lo que en Venezuela ya se conocía como chupetas o en Puerto Rico y México como paletas.

La compañía, fabricante también de las marcas de caramelos con palo Kojak o Fresquito, tiene sus orígenes en la ciudad de Ponce.

Allí en la década de los 40 Juan Eugenio Mayoral Renovales creó Ponce Candy Industries, dedicada a la fabricación de dulces a partir del azúcar extraída de la caña en la cercana central azucarera de La Mercedita.

Después de haberse reinventado en la II Guerra Mundial se fundó Fiesta en 1946, con sede en Venezuela, y en 1965 se inauguró la fábrica en Alcalá de Henares, Madrid.

Hoy, siete décadas después, se conoció que la dirección de la compañía, controlada aún por la familia Mayoral, pidió voluntariamente su liquidación ante su incapacidad para cumplir el convenio de acreedores que había pactado.