A los vertederos del país está llegando el material reciclado por las familias, luego de que alcaldes dejaran de ofrecer el servicio de recogido como otra de las medidas adoptadas para evitar el contagio del coronavirus COVID-19 entre los empleados.

El alcalde de Lajas, Marcos “Turin” Irizarry, es uno de los que decidió depositar el material en el vertedero municipal ante la inquietud de que el virus podría permanecer vivo hasta por cuatro días en el plástico y dos en el cartón.

“Lo que pasa es que en el plástico, el virus se mantiene hasta por cuatro días, en el cartón hasta dos y se está reciclando, prácticamente, tan pocas cosas que hemos optado, por este tiempo, que, aunque afecte lógicamente a los vertederos, pues yo no voy a poner en riesgo a mis empleados porque por más protección que tengan estarían bregando constantemente con este tipo de material que puede estar contaminado. Por tal razón entiendo que, al igual que algunos alcaldes, pues nosotros estamos con mucha pena, depositando esto en el vertedero”, sostuvo.

Indicó que actualmente son pocas las compañías que están recogiendo el material reciclable y mantenerlo implicaría tener otro vertedero en el municipio.

“Ante la situación, que no se vayan a crear más nidos de mosquitos y todo eso, pues optamos por tirarlos al vertedero”, dijo.

Lajas es de los pocos municipios que no ha privatizado su servicio de recogido de basura y mantiene su vertedero municipal, por lo que empleados municipales ofrecen el servicio a diario.

Marcos "Turin" Irizarry, alcalde de Lajas. (Archivo)
Marcos "Turin" Irizarry, alcalde de Lajas.

“Yo estoy recogiendo basura todos los días, estoy recogiendo escombros todos los días, ese mismo equipo si ven las cosas (de reciclaje) en el área, pues se las llevan”, añadió.

En el caso de Naranjito, el recogido de basura está privatizado y el alcalde Orlando Ortiz Chevres le solicitó a ConWaste, compañía que provee el servicio, que se lleve a su vez el material de reciclaje.

El alcalde Orlando Ortiz Chevres informó que al centro de acopio ubicado en el Centro de Bellas Artes pueden llevar alimentos enlatados, ropa y agua. (Archivo)
El alcalde de Naranjito, Orlando Ortiz Chevres.

“Normalmente, el municipio lo recoge y lo lleva a la planta que tiene ConWaste, pero obviamente por no estar exponiendo tantos empleados en la calle, y tener que estar viajando a Guaynabo o a Carolina, pues hemos detenido el recogido”, indicó.

“Le hemos sugerido a las familias… tienes dos opciones: guardarlo y asegurarlo en un lugar que no se moje o, si no tienen forma de guardarlo, tiene que mezclarlo con los desperdicios sólidos. Eso es lo que le hemos estado recomendando”, dijo.

Retroceso en las iniciativas de educación

Ortiz Chevres reconoció que la situación actual trastocaría los esfuerzos educativos que por años se vienen dando para que la ciudadanía coopere y evite que el material termine en la basura.

“Sí, trastoca, porque ya uno lleva una tendencia y una trayectoria de estar

orientando y es lo que veníamos haciendo”, sostuvo.

Enfatizó que luego de que China restringiera sus políticas de reutilización de materiales, en la Isla no se recicla como antes. Pidió al gobierno local que establezca cuál será su política pública en cuanto a reciclaje y los mercados internacionales que van a estar recibiendo estos materiales.

“En Puerto Rico, últimamente, las políticas de reciclaje cambiaron. Lo que hoy recogemos -si comparamos con el año anterior- no es lo mismo. Al China restringir sus políticas de reciclaje, prácticamente lo que podemos reciclar en Puerto Rico no comprara con lo que podíamos recoger antes y realmente hay que pedirle al gobierno cuál va a ser su política pública en cuanto a reciclaje y ver cuáles son los mercados a nivel internacional que está recibiendo estos materiales. Si no hacemos eso, se nos va a hacer bien difícil en Puerto Rico aumentar el por ciento de reciclaje que aspiramos”, manifestó.

“La reducción del material que se puede reciclar bajó sustanciosamente y no es porque así lo establece el gobierno, es que bajó el mercado. Los mercados que en Puerto Rico se llevan todo ese material, pues cambiaron sus niveles de calidad”, sostuvo.

El alcalde indicó que el programa de reciclaje en el municipio lo había fortalecido con estrategias de orientación y educación en las escuelas y con una ordenanza que le exige a los comercios reciclar, de lo contrario el pago de recogido de basura es mayor.

