Al menos 25 muertos por el bombardeo de dos escuelas en Ciudad de Gaza
Según el Ejército, Hamás utilizaba ambos complejos para ocultar a sus combatientes y para planear ataques contra las tropas.
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Jerusalén. Al menos 25 personas murieron y varias decenas resultaron heridas en sendos ataques israelíes contra dos escuelas de Ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, según varios medios palestinos.
La Defensa Civil del enclave, que previamente confirmó la muerte de cinco personas en los ataques, dijo que sigue trabajando para recuperar cuerpos entre los escombros y que en ambos centros se refugiaban miles de desplazados.
Las fuerzas armadas israelíes confirmaron haber atacado la escuela Hasán Salame, en el oeste de la capital gazatí, así como la escuela Naser, también ubicada en Ciudad de Gaza, por tratarse de dos “centros de mando” utilizados por los milicianos palestinos.
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Según el Ejército, Hamás utilizaba ambos complejos para ocultar a sus combatientes y para planear ataques contra las tropas.
“Antes del ataque se tomaron numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a civiles, incluido el uso de municiones precisas, vigilancia e inteligencia adicional”, aseguraron las autoridades israelíes.
Este sábado, con la misma justificación, el Ejército atacó la escuela Hamama de Ciudad de Gaza, donde se refugiaban decenas de desplazados, y mató a 16 personas, según las autoridades de la Franja.
La Defensa Civil gazatí confirmó que en la escuela había personas desplazadas, mientras que las fuerzas israelíes aseguraron que el complejo se utilizaba “como escondite de terroristas de Hamás, desde donde planeaban llevar a cabo ataques contra soldados israelíes y el Estado de Israel”.
Al menos 39.538 personas han muerto y más de 91.000 han resultado heridas en el devastado enclave palestino desde el comienzo de la guerra, según las últimas cifras del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
La situación humanitaria continúa empeorando en un territorio donde el 90 % de la población vive desplazada, muchos en tiendas de campaña sin acceso al agua corriente o electricidad, y donde las enfermedades se extienden ante el cierre de clínicas y hospitales.