Arqueólogos encuentran restos de un “niño vampiro” en Polonia
El cuerpo estaba enterrado boca abajo con un candado en su pie.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
PUBLICIDAD
Luego del descubrimiento de los restos óseos de una supuesta vampira en un cementerio polaco del siglo XVII, en septiembre de 2022, a pocos metros encontraron recientemente el cuerpo de un niño que pudo haber sido considerado como un vampiro por la gente de su época, teniendo en cuenta como fue enterrado.
Arqueólogos de la Universidad de Nicolás Copérnico en Torun fueron quienes realizaron el hallazgo de los restos, que pertenecerían a un niño de entre 5 y 7 años.
El cuerpo también data del siglo 17 y se encontró en el pueblo de Pien, al sureste de ese país —en el distrito de Gmina Dąbrowa Chełmińska— que se ha convertido en un “punto caliente” para este tipo de descubrimientos.
También, han detallado que los restos estaban enterrados boca abajo y tenían un candado triangular “antivampiro” en el pie, que se cree que se empleaba con el fin de que los supuestos vampiros no pudieran salir de su tumba.
“Se suponía que poner el rostro hacia abajo haría que el difunto mordiera el suelo, por lo que ya no representaría una amenaza para las personas”, explicaron en el portal de la Universidad de Nicolás Copérnico.
Los análisis de los investigadores también revelaron que posiblemente los restos habían sido profanados, ya que se encontraron muestras de que se removió la fosa y se habían llevado parte de los huesos: “Curiosamente, solo sobrevivió una parte del esqueleto del niño: desde la parte inferior de la pierna hacia abajo”, indicaron.
El cuerpo que encontraron el año pasado estaba ubicado más o menos a 1.5 a dos metros de este nuevo hallazgo. Sobre los restos de 2022 se ubicaba una hoz en el cuello, que seguramente también buscaba evitar que la mujer se levantara de la tumba.
“Sobre la tumba de un niño antes mencionada, se descubrió un grupo desconcertante de esqueletos de varios niños: un fragmento de la mandíbula de uno de ellos estaba teñido de verde. Se observó un tinte verdoso similar en el paladar del ‘vampiro’”, explicaron.
Los arqueólogos creen que dicha placa pudo haberse desarrollado como resultado de una terapia de suspensión de oro que buscaba tratar la fiebre y el dolor, aunque no descartan que se trate de alguna otra práctica de la época.
“Tal vez sea un rastro de alguna otra práctica; tal vez había un objeto hecho de aleación de cobre en la boca de esta persona”, dijo uno de los investigadores.
Los arqueólogos están examinando el área de lo que creen puede ser una necrópolis en la que enterraban a “personas excluidas”, sobre la que los expertos no han encontrado registros escritos ni mapas.