Al menos 36 personas resultaron heridas por el terremoto de magnitud 6.4 que golpeó la noche del martes el norte de Filipinas, según informaron hoy a EFE los servicios locales de emergencia de las provincias afectadas.

Sin víctimas mortales confirmadas por el momento, el seísmo sacudió las provincias de Abra e Ilocos Norte y su epicentro se situó a unos 320 kilómetros al norte de Manila.

En la provincia de Ilocos Norte se registraron al menos 26 heridos, y unas 200 personas fueron evacuadas del hospital Mariano Marcos, en la ciudad de Batac, debido a los graves desperfectos que el edificio ha sufrido por el temblor.

El aeropuerto internacional de Laoag, también en Ilocos Norte, permanece cerrado este miércoles por los daños sufridos a causa de la sacudida, según confirmaron a EFE trabajadores del aeródromo.

Además, diez personas resultaron heridas en la provincia de Abra, y más de una veintena de carreteras han resultado dañadas por el sismo.

Precisamente Abra y Ilocos Norte fueron las provincias más afectadas por un terremoto a finales de julio, que dejó al menos 10 muertos y graves daños materiales en más de una treintena de ciudades, que incluían edificios históricos en la ciudad de Vigan.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés), que registra la actividad sísmica en todo el mundo, situó el sismo a 15 kilómetros de profundidad y a unos 12 kilómetros al este de la población de Dolores, con unos 32,500 habitantes.

El instituto sismológico filipino (PHILVOCS) descartó a su vez el riesgo de tsunami.

Al terremoto, que se registró alrededor de las 23.00 horas (GMT+8) , le sucedieron numerosas réplicas de menor magnitud que ocurrieron a lo largo de la madrugada y la mañana de este miércoles.

El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., aseguró hoy en una rueda de prensa que “no habrá escasez de alimentos ni zonas de refugio para los afectados por el terremoto”, y alentó a la población de las provincias afectadas a alejarse de los edificios altos.

Filipinas se asienta sobre el llamado ‘Anillo de Fuego del Pacífico’, una zona que acumula alrededor del 90 % de la actividad sísmica y volcánica del mundo, y que es sacudida por unos 7,000 temblores al año, la mayoría moderados.