Autoridades libanesas elevan a 202 los muertos por la explosión en el puerto de Beirut
Aún no se ha esclarecido el origen de la explosión del fertilizante que llevaba seis años almacenado en el puerto de la capital.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
PUBLICIDAD
Beirut. Las autoridades libanesas aumentaron este martes a 202 la cifra de muertos por la explosión de casi 3,000 toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut que asoló la capital mediterránea hace dos meses.
Según un documento publicado por el Gobierno en funciones libanés, las personas que resultaron heridas se mantienen en 6,500 mientras que al menos otras nueve, tres de ellas libanesas, cinco sirias y una egipcia, continúan desaparecidas.
Dos meses después de la tragedia que dejó a 300,000 personas sin hogar, aún no se ha esclarecido el origen de la explosión del fertilizante que llevaba seis años almacenado en el puerto de la capital.
La Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) informó este martes de que el fiscal general libanés, Ghassan Oueidat, ha referido al juez encargado de la investigación de la explosión, Fadi Sawan, las pesquisas llevadas a cabo por las autoridades judiciales jordanas sobre el barco “Roussos”, del que provino la carga de nitrato de amonio.
La nave partió en 2013 desde Georgia con destino a Mozambique y tenía una parada en el puerto de Aqaba, en Jordania, pero se desvió hacia el de Beirut, donde el fertilizante fue descargado en uno de sus hangares.
La justicia libanesa espera todavía, según la ANN, una respuesta de las autoridades de Mozambique para esclarecer lo sucedido en aquel entonces y hace una semana el juez Sawan emitió dos órdenes de arresto, a través de la Interpol, contra un individuo de nacionalidad rusa que era el propietario del navío.
Hasta el momento una veintena de personas ha sido detenida en el Líbano y se suceden todavía los interrogatorios a figuras políticas y responsables de seguridad.
El presidente del Líbano, Michel Aoun, reconoció días después de la explosión que conocía de la existencia de una “gran cantidad” de nitrato de amonio que estaba almacenada en el puerto de la ciudad.
El Líbano vive una de las peores crisis de su historia, agravada por una parálisis política producida por las dimisiones tras la explosión tanto del primer ministro Hasan Diab como el designado posteriormente, Mustafá Adib.