Visitar el "árbol solitario" es una experiencia mágica que no debe desaparecer
Una mujer explica la conexión especial de su familia con el ahora controversial destino.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Aunque las autoridades exhortan a la ciudadanía a no visitar el llamado “árbol solitario”, que algunos también llaman “Cerro de los Cielos”, se trata de una directriz que Christie Marie Roque Cruz no va a acatar. Dice que no puede. De hecho, su contrapropuesta es que le permitan orientar a la ciudadanía de cómo hacer de forma segura ese recorrido.
Para ella y su familia, el espectacular lugar en Salinas que se divisa desde la autopista cuando se pasa el Monumento al Jíbaro desde Cayey y en ruta al sur no es simplemente un recorrido simpático, sino que les permite conectar con un ser amado desaparecido.
Roque, de 32 años y vecina de Cidra, explicó que ella es prima de Sheiley Roque, una arquitecta paisajista de 30 años que “desapareció” en aguas de la playa Crash Boat, en Aguadilla, en febrero del año pasado, mientras realizaba una corrida de tabla con remo (paddle board), y que en ese punto de la Isla es el que representa su principal conexión con ella.
“Este era uno de sus lugares favoritos. Cuando hace seis años el lugar no era tan conocida ella hizo su travesía, le fascinó, quedo encantada con lo que vio, llegó fascinada y nos invitada a ir”, dijo Roque sobre su prima. “Para ella era bien importante la conexión con la naturaleza”, reflexionó.
Desde que su prima desapareció en el mar, su familia ha decidido peregrinar al “árbol solitario” con frecuencia, según ella al menos alguno de sus parientes sube al menos una vez al mes, e incluso sembraron un árbol de Ceiba y le pusieron un letrero con el mensaje alusivo su prima desaparecida. “Le pusimos santuario de la sheiba”, narró.
“Lo que descubrimos fue es lugar con experiencia mágica, de conexión con la naturaleza, de dejar tu energía negativa y recoger energía buena, ver la belleza de tu país, protegerte a la sombra del mangó, porque el árbol solitario es un mangó”, reflexionó en entrevista telefónica con PRIMERAHORA.COM.
Christie Marie, quien ha ido 5 veces, recuerda en particular su visita del primero de enero pasado. Allí, cerca de 30 personas, desde su sexagenario padre hasta niños de 3 años y menores con condiciones como síndrome Down subieron desde la autopista hasta el árbol, una caminata que les toma como máximo una hora. Los niños se treparon al árbol, que no es muy alto, llevaron banderas –dijo que una de las dos banderas de Puerto Rico en el área ha sido colocada por su familia-, y que allí vieron el atardecer y celebraron la vida de Sheiley.
La "nueva" posición de las autoridades
Christie Marie expresó preocupación con las recientes declaraciones de diversos funcionarios en contra de los recorridos al árbol solitario. Personal de la Policía y del Municipio han expresado reservas contra estos recorridos y ayer el el director ejecutivo de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres, Ángel Crespo, dijo que se aumentó la vigilancia en el área de la rampa.
Para justificar estas medidas adicionales alegaron las autoridades que durante los pasados siete días aproximadamente 21 personas se han extraviado en esa área, y que a algunos caminantes le han vandalizado sus autos cuando los dejan en esa área de la rampa para hacer su caminata.
Roque lamentó la nueva posición de funcionarios del gobierno porque ella usaba ese acceso desde la autopista porque así lo hacía su prima Sheiley y porque así se lo recomendaron a ella miembros de la policía en una llamada llamada telefónica que hizo a la policía de autopistas de Salinas, según contó.
“Antes de que sucediera todo esto había un espacio designado, nosotros llamamos al cuartel de autopistas y nos dijeron que hay un espacio donde uno se podía estacionar”, recordó Christie Marie.
Ahora ese acceso ha sido cerrado, y la última vez que llamó al cuartel le advirtieron que no dejara su auto allí porque delincuentes le pueden vandalizar el auto y los agentes tienen instrucciones de multar a los que dejen su vehículo. “Yo le dije si tienes gente para dar boletos puedes tenerlos puedes asignar ese personal para que velen los carros”, expresó.
La mujer dijo que su familia no se amedrentara para hacer sus recorridos. Como alternativa a la vigilancia policiaca en contra de estacionarse en los alrededores de la autopista, la mujer dice que considera pagarle a una guagua para que los dejé en esa área y los recoja una vez visiten el lugar.
“Este lugar es parte de nosotros, ahí la sentimos, no vamos a dejar de ir”, indicó.
La mujer hizo un llamado público a facilitar el acceso a este lugar desde la autopista. Aunque hay una ruta alterna desde el sector Naranjo, Christie Marie entiende que esa es la que dura 4 horas y por lo menos a su familia no les da el mismo sentimiento de conexión con Sheiley. “Esa no fue la ruta que nos enseñó Sheiley”, dijo.
Expresó que le encantaría facilitar que los viajeros no se pierdan en su camino al árbol, como demarcando una vereda. También se pone a disposición de orientar a personas a llegar, dándole consejos, y ayudar a las agencias concernientes para que ese espacio pueda permanecer como un lugar para el disfrute de la ciudadanía.
Además, afirmó que reconoce que es importantísimo contactar al dueño del predio de terreno donde está el árbol, porque le gustaría tener su aval y cooperación para ayudar a la gente a disfrutar de “el árbol solitario”.
“Nos encantaría conocer a esta persona que tiene este lugar tan especial”, indicó.
Para hacer el recorrido de forma segura, Christie Marie dijo que los ciudadanos deben llevar agua, frutas o algo ligero para comer, repelente, ropa larga, buenos tenis o botas, celulares cargados, linternas, y bolsas para recoger basura.
Exhortó a cualquier persona interesada a contactarla a través de su página en Facebook bajo Christie Marie Roque, ya sea para recomendaciones más específicas, para contacto con las autoridades o con el dueño de la finca.
“Puerto Rico necesita cosas positivas, y el turismo y lo que nos brinda la naturaleza es muy bueno, Puerto Rico necesita energía buena en estos momentos y no podemos permitir que los pocos recursos que tenemos de energía positiva nos lo quiten. Ir allí te permite pasar el día feliz, quieres seguir hacia adelante, disfrutar nuestro Puerto Rico, y obviamente dejarle a nuevas generaciones que disfruten de esto, ese es el legado de nuestra familia después de lo de Sheiley", concluyó.