Toa Baja ya tenía problemas para ofrecer el servicio

Mientras, el alcalde de Toa Baja, Bernardo “Betito” Márquez García, ya venía enfrentando problemas económicos para ofrecer el servicio de reciclaje y ahora con la pandemia empeoró, por lo que decidió que la compañía privada Waste Collection -que realiza el recogido de basura- se lleve también el material reutilizable.

Imagen de la planta que ConWaste tenía en Guaynabo.
Imagen de la planta que ConWaste tenía en Guaynabo. (Archivo)

“En el municipio no lo estamos haciendo. Ya venimos hace un tiempo, básicamente y paralelamente a esta situación (de la pandemia). Desde el comienzo, a principios de marzo, ya nosotros habíamos hecho arreglos para que se pudiese recoger lo que representa el reciclaje con los desperdicios sólidos, es decir con la basura”, sostuvo.

“Lamentablemente, pero realmente no tenemos opción. Hay que bajar el número de empleados disponibles a los servicios que básicamente representan servicios esenciales. Entendimos que era una manera más efectiva de poder lidiar con el recogido de la basura para tener menos gente expuesta, entonces fuimos orientando a la ciudadanía”, añadió.

Márquez García también adjudicó el problema al cambio de las reglas establecidas en China para el mercado del reciclaje. “Esa crisis que se da, crea un elemento en cadena, digamos, en este caso, a nivel local porque las compañías que se dedicaban al reciclaje se vieron afectadas de disponer la materia”, indicó.

El alcalde de Toa Baja Bernardo "Betito" Márquez García. (Archivo)
El alcalde de Toa Baja Bernardo "Betito" Márquez García.

“Nosotros teníamos un acuerdo con Guaynabo, que aceptaba parte de lo que nosotros recogíamos y se lo llevaban a la planta (ConWaste). Al ellos verse afectados con la compañía, porque decidió cerrar operaciones y se quedó trabajando en Carolina, requería que se pudiera hacer el proceso hacia Carolina, cosa que encarecía. Entonces se crea este disloque y se viene complicando toda la operación de reciclaje. Nosotros empezamos a tratar de hacer ajustes que dentro de la situación del propio municipio se fue poniendo más difícil y se agrava con la pandemia. Por eso decidimos que fuese la misma compañía del recogido de basura la que pudiese disponer de ese reciclaje hasta tanto nosotros podamos normalizar la situación”, añadió.

Pendiente a aprobación de la gobernadora

En vías de tener una alternativa, el alcalde dijo que desde el 2017 solicitó el traspaso de la planta de reciclaje y composta establecida en el barrio Campanilla.

La planta, según indicó, se realizó bajo la incumbencia del exgobernador Pedro Rosselló en el 2000 a un costo de $13 millones y nunca se utilizó. Luego de 20 años en desuso, una de las dos estructuras que conforman la planta tiene que ser reconstruida.

La intención del alcalde, según detalló, es crear una alianza público privada municipal para que inversionistas ayuden a ponerla en marcha, crear empleos, sostener el reciclaje, convertir la materia prima en productos y alargar la vida del vertedero de Toa Baja.

“Eso es una planta que nosotros estuvimos pendiente e hicimos varias resoluciones que fueron aceptadas y firmadas por el exgobernador Ricardo Rosselló, pero no fue avalada por el comité que evalúa la disposición de activos del gobierno. Se volvió a trabajar y entonces pues, finalmente, el comité ha dado un visto bueno, por eso es una noticia que acabo de recibir”, señaló.

La resolución del alcalde fue evaluada por un comité de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal de Puerto Rico (Aafaf) y ahora espera por la aprobación de la gobernadora Wanda Vázquez Garced.

“El comité de Aafaf vio con buenos ojos la propuesta que sometimos para activar ese instrumento. Ahora el próximo paso sería hablar con la gobernadora y con el nuevo designado secretario del Departamento de Recursos Naturales (Rafael Machargo). Me falta el visto final de ellos. De eso lograrse, pues ayudaría a que todo esto se pueda ir controlando”, apuntó.

Guaynabo mantiene el servicio

Mientras, en Guaynabo, el acalde Ángel Pérez indicó que el recogido de reciclaje continúa como de costumbre, pero hizo un llamado a la ciudadanía a cuidar a los servidores públicos colocando el material en bolsas plásticas.

“Que no lo dejen fuera, que todo esté en bolsas para proteger, aunque los empleados tengan sus guantes y sus mascarillas… porque si mañana ellos dijesen (sic) ‘no vamos a dar el servicio’, se nos crearía un problema de salud fuerte”, advirtió.

