Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Jerusalén. Cientos de manifestantes palestinos cristianos se enfrentaron hoy a las fuerzas israelíes en el distrito de Belén para protestar contra la reanudación de la construcción del muro de separación de Cisjordania, que les privará de sus tierras.
Las protestas tuvieron lugar después de la misa del domingo cuando los manifestantes marcharon desde la aldea de Bet Yala hasta la zona donde se realizan los trabajos de construcción, informó la agencia local Maan.
La protesta, en la que se produjeron varios choques con los soldados, fue disuelta por las fuerzas israelíes con gases lacrimógenos.
En la marcha participaron activistas, vecinos de esa localidad cristiana y varios líderes religiosos, entre ellos el ex patriarca latino de Jerusalén Michel Sabah, quien pidió al mundo cristiano alzar su voz contra una barrera que partirá la sección norte del distrito de Belén.
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Casi 60 kilómetros de la barrera de separación que Israel inició en 2003, en medio de la segunda intifada palestina y alegando motivos de seguridad, se adentran en el distrito de Belén, en algunos tramos convirtiéndose en un muro de hormigón de ocho metros de altura.
Instancias judiciales y organismos internacionales han condenado repetidamente desde 2004 la construcción de la barrera, que en la zona de Belén había quedado incompleta a raíz de los recursos judiciales presentados al Tribunal Supremo israelí por la población de Bet Yala.
Sin embargo, y después de la aprobación de los jueces, a mediados de agosto el Ministerio de Defensa israelí reinició las obras de construcción, que habían estado paralizadas por una década de proceso judicial.
Las misiones de la Unión Europea en Jerusalén y Ramala han expresado su preocupación por la reanudación de los trabajos, que afectarán directamente la capacidad de 58 familias de mantenerse por sí solas.
Entre los damnificados estarán también el cercano Convento de las Salesianas y el Monasterio de Cremisán, cuyas tierras se verán afectadas por la divisoria que, según los residentes, dejará bajo control israelí 3,500 metros cuadrados de sus tierras.