Vaticano ayudará para un entierro discreto a un dictador
La familia de Francisco Franco quiere enterrarlo en la catedral de Madrid.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
PUBLICIDAD
MADRID. El Vaticano acordó encontrar vías para evitar que los restos del difunto dictador Francisco Franco se vuelvan a enterrar en el centro de la capital de España tras su exhumación de un mausoleo, dijo el martes el gobierno español.
Los parientes de Franco quieren dar sepultura al cuerpo embalsamado en la cripta familiar ubicada debajo de la catedral de Madrid, una decisión a la que las autoridades eclesiásticas españolas dicen que no pueden oponerse ya que el sepulcro fue adquirido por los parientes del dictador hace décadas.
Según la vicepresidenta del gobierno, Carmen Calvo, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin "entendió" durante una reunión celebrada el lunes que si bien los restos de Franco deben reubicarse en un lugar "en condiciones de dignidad", el ejecutivo "tiene que garantizar en todo el territorio español que no se enaltece a Franco”.
Relacionadas
"La solución no puede ser la Almudena”, manifestó Calvo en alusión a la catedral de Madrid.
El gobierno “tiene que garantizar en todo el territorio español que no se enaltece a Franco en ningún sitio, en ningún punto del territorio”, dijo Calvo.
“El lugar donde estén finalmente sus restos tiene que ser un lugar donde no se puedan producir manifestaciones de enaltecimiento”, añadió.
Los comentarios de Calvo, quien sería la funcionaria a cargo de la exhumación, indican un nuevo capítulo en los intentos del gobierno de resolver el tema de los restos, que han encontrado resistencia de los herederos del fallecido dictador y de partidarios franquistas.
La cripta familiar de los Franco bajo la catedral en Madrid está cerca de varios sitios turísticos y cerca del Palacio Real desde donde Franco arengaba a multitudes enfervorizadas.
Los opositores temen que sepultar los restos de Franco allí convertiría al lugar en un destino de peregrinación para ultraderechistas y otros nostálgicos de la dictadura.
“Lo que acordamos fue estar de manera conjunta, tanto el gobierno como la propia Iglesia Católica, para encontrar una salida que obviamente no puede ser la Almudena”, dijo Calvo.