LA HABANA. Tres buques de guerra rusos llegaron el sábado a aguas cubanas, el segundo viaje marítimo de este tipo de Moscú en pocos meses, en un reflejo de la profundización de los lazos entre Rusia y Cuba.

Se espera que el grupo naval, compuesto por un buque escuela, una fragata patrullera y un buque cisterna de reabastecimiento, permanezca atracado en el puerto cubano de La Habana hasta el 30 de agosto. La llegada de los buques se produce pocas semanas después de que otra escuadra de buques de guerra rusos, incluido un potente submarino de propulsión nuclear, visitara La Habana como parte de unos ejercicios militares planeados el mes pasado.

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Funcionarios estadounidenses siguieron de cerca los ejercicios militares de mediados de junio, afirmando que el grupo de cuatro buques no representaba una amenaza real. En ese momento, los expertos describieron la gira de los buques de guerra por el Caribe como una demostración simbólica de fuerza en respuesta al continuo apoyo de Estados Unidos y Occidente a Ucrania.

Funcionarios de defensa cubanos anunciaron la última escala en puerto a principios de esta semana, calificando la llegada de los buques de guerra rusos de “práctica histórica” y muestra de “amistad y colaboración”. Pero ninguno de los dos gobiernos dio detalles sobre el propósito de este último despliegue.

El atraque de la flotilla ha desatado una oleada de entusiasmo entre el público en general, con los cubanos paseando por la avenida del puerto para obtener una mejor visión de los buques de guerra el sábado y las autoridades diciendo que los visitantes interesados serían admitidos a bordo del buque escuela ruso, llamado Smolny, el domingo y el lunes.

“Es algo amistoso. Un vínculo entre Rusia y los cubanos”, dijo Maydelis Pérez, una espectadora de 29 años, señalando los enormes buques de guerra a sus tres hijos. “Es una excursión familiar”.

Rusia es aliada de Venezuela y Cuba desde hace mucho tiempo, y sus buques y aviones de guerra han hecho incursiones periódicas en el Caribe y han atracado en La Habana. Aunque Cuba no es un actor clave en la política exterior rusa, los expertos afirman que Rusia considera a Cuba estratégicamente importante dado su continuo peso entre las naciones en desarrollo.

Cuba y Rusia -ambas sometidas a severas sanciones estadounidenses- han estrechado sus lazos políticos y económicos en los últimos años, sobre todo porque Moscú pretende impulsar el apoyo diplomático a su guerra en Ucrania y La Habana busca cualquier ayuda económica que pueda conseguir.

Cuba se ha abstenido sistemáticamente en las resoluciones de la ONU sobre la invasión de Ucrania y ha evitado criticar la guerra de Moscú. Rusia ha vendido volúmenes significativos de petróleo a Cuba, que ha pasado apuros bajo el embargo económico de Washington.