NUEVA YORK. Uno de los acusados en el juicio por delitos financieros en el Vaticano ha presentado una queja formal ante Naciones Unidas, alegando que el papa Francisco violó sus derechos humanos al autorizar una amplia vigilancia en su contra durante la investigación.

Uno de los abogados de Raffaele Mincione, financiero con sede en Londres, presentó una queja la semana pasada ante la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a través de un procedimiento especial, que permite que personas o grupos proporcionen información a la ONU sobre presuntas violaciones a los derechos humanos en países o instituciones.

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El jueves, el Vaticano rechazó la acusación diciendo que la investigación cumplió con todas las leyes relevantes y acuerdos internacionales, y que no se ordenó ninguna vigilancia para Mincione.

Esta es la queja más reciente y de más alto perfil sobre el juicio en el Vaticano, y destaca la peculiaridad del sistema de justicia penal del pequeño país, y su aparente incompatibilidad con las normas europeas y democráticas. El Vaticano es una monarquía absoluta, donde el papa ejerce el supremo poder legislativo, ejecutivo y judicial.

El juicio, que inició en 2021 y concluyó en diciembre, se centró en la inversión con pérdidas de 350 millones de euros en una propiedad en Londres por parte de la Santa Sede, pero también incluyó otras tangentes. Los fiscales del Vaticano afirmaron que corredores de bolsa y funcionarios del Vaticano cobraron indebidamente a la Santa Sede decenas de millones de euros en honorarios y comisiones, y la despojaron de 15 millones de euros (16.5 millones de dólares) para ceder el control de la propiedad.

El juicio concluyó en diciembre con acusaciones para nueve de los 10 procesados, entre los que estaban Mincione y el cardenal Angelo Becciu. Las motivaciones del tribunal para la sentencia aún no se han hecho públicas, pero la fiscalía del Vaticano y los nueve acusados condenados han anunciado apelaciones.

La queja de Mincione ante la ONU se centró en la función del papa durante la investigación, un área identificada como problemática por los abogados de la defensa durante el juicio, y por expertos externos después del mismo.