El secretario del Departamento de Salud, Carlos Mellado, aclaró este lunes que con el fin de la declaración de emergencia por COVID-19 “se acabó el mandato de uso de mascarillas” en salas de emergencia, hospitales, consultorios médicos, laboratorios clínicos y área recetarios de farmacias.

En los pasados días tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el gobierno federal pusieron fin a la declaración de emergencia sanitaria por el COVID-19, una acción que se replicó en Puerto Rico, pero que trajo dudas entre algunos ciudadanos respecto al uso de mascarillas en centros de servicios de salud.

En cambio, a preguntas de Primera Hora el secretario de Salud reiteró que con el fin de la declaración de emergencia se derogaron todas las órdenes, incluyendo el mandato de cubre bocas y nariz que se impuso hace poco más de tres años como manera de prevenir contagios y controlar la enfermedad que hasta el 15 de mayo de 2023 había cobrado la vida de 5,915 personas. En septiembre de 2022 el mandato se modificó y su obligatoriedad se limitó solo a facilidades de servicios médicos y al área de recetarios en las farmacias.

“Eso se acabó ya. No hay mandato de mascarillas en ningún lado. No obstante, el Departamento de Salud recomienda su uso si va a visitar un familiar enfermo o va a entrar a un hospital donde hay personas inmunocomprometidas... es una responsabilidad social. Pero ya no es un mandato de ley o se lleva a imposición de multas si no se usa mascarillas en farmacias, oficinas médicas, en hospitales, entre otros. Claro, siempre va a prevalecer el criterio individual del dueño del lugar. Y lo otro es lo que mencioné, la conciencia de los seres humanos de pensar que estamos frente a una enfermedad respiratoria que va a prevalecer siempre como la influenza y siempre va a tener sus temporadas altas y bajas”, acotó el titular.

El doctor Mellado destacó que las medidas de prevención como la vacunación al día, higiene de manos, desinfección de áreas comunes continúan siendo recomendaciones para mitirgar los riesgos asociados a la enfermedad, principalmente en poblaciones de adultos mayores a 65 años con historial de condiciones crónicas y obesidad.

Por otro lado, la agencia ha hecho hincapié en que otras estrategias continuarán vigentes en lo que se ha descrito como una “fase de mitigación”, entre estas las pruebas de detección de COVID-19 a nivel municipal, regional y estatal, incluyendo las que se realizan en centros de cuido prolongado, cárceles, instituciones educativas y el aeropuerto internacional. Además, se continuará publicando una actualización diaria a través de un tableros de datos que provee información como tasas de vacunación, casos confirmados o probables, hospitalizaciones y defunciones, entre otras.