Berlín. El gobierno de Austria anunció el miércoles que no empezará a exigir la obligación de estar vacunado contra el coronavirus a la mayoría de la población adulta desde mediados de marzo, como estaba planeado.

El mandato para los mayores de 18 años se convirtió en ley a principios de febrero, dos meses y medio después del anuncio del plan en pleno repunte de los contagios por la incidencia de la variante delta, que derivó en un confinamiento que ya se ha levantado.

Pero para entonces, gran parte de esa sensación de urgencia había desaparecido.

El plan contemplaba que, a partir de mediados de marzo, la policía empezaría a comprobar el estatus de vacunación de la población durante controles de tránsito y por las restricciones contra el coronavirus. A quienes no pudiesen aportar una prueba de vacunación, se les pediría por escrito y serían multados por hasta 600 euros (653 dólares) si no la presentaban. Las sanciones podrían alcanzar los 3,600 euros si se recurría la sanción.

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Pero la televisora pública ORF reportó que el gobierno dijo el miércoles que el mandato quedaba suspendido y que, hoy en día, no hay necesidad de aplicarlo. Una comisión de expertos estudiará la situación de nuevo a mediados de junio.