¿Un referéndum para aprobar el matrimonio gay?
No hay mayoría que valga cuando se trata de derechos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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De la misma manera que no se le puede consultar a un pueblo para restituir la política de segregación de blancos y negros, aunque sea un proceso democrático, de esa misma forma no se debe celebrar un referéndum con miras a que una mayoría rechace el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Así lo expusieron varios analistas políticos al reaccionar a la propuesta del arzobispo de San Juan, Roberto González, para que “una decisión de esta magnitud y trascendencia histórica se decida mediante un referendum, donde los ciudadanos se expresen”.
El líder religioso de los católicos criticó el cambio de postura del Gobierno, que favorece las uniones legales de personas del mismo sexo.
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El analista estadista Carlos Díaz Olivo, expresó que en teoría, siempre consultarle al pueblo, que es el soberano, tiene su mérito en una sociedad democrática. Sin embargo, indicó, que de lo que se está hablando es un asunto donde un gran sector mayoritario está a favor del matrimonio tradicional hombre mujer.
El abogado comentó que probablemente hay un sector mayoritario en contra de cualquier cambio y a que el Estado quiera modificar esa determinación muy personal, de con quién uno se quiere asociar en el plano sentimental.
“En asuntos de esta naturaleza, usualmente cuando tu entiendes que la percepción histórica mayoritara es incorrecta, lo que haces es ejercer un liderato y de cierta manera estremecer ese orden vigente, porque lo entiendes incorrecto. En un sistema democrático, ni aun las mayorías están autorizadas a ir contra la dignidad de otros hermanos y a privarlos de la esencia de lo que es la libertad que todos poseemos”, apuntó.
Díaz Olivo expuso que en los años 50, probablemente, si en Puerto Rico y Estados Unidos se hubiese hecho un referéndum para darle la libertad a los negros, hubiesen votado que no.
“Pero una gente ejerció liderato a diferentes niveles, incluyendo la asamblea judicial y cuestionaron eso contra el sentir mayoritario en ese momento, porque planteaban que era incorrecto desde el punto de vista ético y moral.Si tu crees que todos los seres humanos son iguales y que todo ser humano tiene la libertad de decidir con quién quiere estar, no puede haber mayoría que vaya en contra de tu propia dignidad y con quién quieres estar. Ahí hay una falla. No hay mayoría que valga”, sentenció Díaz Olivo.
Separación de Iglesia y Estado
La abogada independentista María de Lourdes Guzmán, expresó que es muy poco probable que haya un referéndum, después que el Gobierno anunció que no iba a sostener su posición en cuanto a la validez del Artículo 68 del Código Civil , además de los esfuerzos y el dinero que conlleva.
“A mi juicio sería anti climático embarcarse en ese proceso. Es bastante absurdo que le pidamos a la gente que se exprese en torno a algo que consideramos injusto”, acotó.
“Es como si le dijeras a la gente que se haga un referéndum para continuar con el discrimen a los negros, porque la gente quiere que el apartheid continúe. Es una cosa injusta. Eso no tiene realmente sentido a estas alturas del siglo 21”,señaló Guzmán.
Es indetenible
El analista estadista, Ignacio Rivera, dijo que uno no puede detener el avance social del pueblo de Puerto Rico.
“El mundo se mueve hacia romper las barreras religiosas y eso es sencillamente indetenible. El Arzobispo, quien es una persona inteligente, quiere que nuestro pueblo ultra conservador, con una gran dosis de miedo religioso, le vote en contra a la decisión del Supremo de Estados Unidos”, expuso.
“La Iglesia Católica no puede detenerse en la Edad Media y los pueblos y los países caminan sin ella. Ya hay 37 estados que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo. Las naciones avanzadas lo permiten y él quiere quedarse en la Edad Media”, puntualizó Rivera.