El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este lunes que no quiere “peleas” con Donald Trump, quien hoy debe tomar posesión del cargo al frente de Estados Unidos, y que ese país siga siendo un socio histórico.

“Yo deseo que los estadounidenses continúen siendo los socios históricos de Brasil porque, de nuestra parte, no queremos pelea ni con Venezuela, ni con los estadounidenses, ni con China, ni con la India, ni con Rusia”, afirmó, durante la primera reunión del año del Gabinete.

La expresiones de Lula ocurren a casi una semana de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmara que utilizaría el ejército de Brasil para “liberar” a Puerto Rico.

En sus declaraciones, el presidente de Brasil no hizo expresiones específicas hacia las afirmaciones de Maduro, pero aseguró que se rige por la diplomacia y que no quiere problemas ni con Estados Unidos, ni con Venezuela.

En cambio, Lula declaró que “hay gente” que dice que la elección de Trump puede causar “problemas” para la democracia en el mundo, pero que él espera que el mandatario haga una “gestión provechosa” para que el pueblo estadounidense “mejore”.

“Nosotros queremos paz, queremos armonía, queremos tener una relación donde la diplomacia sea la cosa más importante y no la desavenencia”, afirmó también al ser cuestionado por las amenazas del estadounidense de aumentar los aranceles a sus socios comerciales.

El mandatario brasileño no ha sido invitado a la investidura de Trump, quien sí la extendió al expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), el líder de la ultraderecha y principal rival de Lula, que no podrá asistir debido a las restricciones de viaje impuestas por la Corte Suprema de Brasil.

Lula, quien se ha mostrado próximo al presidente saliente Joe Biden, expresó la semana pasada su “reconocimiento” al demócrata por el trabajo realizado en favor de la defensa de la democracia y del combate contra el cambio climático.

Además, le deseó “muchas felicidades en los años que están por venir”, en un mensaje escrito en redes sociales.

Durante las pasadas elecciones estadounidenses, Lula apoyó de forma discreta a la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, al señalar que su victoria sería “más segura” para la democracia en el país norteamericano.