El Gobierno de Bahamas emitió este lunes una prohibición inmediata de levantamiento de nuevas edificaciones en los cuatro asentamientos irregulares más importantes de Ábaco, las islas del archipiélago más castigadas por el paso del huracán Dorian hace dos semanas.

La decisión llega dos semanas después del paso del huracán Dorian por la región, que arrasó Ábaco y se cobró la vida de al menos 52 personas, mientras otras 1,300 siguen desaparecidas, según datos provisionales.

El Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente fue el encargado de emitir la prohibición de levantar edificaciones, con efecto inmediato, en las áreas de asentamientos irregulares de The Mudd, Pigeon Pea, Sand Bank y Farm Road, ubicadas en Ábaco.

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El comunicado del Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente indica que la orden puede extenderse si es necesario y añade que el propósito es facilitar los trabajos de recuperación y la eliminación de los escombros asociados al huracán Dorian.

"Como indicó anteriormente el primer ministro, Hubert Minnis, el Gobierno tiene la intención de proporcionar alojamiento temporal para todos los residentes afectados en lugares seguros en Ábaco", subraya el comunicado.

El Gobierno había dado a los residentes en los barrios de chabolas en la isla de Nueva Providencia hasta el 10 de agosto de 2018 para que las abandonaran antes de su demolición, mientras que los residentes de los barrios marginales de Ábaco tenían como límite finales de julio de 2019.

Sin embargo, en agosto de 2018, la jueza de la Corte Suprema Cheryl Grant-Thompson estableció una orden que bloquea la demolición de las estructuras de los barrios marginales.

La Corte Suprema aplazó la resolución del caso en varias ocasiones, la última vez la pasada semana.

El ministro de Trabajo de Bahamas, Dion Foulkes, señaló tras el paso de Dorian que el plan inicial del Gobierno para demoler los barrios marginales era motivo de preocupación para los residentes.

Familiares de los desaparecidos comienzan a desesperarse.

"La motivación principal del Gobierno -al ordenar la demolición- fue el bienestar, la seguridad y la salud de las personas que viven en las barriadas", dijo Foulkes.

"Esa fue nuestra motivación y lo sigue siendo", concluyó el funcionario.