ANKARA, Turquía. Funcionarios saudíes asesinaron al periodista Jamal Khashoggi en su consulado en Estambul, algo que venían planificando desde días atrás, dijo el presidente de Turquía el martes. Al contradecir la versión saudí de que la muerte del periodista fue accidental, exigió que el reino revele la identidad de todos los implicados, cualquiera que fuese su jerarquía. 

El presidente Recep Tayyip Erdogan también reclamó a Riad que entregue a los 18 sospechosos que ha detenido para que los juzguen los tribunales turcos, lo que da lugar a nuevas complicaciones con el gobierno saudí, que dice estar realizando su propia investigación para castigar a los implicados. 

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“Culpar de semejante incidente a un puñado de efectivos de seguridad e inteligencia no nos satisfaría a nosotros ni a la comunidad internacional”, dijo Erdogan en un discurso ante parlamentarios de su partido en el parlamento. 

“Arabia Saudí ha dado un paso importante al reconocer el asesinato. Ahora esperamos que saquen abiertamente a la luz a los responsables, desde el jerarca más alto hasta el más bajo, y los lleven ante la justicia”, añadió. 

Previamente se había anunciado que el discurso de Erdogan revelaría la “verdad desnuda” sobre el asesinato de Khashoggi. En cambio, solo sirvió para identificar la fuente de la información ya difundida por funcionarios anónimos y la prensa turca en los días desde que el columnista del diario Washington Post entró el consulado saudí en Estambul. 

Sin embargo, mantuvo la presión sobre Riad con sus reclamos de que sea Turquía la que juzgue a los sospechosos y castigue a los autores intelectuales. 

“Todas las pruebas reunidas demuestran que Jamal Khashoggi fue víctima de un asesinato salvaje. Encubrir semejante salvajismo lesionaría la conciencia humana”, aseveró. 

Erdogan no mencionó al príncipe saudí Mohammed bin Salman en su discurso, aunque funcionarios vinculados con él han sido implicados en el crimen. El reino ha dicho que heredero del trono del primer exportador mundial de petróleo no estuvo implicado, pero toda decisión importante requiere la aprobación de los máximos jerarcas de la familia reinante Al Saud. 

El escepticismo internacional se ha intensificado desde que Arabia Saudí dijo el sábado que Khashoggi murió en una trifulca. El caso ha provocado un escándalo mundial y acentuado las sospechas de que un escuadrón de la muerte saudí planificó el asesinato de Khashoggi después que entró al consulado el 2 de octubre y después trató de encubrirlo.