Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Londres.- Mohamed Al Fayed analiza hoy sus opciones legales tras el fallo de un jurado que culpó de la muerte de su hijo, Dodi, y de Diana de Gales al chófer del automóvil en que viajaban y a los "paparazzi" que perseguían a la pareja.
Así lo señaló hoy Michael Cole, portavoz del millonario egipcio dueño de los grandes almacenes londinenses "Harrods", en unas declaraciones a la cadena GMTV, en las que insistió en que Al Fayed medita los pasos a seguir con su familia y sus abogados.
Tras conocerse ayer el dictamen del jurado popular en el Tribunal Superior de Londres, el empresario -que aún cree que su hijo y Diana fueron víctimas de una conspiración de los servicios secretos británicos con la ayuda del duque de Edimburgo- se confesó "decepcionado" e insistió en que la pareja fue asesinada.
Cole dijo hoy que, si bien Al Fayed afirmó en su día que aceptaría el veredicto, cree, no obstante, que el jurado no ha tenido la oportunidad de "escuchar" todo lo que pasó.
Añadió que a los once miembros del jurado no se les permitió considerar un dictamen de conspiración y tampoco pudieron "escuchar" al duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II.
"Es razonable que Mohamed se tome tiempo para hablar con su familia sobre las consecuencias y hablar con sus abogados", puntualizó el portavoz de Al Fayed.
Mientras el millonario egipcio insiste en la teoría de la conspiración, el primer ministro británico, Gordon Brown, dijo hoy que es hora de pasar página al caso de la muerte de Lady Di.
"Creo que los príncipes Guillermo y Enrique han hablado en nombre de todo el país cuando dicen que es hora de poner fin" al caso, señaló Brown en unas declaraciones a la cadena Sky News.
En ese mismo sentido se refirió Trevor Rees, el guardaespaldas que sobrevivió a la tragedia del túnel parisino, al indicar hoy que recibía con satisfacción el final del proceso judicial.
"Estoy de acuerdo con el veredicto del jurado", puntualizó Rees en un breve comunicado.
El jurado popular culpó de la muerte de la princesa y su novio, Dodi Al Fayed, al chófer del automóvil Mercedes y a los "paparazzi" que perseguían a la pareja el 31 de agosto de 1997 en París.
El juez de la investigación judicial sobre la muerte de Diana y Dodi, Scott Baker, no ofreció al jurado un dictamen de conspiración para el asesinato porque afirmó que no había pruebas.
En cambio, el magistrado dio cinco posibilidades de dictamen: homicidio por imprudencia del chófer del automóvil, homicidio por imprudencia de los "paparazzi", homicidio por imprudencia del chófer y los "paparazzi", accidente y veredicto abierto.
Según el juez, el último caso sólo podía ser considerado si el jurado creía que no había pruebas para aceptar las opciones anteriores.
Los hijos de la princesa, los príncipes Guillermo, de 25 años, y Enrique, de 23, dieron las gracias al jurado y expresaron anoche en un breve comunicado que estaban de acuerdo con el veredicto.
Diana, de 36 años, murió junto a Dodi Al Fayed, de 42, y al conductor del vehículo, Henri Paul, al colisionar el Mercedes en el que viajaban a gran velocidad contra una columna del túnel del parisino puente de Alma cuando eran acosados por varios "paparazzi".
Dos pesquisas policiales previas, una francesa y otra británica, concluyeron que el suceso se debió a un accidente causado porque Paul conducía a alta velocidad y bajo la influencia del alcohol.
La investigación judicial, que duró seis meses, contó con la declaración de 250 testigos y le ha costado al contribuyente británico unos 12,5 millones de euros.