Naciones Unidas - La ONU alerta, en un informe de alto nivel presentado este lunes, de que es necesario que actuar con urgencia y coordinadamente para evitar una potencial crisis ante la resistencia a los fármacos que combaten infecciones, porque de lo contrario se podría llegar a 10 millones de muertes anuales a partir de 2050.

El estudio, "No podemos esperar: Asegurar el futuro contra las infecciones farmacoresistentes", es el resultado del trabajo de un grupo entre agencias de la ONU creado en 2016, entre ellas la OMS y la FAO, y en él se asegura que a menos de que se actúe con urgencia, esa resistencia tendrá repercusiones desastrosas en una generación, según un comunicado.

Las enfermedades farmacorresistentes ya causan unas 700,000 muertes al año en el mundo, y que 230.000 de ellas se deben a tuberculosis multirresistente, se recuerda.

También se advierte de que, si no se toman medidas, en el escenario más alarmante, la cifra podría aumentar a 10 millones de muertes al año para 2050, así como causar daños catastróficos a la economía, comparables con la crisis financiera mundial de 2008-2009, debido al alza de los gastos en atención sanitaria, y el aumento de la pobreza y la desigualdad, entre otros factores.

El informe del Grupo de Coordinación Interagencial a la Resistencia Antimicrobiral (IACG) señala que ya se están sintiendo los efectos en la salud y la economía.

"Más y más enfermedades comunes (en países de todos los niveles de ingresos), incluyendo infecciones en el tracto respiratorio y urinario y las enfermedades de transmisión sexual, son intratables; tratamientos para salvar vidas se están volviendo más arriesgados y nuestro sistema de alimentos es cada vez más precario", se indica.

El estudio especifica que esta resistencia plantea una crisis mundial que pone en riesgo un siglo de avances en materia de salud y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Los antimicrobianos (antibióticos, antivíricos, antifúngicos y antiprotozoarios) son fundamentales para luchar contra enfermedades humanas, de los animales terrestres y acuáticos y de las plantas, pero se están volviendo ineficaces, observan.

En el informe se reconoce la estrecha relación entre humanos, animales, alimentos, y la salud ambiental y se hace un llamamiento a una respuesta multisectorial con un enfoque sanitario a este problema.

Se recuerda que en el mundo sigue habiendo muchas personas sin acceso a esto fármacos: "velar por el acceso equitativo y asequible a antimicrobianos de calidad y por su uso responsable y sostenible es un componente esencial de la respuesta mundial", argumenta el Grupo Interagencial.

Entre las recomendaciones figura dar prioridad a un plan de acción nacional para ampliar esfuerzos de financiación y desarrollo de capacidades; poner en marcha sistemas regulatorios más fuertes y apoyar campañas de concienciación para su uso responsable por profesionales de la salud.

Igualmente se recomienda invertir en ambiciosas investigaciones y desarrollo de nueva tecnología para combatir la resistencia a los fármacos.

"La resistencia a los antimicrobiales es una de las grandes amenazas que enfrentamos como comunidad global. Este informe refleja la profundidad y alcance de la respuesta que se necesita para cortar su aumento y proteger un siglo de progreso en la salud", indicó la subsecretaria de la ONU, Amina Mohammed, que también es copresidenta del Grupo Interagencial. "No hay tiempo que perder", añadió.

Por su parte, el director general de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, destacó en la nota que las recomendaciones del informe "reconocen que los antimicrobiales son fundamentales para proteger la producción de alimentos, la seguridad y comercio, así como la salud de humanos y animales, y claramente promueve su uso responsable".

Para el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, las recomendaciones del informe "pueden salvar miles de vidas cada año".

El Grupo Interagencial está conformado por la OMS, la FAO, y la Organización Mundial de Sanidad Animal y tenían la responsabilidad de proveer una guía para enfrentar la resistencia a los fármacos y rendir un informe al Secretario General de la ONU en 2019.