Brasil y Reino Unido también impondrían aranceles a Estados Unidos
Hoy entraron en vigor nuevas tarifas del presidente Trump, que provocarán aumentos en costos.

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La imposición por parte del presidente estadounidense, Donald J. Trump, de aranceles al acero y aluminio extranjeros, provocaron que ahora, Brasil y Reino Unido estén considerando responder a los norteamericanos con más aranceles.
El primer ministro británico, Keir Starmer, expresó su decepción por la decisión del gobierno estadounidense durante su sesión semanal de preguntas en la Cámara de los Comunes.
Starmer dijo que su gobierno estaba adoptando un “enfoque pragmático” pero que “mantendremos todas las opciones sobre la mesa”.
Starmer, líder del Partido Laborista de centroizquierda, dijo que las negociaciones con el gobierno de Trump sobre un acuerdo comercial bilateral estaban en curso.
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Reino Unido no forma parte de la Unión Europea, que el miércoles anunció impuestos a las importaciones estadounidenses, desde el acero y el aluminio hasta el bourbon, la manteca de maní y los pantalones vaqueros, en respuesta a la medida de Trump.
Starmer ha trabajado para construir fuertes lazos con Trump, con la esperanza de evitar los aranceles impuestos a muchos otros socios comerciales de Washington. Tras una reunión en la Casa Blanca el mes pasado, Trump y Starmer dijeron que sus gobiernos trabajarían para alcanzar un acuerdo comercial entre Washington y Londres, que les ha sido esquivo durante mucho tiempo.
Los aranceles son un nuevo revés para la otrora poderosa industria británica del acero, que se ha reducido drásticamente desde su apogeo en la década de 1970 y ahora representa 0.1% de la economía. Miles de empleos están en riesgo en la mayor acería del país, ubicada en Port Talbot, Gales, mientras que su propietario, Tata Steel, intenta hacer que la planta, que no es rentable en lo económico, sea más eficiente y ecológica.
El grupo comercial UK Steel reportó que, en 2024, Reino Unido exportó 180,000 toneladas de acero a Estados Unidos, aproximadamente 7% del total de las exportaciones británicas de acero en volumen y 9% en valor. La industria del aluminio afirma que el mercado estadounidense representa 10% de las exportaciones del país.
Sin presionar por una respuesta de represalia inmediata, Unite, el sindicato más grande de Reino Unido, dijo que el gobierno debería usar acero producido en el país en proyectos del sector público.
“Nuestro gobierno debe actuar de manera decisiva para proteger la industria del acero y sus trabajadores tras el anuncio de los aranceles de Estados Unidos”, dijo Sharon Graham, secretaria general de Unite. “Es una cuestión de seguridad nacional”.
Brasil también considera aranceles
El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, analizó con empresarios del sector siderúrgico la respuesta que dará el país a los aranceles del 25 % aplicados por Estados Unidos al acero y al aluminio, que pudiera pasar por la “reciprocidad”.
“La industria está preocupada” y la respuesta a la medida dictada por el presidente estadounidense será tratada “sobre la base de la reciprocidad”, dijo Haddad a periodistas.
El ministro fue cauto y consideró que la decisión de Estados Unidos no tiene “nada” contra Brasil, pues afecta a todos los exportadores de acero y aluminio en el mundo, aunque admitió que tendrá algún tipo de “repercusión doméstica”.
Haddad apuntó que Brasil ya ha entablado conversaciones con las autoridades estadounidenses a fin de que la medida sea revisada en el caso de la industria nacional, tal como ocurrió durante el primer mandato de Trump, cuando fue fijada una cuota para las exportaciones brasileñas de acero y aluminio.
Brasil es uno de los mayores exportadores de acero hacia Estados Unidos, junto con Canadá y México.
El año pasado, exportó hacia el mercado estadounidense unas cinco millones de toneladas, por un valor cercano a los 3,000 millones de dólares.
En la economía doméstica, los aranceles establecidos por Trump representan un fuerte golpe, sobre todo en el caso del acero, aunque sectorial y limitado a la industria siderúrgica.