Científicos e investigadores marchan por la ciencia en todo el mundo
Más de 500 ciudades fueron escenario de las manifestaciones.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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WASHINGTON — Numerosos investigadores en todo el mundo tenían previsto salir de sus laboratorios y participaban el sábado en manifestaciones callejeras contra lo que describen como el aumento de los ataques contra la ciencia.
La Marcha por la Ciencia, que coincide con el Día de la Tierra, fue convocada en más de 500 ciudades, con epicentro en Washington. Estaba programada la participación de decenas de sociedades científicas ajenas a partidos en una afluencia combinada de activistas políticos y los que apoyan la ciencia.
Los manifestantes en Ginebra portaban letreros que decían "La ciencia, una vela en la oscuridad" y "la ciencia es la respuesta".
En Londres, físicos, astrónomos, biólogos y celebridades escenificaron una marcha frente a las instituciones de investigación más famosas de la ciudad.
Los participantes llevaban carteles que mostraban imágenes de una hélice doble y símbolos de química. También había movilizaciones en Berlín y otras ciudades de Alemania.
Los carteles y pancartas de la manifestación en Washington tenían un toque de enojo, humor y complicadas referencias científicas.
Un chico de siete años llevaba un cartel que decía "Sin taxonomía no se condonan impuestos". La taxonomía es la ciencia que clasifica a los animales, plantas y otros organismos.
La protesta ponía de relieve una mayor postura pública de los científicos, que por lo general son ajenos a las movilizaciones y cuyo trabajo depende de la experimentación objetiva.
Los organizadores dijeron que la marcha tenía connotaciones políticas pero era ajena a los partidos para promover la comprensión de la ciencia y defenderla de diversos ataques, como los recortes gubernamentales propuestos por el presidente Donald Trump, entre ellos una reducción de 20% al Instituto Nacional de Salud.
Los investigadores participantes en la marcha dijeron que les preocupaba el rechazo público y político hacia los avances científicos, entre ellos el cambio climático y la seguridad de las vacunas.