De igual manera, abogó para que el gobierno los incluya en el programa de incentivos a los trabajadores de primera línea de respuesta a la emergencia.

Ángel Pérez Otero, alcalde de Guaynabo.
Ángel Pérez Otero, alcalde de Guaynabo. (Archivo)

“Mi solicitud fue tanto a la gobernadora como a la Legislatura que, así como se le están dando unos incentivos a los Policías, también este personal es bien importante incentivarlo porque si ellos mañana dijesen que no van a dar el servicio aquí en Puerto Rico lo que se formaría sería un problema, otra pandemia”, señaló.

Concuerda con sus homólogos en que en estos momentos de la emergencia se deben hacer ajustes para velar por la seguridad de los empleados, aunque reconoció que el sistema de recliclaje del país está pasando por unos momentos difíciles por la restricciones impuestas por China en la adquisición de materiales.

“Tenemos que entender el momento histórico que estamos viviendo. Yo creo que la salud y la seguridad de las personas va por encima de eso. En este momento para mí es más importante. Esto va a ser temporero y esperamos que en un futuro cercano podamos regresar a la normalidad”, dijo.

Se agrava la vida útil de los vertederos

Cabe destacar que los vertederos se vieron seriamente afectados por los escombros que dejó la emergencia causada por el huracán María (2017), acortando su vida útil y amenazando a la Isla de quedarse sin ellos en un periodo de uno a tres años.

En una entrevista previa con este diario, Carmen Guerrero Pérez, directora de la División del Caribe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), indicó que el huracán generó 12 millones de yardas cúbicas de escombros, cuando en la normalidad se generaban entre cuatro a cinco millones de yardas cúbicas.

Carmen Guerrero Pérez, directora de la División del Caribe de la Agencia de Protección Ambiental.
Carmen Guerrero Pérez, directora de la División del Caribe de la Agencia de Protección Ambiental. (Archivo)

Ante la situación, la EPA alentó a los alcaldes a buscar ayuda con sus programas de reciclaje con el Departamento de Recursos Naturales, agencia que tiene bajo su sombrilla a la Junta de Calidad Ambiental.

En declaraciones escritas indicó que, según la Ley de Conservación y Recuperación de Recursos, su papel en el manejo de los residuos sólidos municipales “es establecer la dirección normativa general, proporcionar los estándares requeridos para proteger la salud humana y el medio ambiente, y proporcionar asistencia técnica a los estados para la planificación y el desarrollo de prácticas sólidas de gestión de residuos”.

“La planificación y la implementación directa de los programas de residuos sólidos siguen siendo funciones estatales y locales. La Junta de Calidad Ambiental de Puerto Rico del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales es responsable del manejo de los desechos sólidos y médicos en Puerto Rico”, sostuvo.

De igual modo, advirtió que muchos de los vertederos no operan con los controles adecuados y por encima de su capacidad razonable de desechos.

“Puerto Rico perdió una cantidad significativa de espacio en los vertederos debido a los escombros generados por la respuesta al desastre, y perderá más espacio a través de la construcción y demolición asociada con la recuperación ante desastres”, dijo la agencia en declaraciones escritas.

“Actualmente, estamos ayudando al gobierno de Puerto Rico con su capacidad para revisar y permitir nuevas celdas de vertedero que cumplan con los requisitos. Se espera que se generen escombros sustanciales adicionales a partir de la demolición de viviendas dañadas, la reconstrucción y el proceso de recuperación. Como tal, estamos trabajando con socios locales y federales para identificar mecanismos para reciclar y encontrar usos beneficiosos de estos materiales de demolición para que no ocupen el espacio limitado de vertedero disponible en Puerto Rico”, indicó.

Mientras, en unas escuetas declaraciones escritas, el designado secretario Recursos Naturales, Rafael Machargo, recordó que “depositar el material reciclable junto a los residuos sólidos destinados a los vertederos acorta su vida útil y puede confundir al pueblo”.

El secretario Recursos Naturales, Rafael Machargo.
El secretario Recursos Naturales, Rafael Machargo. (Archivo)

“Actualmente, la vida útil de la mayoría de los vertederos en Puerto Rico está llegando a su fin. Depositar el material reciclable junto a los residuos sólidos destinados a los vertederos acorta su vida útil y puede confundir al pueblo. Por lo que exhortamos a los municipios y a la ciudadanía a continuar los esfuerzos de reciclaje”, dijo.

En tanto, no se pronunció en cómo la agencia que dirige ayudaría a los municipios a lograr eficiencia en torno al reciclaje.