Así se ve en la actualidad el ‘niño Hulk’
Fue reconocido como el niño más fuerte del mundo en el 2009.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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En el 2008, Giuliano Stroe, oriundo de Rumania, marcó un antes y un después en la cultura del fitness. Desde el momento en el que se dio a conocer al mundo y demostró sus grandes capacidades atléticas, cuando tenía tan solo cinco años, generó controversia por el nivel de exigencia de sus rutinas y todas las miradas se enfocaron sobre su padre, Julián, quien día a día era el encargado de enseñarle dichos entrenamientos.
En el caso del pequeño, rápidamente se ganó la atención de un sinfín de personas gracias a los videos que trascendían en las redes sociales, los cuales mostraban su sorprendente trabajo en el gimnasio. Como si fuera un experto, levantaba pesos pesados y se subía a máquinas con total profesionalismo en el rubro.
Corría el año 2008 y el pequeño parecía tener la contextura de un adulto. Tenía todos los abdominales marcados y contaba con músculos de gran volumen. Asimismo, realizaba dominadas en barra, flexiones en 90 grados y se balanceaba sin inconvenientes en los aros de gimnasia.
Toda esta suma de talento lo hizo ganar en el 2009 un Récord Guinnes tras realizar la caminata de diez metros más rápida con una pelota de peso entre las piernas. La hazaña fue grabada para la televisión italiana y a las horas su nombre apareció en las portadas de los medios de comunicación en todo el mundo.
En medio del revuelo en torno a si era conveniente que realice ese tipo de actividades a tan corta edad, Giuliano fue catalogado como “el niño más fuerte del mundo”. Poco a poco, la historia trascendió a tal punto que la familia tuvo que ofrecer más detalles sobre su vida personal.
“Él entrena por gusto propio, no por obligación mía”, mencionaba su progenitor en cada entrevista que le realizaban, por el hecho de que era juzgado, según consignaban los críticos, por someterlo a sesiones de ejercicio extensas. “Él va conmigo a la sala de entrenamiento desde que nació. Siempre lo llevo conmigo a los entrenamientos”, aclaraba en otros medios de comunicación. A su vez, dejó en claro que Giuliano siempre realizaba los ejercicios con seguridad y con la presencia de él. “Yo mismo entrené mucho toda mi vida. A él no se le permite hacer ejercicios solo, es solo un niño. También juega y si se cansa abandona las pesas”, repetía con certeza.
Si bien el debate ya formaba parte de sus vidas, esto no impidió que Stroe emprendiera otro récord internacional con el que ganó aún más popularidad. Un año después de sorprender a todos con su caminata, realizó la mayor cantidad de flexiones en ángulo de 90 grados (donde las piernas no tocan el suelo) y superó la marca anterior. La gran coordinación y fuerza que demostraba tener impactaba a tal punto de que todos querían saber el detrás de sus rutinas diarias.
De esta manera, se conoció el nombre de Claudio, el hermano menor de Giuliano. Juntos entrenaban con esfuerzo y decían que en un futuro querían ser fisicoculturistas. Sin embargo, a lo largo de los años, su vida cambió.
En la actualidad, el protagonista de esta historia tiene 19 años y vive en Italia junto con su familia. A través de sus redes sociales, en especial TikTok, el atleta recordó su paso por el fitness desde sus inicios y reveló a qué se dedica hoy.
En el último video que publicó, quedó en evidencia que sigue arraigado con su pasión por el gimnasio. Sin inconvenientes, realizó una serie de flexiones en 90 grados, tal y como lo hacía cuando era pequeño, para demostrar que sigue con la misma fuerza que siempre. Sin embargo, y como en la mayoría de sus publicaciones, recibió críticas por parte de los usuarios, los cuales volvieron a hacer foco en que nunca disfrutó de otra actividad alejada de ese mundo.
“Si empezó desde chico ahora debería ser Hulk. ¡Te perdiste de tantas cosas!”, “Nunca hiciste volumen, por eso tenés un físico delgado”, fueron algunos de los comentarios en torno a este punto. A pesar de los comentarios negativos, Giuliano se convirtió en un verdadero influencer y dejó en claro que su pasión actual es el boxeo.
En otras imágenes que publicó en Facebook, se puede ver lo enfocado que está en dicho deporte y mostró algunas de las competencias en las que participa. Según demostró en cada posteo, a lo largo del tiempo se volcó más hacia la vida saludable, alejada de los suplementos deportivos para obtener energía e hizo foco en su alimentación.
Si bien dejó de lado el culturismo, disfruta del ring en un club ubicado en Italia y realiza viajes por Europa junto a su padre y hermano. En otra ocasión, bromeó sobre las críticas que recibe, sobre todo de aquellos que hablan sobre su actual físico.
“Nuestro estilo de vida. Cuando no tenés nada para comer, podés ver los huesos detrás de tu estómago. Morite de hambre o comé moderadamente y te convertirás en un esqueleto certificado “, escribió en una publicación que se viralizó en Facebook.
En otros portales de Rumania, se difundió que Julián estuvo preocupado durante largo tiempo por el hecho de que casi pierde la tenencia de su hijo, a raíz de las contundentes denuncias que realizaban los ciudadanos en cuanto al entrenamiento del menor. Por ese motivo, se alejaron del foco público.
Se supo que el hombre recibió diversas visitas por agentes de Protección Infantil, pero las investigaciones arrojaron que el niño no tenía peligro alguno. No obstante, en el 2017, Giuliano se realizó una serie de chequeos médicos y descubrieron que contaba con “graves problemas de desarrollo muscular y óseo”, lo que comprobó las consecuencias de haber realizado extenuantes ejercicios siendo tan joven.
Tras ver los resultados, y bajo la recomendación de expertos, Giuliano tuvo que bajar los pesos de las mancuernas y barras para no empeorar más la situación. A pesar de todo, y con otra madurez, esclareció que nunca sufrió de presiones y que su pasión siempre estará relacionada con lo que hace desde que tiene dos años. Ahora, al convertirse en adolescente, las críticas cesaron y tampoco tuvieron más complicaciones legales.