Colombo, Sri Lanka. Casi un centenar de tortugas muertas, con daños en la garganta y el caparazón, así como una docena de delfines muertos y una ballena azul, han llegado a las costas de Sri Lanka después del incendio y el hundimiento de un carguero, agravando el temor a que se esté produciendo una grave catástrofe marina.

Los ecologistas creen que las muertes son una consecuencia directa del incendio y la liberación de productos químicos peligrosos cuando el X-Press Pearl, con bandera de Singapur, ardió durante 12 días antes de hundirse la semana pasada ante el principal puerto de Sri Lanka, en la capital, Colombo. Sin embargo, las autoridades dijeron que la confirmación de esas causas era “provisional” y que la investigación seguía en marcha.

El incendio en el barco comenzó el 20 de mayo, y los animales marinos muertos empezaron a aparecer en la orilla unos días después.

Un inventario del barco al que tuvo acceso The Associated Press señalaba que 81 de los casi 1,500 contenedores del barco contenían productos “peligrosos”.

La marina de Sri Lanka cree que el incendio lo provocó el cargamento de productos químicos, que en su mayoría quedó destruido en el incendio. Pero entre los restos que quedaron había fibra de vidrio quemada y toneladas de bolas de plástico, que han contaminado gravemente las aguas cercana y buena parte de las famosas playas del país.

Se estaban analizando los cadáveres en cinco laboratorios del gobierno y en un estudio separado del Departamento de Analistas del Gobierno, según un miembro del departamento de vida silvestre que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios.

“De forma provisional podemos decir que estas muertes se produjeron de dos formas: una por las quemaduras por el calor y la segunda por productos químicos. Esto es evidente”, dijo Anil Jasinghe, secretario del Ministerio de Medio Ambiente, que declinó concretar una causa hasta que se concluyeran los análisis.

Thushan Kapurusinghe, del Proyecto de Conservación de Tortugas, atribuyó las muertes de los reptiles al incendio y a los productos químicos del barco.

Las tortugas muertas mostraban hemorragias en las bocas, gargantas y cloacas, y “partes específicas de su caparazón tienen signos de quemaduras y erosión”, dijo Kapurusinghe, que tiene más de tres décadas de experiencia en la conservación de tortugas.

En las aguas de Sri Lanka viven cinco especies de tortugas, que suelen acudir a la orilla para poner huevos. La temporada de llegadas de tortugas se concentra entre marzo y junio.

Lalith Ekanayake, ecologista marino y costero, señaló que dada la naturaleza del incendio y la cantidad de productos químicos en el barco, “al menos 400 tortugas podrían haber muerto y sus cadáveres podrían haberse hundido o ser arrastrados a aguas profundas”.

Sri Lanka tiene previsto reclamar una compensación a X-Press Feeders, propietario del barco. Ya ha presentado una reclamación provisional de 40 millones de dólares.