Una persona del servicio de limpieza de París, Francia, encontró hoy un chaleco explosivo cerca del sitio donde se halló el teléfono celular de un sospechoso, elevando la posibilidad de que haya abortado su misión ya fuera porque el dispositivo estaba defectuoso o porque huyó a causa del miedo.

En Francia, la policía informó que se encontró un chaleco explosivo, sin detonador, en un montón de escombros en Chatillon-Montrouge, en el extremo sur de París y a una distancia considerable del lugar de los ataques en la cuenca del Sena. Un policía dijo más tarde que el chaleco contenía el mismo tipo de herrajes y explosivos -TATP- que los utilizados en los ataques del 13 de noviembre en París, en los que fallecieron 130 personas y cientos más resultaron heridos.

Relacionadas

El dispositivo fue encontrado en la misma zona en la que se halló un celular perteneciente al sospechoso fugitivo Salah Abdeslam, el mismo día de los ataques, pero el chaleco no ha sido ligado al sospechoso, de acuerdo a dos policías que hablaron bajo condición de anonimato debido a que no estaban autorizados a hablar sobre la investigación.

El experto en terrorismo con sede en Bélgica, Claude Moniquet, quien ha estado en contacto con investigadores franceses y belgas desde el momento de los ataques, expuso dos posibilidades: que Abdeslam se haya asustado de realizar una misión suicida, o lo más probable, que simplemente se haya zafado del chaleco explosivo a causa de un defecto.

El nerviosismo pudo haber sido un factor al confeccionar un chaleco defectuoso, pero duda que el miedo haya influenciado a los seguidores del grupo Estado Islámico. "Es raro que no vayan hasta el final", afirmó.

Moniquet señaló que eso es solo una teoría, ya que no ha hablado con los investigadores sobre el hallazgo del chaleco.

En tanto, sigue la búsqueda de Abdeslam, cuyo hermano Brahim era uno de los atacantes que se inmoló. Cruzó la frontera hacia Bélgica después de los ataques, pese a que la policía francesa lo detuvo e interrogó antes de dejarlo ir.

El primer ministro belga, Charles Michel, dijo que Bruselas, que alberga las sedes de la Unión Europea y de la OTAN, enfrentaba una amenaza "grave e inminente" que requiere mantener a la ciudad bajo el nivel máximo de alerta, mientras que el resto del país estaban en el segundo nivel de alerta. El centro de crisis de Bélgica dijo que el nivel de alarma cambiaría únicamente si se realizara un descubrimiento importante que lo ameritara.

Las medidas de seguridad tras la masacre en París han provocado el cierre del sistema de tren subterráneo, de comercios y de escuelas en la capital belga. Michel dijo que pese al alto nivel de alerta, las escuelas serán reabiertas el miércoles, cuando comiencen a operar partes del metro. No precisó una fecha para que el sistema de transporte opere de manera normal.

"Estamos muy alertas y solicitamos precaución", dijo Michel. "Los posibles objetivos siguen siendo los mismos: centros comerciales, avenidas comerciales y el transporte público".