Buenos Aires. La capital de Argentina reabrirá la actividad turística desde diciembre en el marco de la progresiva flexibilización de las medidas de aislamiento por el nuevo coronavirus con un protocolo que exige la realización de un test PCR y no contempla la realización de una cuarentena.

Los turistas nacionales o extranjeros que se sometan al test al llegar a la capital argentina podrán circular libremente y sólo tendrán que aislarse en caso de que el resultado que obtengan 12 horas después indique que están enfermos de COVID-19, informaron ayer las autoridades.

La normativa fue anunciada de cara al verano austral que empezará y abarca a viajeros que arriben por vía aérea o terrestre. La capital busca reactivar el turismo en el marco de una crisis generalizada en Argentina agravada por la pandemia.

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En 2019 llegaron a la capital 2.9 millones de turistas internacionales -la mayoría provenientes de la región- y 6.9 millones de turistas nacionales que dejaron 2,484 millones de dólares.

El sistema de testeo para los automovilistas y pasajeros de micros funcionará desde el 8 de diciembre en centros especiales y desde mediados de mes en el aeropuerto internacional de las afueras de la ciudad para turistas argentinos, extranjeros o residentes que regresen al país.

El test tendrá un valor de 2,500 pesos (unos 29 dólares según la cotización del Banco de la Nación Argentina) para el turista internacional. En el caso de los argentinos que regresen al país y tienen como destino la ciudad, el test será cubierto por su cobertura médica.

En relación al turismo internacional, actualmente solo están habilitados los arribos por vía aérea de viajeros de Chile, Brasil, Bolivia y Paraguay, mientras que los de Uruguay ingresan por vía aérea y fluvial.

Además del test PCR a su llegada a la capital, los visitantes de esos países limítrofes deben contar con un test similar en origen con 72 horas de anticipación, presentar una declaración jurada online y contar con un seguro médico con cobertura COVID-19.

Las autoridades informaron que la ciudad obtuvo el sello de destino seguro del Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC por su siglas en inglés), que garantiza que cumple con todos los protocolos sanitarios.

En la capital están abiertas galerías de arte y museos, así como locales gastronómicos con aforo limitado, además de ferias artesanales y centros comerciales cerrados y al aire libre. Los hoteles pueden alojar visitantes.

Argentina registra cerca de 1,350,000 infectados y 36,532 fallecidos. Buenos Aires y sus localidades cercanas han experimentado un descenso sostenido de casos desde septiembre.