Australia detiene siete supuestos extremistas adolescentes tras ataque en iglesia de Sídney
Los sospechosos estaban considerados como una amenaza inmediata.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Sídney. Siete adolescentes fueron detenidos el miércoles en Australia como sospechosos de seguir una ideología extremista, en varias redadas realizadas en Sídney para proteger a la comunidad de un posible ataque, según las autoridades.
Los siete, de entre 15 y 17 años, formaban parte de una red que incluía al chico de 16 años acusado de apuñalar a un obispo en una iglesia de Sydney el 15 de abril, según la policía.
Otros cinco adolescentes seguían siendo interrogados el miércoles por la noche por el Equipo Antiterrorista Conjunto, que incluye a agentes de las policías federal y estatal, así como la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad (ASIO, por sus siglas en inglés), la principal agencia de espionaje interno del país, y la Comisión contra el Crimen de Nueva Gales del Sur, especializada en lucha contra el crimen organizado y extremismo.
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Más de 400 policías ejecutaron 13 órdenes de registro en propiedades del suroeste de Sydney porque los sospechosos estaban considerados como una amenaza inmediata, indicó el subcomisario de policía de Nueva Gales del Sur, David Hudson.
“Alegaremos que estas personas seguían una ideología extremista violenta con motivaciones religiosas”, dijo Hudson a la prensa.
“Se consideró que el grupo (...) suponía un riesgo inaceptable y una amenaza para la gente de Nueva Gales del Sur, y nuestras estrategias actuales puramente investigadoras no podían garantizar adecuadamente la seguridad pública”, añadió.
La subcomisaria de la policía federal australiana Krissy Barrett señaló que los investigadores no habían encontrado pruebas de objetivos concretos ni fechas programadas para un “acto violento”.
La operación, señaló, no estaba relacionada con la celebración del Día de Anzac el jueves, un feriado en el que los australianos recuerdan a los caídos en guerras.
La fecha ha sido un posible blanco de ataques extremistas en el pasado.
Un chico de 16 años fue acusado el viernes de cometer un acto terrorista por el ataque en el que resultaron heridos un obispo y un sacerdote. El delito conlleva una pena máxima de cadena perpetua.
Una corte federal australiana amplió el miércoles la orden que prohíbe a la plataforma social X mostrar videos en los que se ve cómo el obispo Mar Mari Emmanuel es apuñalado varias veces.
El juez Geoffrey Kennett amplió la orden, introducida el lunes, hasta el 10 de mayo.
X, antes llamado Twitter, anunció la semana pasada que impugnaría en la corte las órdenes de retirar publicaciones relacionadas con el ataque.
La Comisión australiana de Seguridad Electrónica, que se describe como la primera agencia gubernamental del mundo dedicada a mantener a la gente más segura en internet, pidió el veto global temporal a la corte.
Marcos Hoyne, abogado de X, dijo el miércoles al juez que el obispo no quería que se prohibiera el video. Emmanuel firmó hace poco un documento “declarando que es de la firme opinión de que el material debe estar disponible”, dijo Hoyne.
El abogado añadió que la Comisión intentaba ejercer una “jurisdicción desorbitada” con “órdenes que en la práctica tienen efecto en todo el mundo”.
Hoyne añadió que la prohibición judicial sobre el video podría ser “inútil”, ya que “este material aparece ahora en muchos sitios distintos”.
Por su parte, el abogado de la Comisión, Christopher Tran, dijo que X no había cumplido la orden del lunes. Hoyne dijo que no tenía “instrucciones de una cosa u otra”.
X no ha respondido a preguntas de The Associated Press enviadas el martes sobre el cumplimiento de la orden.
El propietario de la plataforma, Elon Musk, ha acusado a Australia de sofocar la libertad de expresión, mientras que el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, ha tachado a Musk de “multimillonario arrogante”.
“La gente en Australia quiere la verdad”, dijo Musk en su cuenta personal de X el miércoles. “X es la única que defiende sus derechos”.
Las autoridades culpan a las redes sociales por reunir una multitud de 2,000 personas ante la iglesia de Cristo el Buen Pastor tras el ataque, lo que llevó a unos disturbios en los que 51 policías resultaron heridos y 104 vehículos policiales sufrieron daños.
Supuestamente, el adolescente detenido habló en árabe sobre que se había insultado al profeta Mahoma tras apuñalar a Emmanuel y al reverendo Isaac Royel en la iglesia de Cristo el Buen Pastor mientras el servicio se retransmitía a través de internet.
La policía indicó que daría más detalles a lo largo del día sobre la operación del miércoles. No aclaró cuántas órdenes se habían ejecutado o en qué lugares de Sydney se habían hecho cateos.
El director general de ASIO, Mike Burgess, confirmó que su organización participaba en el operativo del miércoles.
“El servicio de seguridad australiano siempre está haciendo su trabajo para proporcionar inteligencia de seguridad que permita a la policía lidiar con estos problemas cuando tenemos amenazas inmediatas para la vida o cualquier otra cosa que se esté desarrollando”, dijo Burgess al Press Club.
Las investigaciones sobre menores de edad alcanzaron una tasa máxima del 50% de “los casos prioritarios de antiterrorismo” de ASIO hace unos pocos años, una proporción que ha remitido después.
Sin embargo, señaló Burgess, el número de menores investigados ha vuelto a subir por motivos que incluyen el contenido en medios sociales.
“Son una población vulnerable”, dijo.