Con el relevo de un mallete David Bernier le transfirió ayer la presidencia del Partido Popular Democrático (PPD) al excandidato a la comisaría residente en Washington, D.C., Héctor Ferrer, tras ser elegido por los delegados del Consejo General de la colectividad para ocupar la silla. 

Pero con el mallete vinieron también un mar de retos, como el plebiscito sobre status que se llevará a cabo el próximo 11 de junio. 

Al derrotado exgobernador Aníbal Acevedo Vilá, Ferrer le pidió en tarima que dirigiera los trabajos para definir las posturas del partido de cara a dicho proceso. 

“Se lo dije frente a todo el mundo para amarrarlo bien amarra’o”, bromeó Ferrer, quien obtuvo la victoria con el 66% de los votos.

“Aníbal es bien valioso para nuestro partido, [...] tiene mucho que aportar a nuestro País y es una persona sabia, con mucho conocimiento sobre el status y uno se fortalece con las personas que pone a su alrededor”, añadió el nuevo presidente. 

El próximo paso es una asamblea para decidir “qué va a pasar con el plebiscito, si participamos o no participamos y si participamos qué va a pasar con esa papeleta”, como ya había adelantado Ferrer.

Pero una vez anunciado el resultado y luego de subir brevemente a tarima, Acevedo Vilá se fue volando bajito y no ha afirmado si asumirá lo que parece ser una difícil tarea: lograr un consenso en el PPD y unir voluntades de cara al plebiscito.

“Felicidades al amigo Héctor Ferrer. Fue un proceso bueno para el PPD. Ahora darle a Héctor todo el espacio para echar pa’ lante al PPD”, fueron sus únicas expresiones públicas a través de la red social Twitter.

Para Ferrer su elección no representa un rechazo al llamado Estado Libre Soberano que defiende Acevedo Vilá porque no fue una elección de status.

“Yo nunca forcé que esto se dividiera en un asunto de estatus y así fue”, indicó. 

De hecho, el evento completo, que se llevó a cabo en el Teatro Municipal Ernesto Ramos Antonini en Barceloneta, se sostuvo sobre un discurso de apuesta a la diversidad de posturas en la colectividad como una fortaleza. 

“No caigamos en la trampa de los que quieren que abandonemos nuestras diferencias”, aseguró Bernier.

La apuesta también es un partido que regrese a “su esencia”, como repitieron, un partido de justicia social y de velar por los sectores más débiles.

El status no es el único reto para Ferrer y el PPD, sino también alzar las voces de la colectividad que han señalado como “silente” durante las primeras semanas del gobierno de Ricardo Rosselló y el Partido Nuevo Progresista. 

“Los legisladores en su capacidad individual han estado reaccionando, pero cuando lo hacen individualmente no tiene el mismo efecto ni la fuerza que si se hace desde el partido como institución”, admitió el nuevo presidente.

Entre sus prioridades también están evaluar “cómo está el partido administrativamente” y reorganizar la base de la colectividad en la Isla. 

Ferrer capitaneará la agrupación hasta julio de 2018, cuando se hará una segunda consulta para elegir a un nuevo presidente encargado de llevar al PPD a las elecciones.

Partido renovado

Los 465 miembros del Consejo General del PPD que asistieron ayer a votar, también eligieron otros componentes para su Junta de Gobierno.

El alcalde de Guayama, Eduardo Cintrón, resultó electo como representante del distrito de su pueblo. 

Su homólogo en Carolina, José Aponte Dalmau, también fue favorecido como representante de su distrito y el alcalde de Caguas, William Miranda Torres, fue electo como representante por acumulación.

Dos que no tuvieron que ser escrutados, porque no tenían contrincantes, fueron la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, a la vicepresidencia del partido, y el alcalde de Peñuelas, Walter Torres, ahora representante de su distrito.