CIUDAD DE MÉXICO. Un candidato a alcalde y otras cinco personas murieron cuando hombres armados abrieron fuego en un mitin de campaña en el estado de Chiapas, en el sur de México, sacudido por la violencia, informaron las autoridades.

La fiscalía estatal dijo que una niña estaba entre las seis personas muertas en el tiroteo del jueves, junto con la candidata a la alcaldía Lucero López Maza. Otras dos personas resultaron heridas.

“Se produjo un enfrentamiento entre civiles armados durante un acto de campaña política”, dijo la fiscalía en un comunicado.

No estaba claro si López Maza era el objetivo previsto del ataque, ya que los tiroteos se han convertido en algo habitual y generalizado en la zona.

El tiroteo masivo tuvo lugar en un cruce de caminos de la localidad rural de La Concordia, Chiapas, a unos 125 km de la frontera con Guatemala.

La zona cercana a la frontera con Guatemala es una importante ruta de contrabando de drogas y migrantes, y los dos principales cárteles de la droga de México se han disputado el control de la región.

El domingo, 11 personas murieron en un tiroteo en un pueblo del municipio de Chicomuselo, Chiapas, a unas decenas de millas (kilómetros) de La Concordia. Los asesinos aniquilaron a una familia entera y quemaron sus cadáveres.

El viernes, la Iglesia Católica Romana dijo que las bandas de narcotraficantes habían llevado a cabo los asesinatos en Chicomuselo porque los residentes allí se habían negado a abandonar sus hogares o se habían negado a trabajar para las bandas.

“Estos hombres y mujeres se negaron a abandonar sus hogares, a pesar de la violencia, las amenazas y el acoso de las bandas criminales para que se unieran a sus filas”, según la declaración de la diócesis católica romana de San Cristóbal de las Casas.

El comunicado de la Iglesia afirma que el estado de Chiapas, de población mayoritariamente indígena, “está inundado de violencia generada por (las luchas por) el control territorial, y el interés por parte de algunos grupos criminales de continuar con la explotación minera”.

No especificaba qué minas pretendían explotar los cárteles, pero la acusación no es descabellada ni carece de precedentes en las regiones de México dominadas por los cárteles. En 2013, las autoridades del estado occidental de Michoacán reconocieron que el cártel de los Caballeros Templarios se había hecho básicamente con el control de la minería de hierro en el estado. Afirmaron que la exportación de mineral a China era una de las principales fuentes de ingresos del cártel.

El aumento de la violencia en Chiapas resultó embarazoso para el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando visitó el estado fronterizo el viernes para reunirse con el presidente guatemalteco Bernardo Arévalo.

Como de costumbre, López Obrador -que se ha negado a enfrentarse a los cárteles de la droga- trató de minimizar el problema de la violencia.

“Hay quienes sostienen que Chiapas está en llamas, no, como lo he explicado, el problema está en esta región y lo vamos a resolver”, dijo el presidente durante una rueda de prensa en Tapachula, Chiapas.

Los asesinatos del jueves también pusieron de relieve el hecho de que el período previo a las elecciones del 2 de julio en México se ha visto empañado por la violencia, con cerca de 20 candidatos asesinados en lo que va de 2024.

El viernes, el antiguo partido gobernante, el Revolucionario Institucional, confirmó que dos de los cinco cuerpos desmembrados encontrados esparcidos por una calle de la ciudad turística de Acapulco el jueves pertenecían a un candidato a un puesto en el ayuntamiento de la cercana localidad de Coyuca de Benítez y a su esposa.

“Exigimos justicia por este crimen atroz”, dijo el partido sobre el asesinato de Aníbal Zúñiga y su esposa, Rubí Bravo.

Una vez más, López Obrador buscó minimizar la violencia y calificó a quienes denuncian los asesinatos como “buitres” que buscan desprestigiar su administración.

“Afortunadamente ha habido menos agresiones que en otras elecciones, pero hoy en día hay mucho sensacionalismo, es muy lamentable, hay mucha gente que busca lucrar con los asesinatos y el sufrimiento humano”, dijo. “Es una época de buitres”.