Un desafío no tener agua en tiempos de COVID-19
Residentes de Río Grande muestran preocupación ante plan de racionamiento de la AAA.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Estar sin servicio de agua potable en tiempos de coronavirus representa un tormento para miles de residentes de Río Grande que enfrentan la problemática de un racionamiento ante la crítica condición de sequía en la que se encuentra la isla y que ha provocado una merma en el caudal de los ríos que suplen la Planta de Filtros El Yunque.
La disminución de lluvias en el municipio costero -donde también habita el más importante bosque pluvial de Puerto Rico- ha obligado a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) a establecer un plan de interrupción de servicio que afecta a 8,000 de los 20,000 abonados que tiene el sistema en esa localización, lo que tiene sumido en un angustioso laberinto a los residentes de unos 20 sectores y barrios del pueblo.
“Entendemos lo de la sequía, pero cuando escuchamos el anuncio en los medios que iban a racionar el agua hacía ya tres días que no teníamos el servicio y eso ha ocurrido así por muchos meses… sobre todo con esta emergencia (del COVID-19) la situación ha sido bien difícil para nosotros porque hay que limpiar más”, dijo doña Carmen Maldonado una anciana de “más de 80 años” que vive junto a su esposo Eliel González en un apartado sector conocido como Camino Los López en el barrio Jiménez, de Río Grande.
La toma de aguas crudas de la planta de filtros El Yunque registró la semana pasada un descenso de 11 pulgadas debido a la falta de precipitación en la región este. Como consecuencia afectó el caudal del Río Espíritu Santo y de la represa ubicada en El Verde que suplen agua a dicha planta. Esto fue lo que provocó el plan de interrupciones programadas por parte de la AAA para los sectores de Río Grande. El escenario se complica pues, según publicó el pasado jueves el Monitor federal de la Sequía, el 90.22 por ciento del territorio boricua está bajo un nivel de sequía.
Pero toda esta crisis ocurre en un periodo en el que las autoridades sanitarias exigen mantener los hábitos de higiene para evitar la propagación del coronavirus, lo que provoca un gran desafío para los que experimentan la interrupción constante del servicio de agua y que han tenido que recurrir a otros malabares para abastecerse del líquido.
“Esto ha sido terrible sobre todo porque hablan de cortar el agua por ocho horas, pero en realidad hay semanas completas que estamos sin el servicio… en mi casa hay botellas de agua por todas partes de la casa. Nos tenemos que preparar como si no fuéramos a contar con el servicio para nada. Lo más irónico es que tengo justo detrás de la casa un río”, relató por su parte Carmen Rosado, quien también recurre a recoger agua de lluvia o del rocío mañanero para utilizarla en las descargas de los baños o para asear la casa.
“Esto del agua se suma a otras carencias que tenemos desde el huracán María (2017) pues aún estamos con postes de luz que no sirven y mira el deterioro de la Carretera”, alertó al mostrar un camino en el que apenas puede transitar un auto debido a lo socavado de la carretera.
Erik Rivera y Doel Miranda, también residentes del barrio Jiménez, explicaron que han tenido que invertir de sus ahorros para tratar de mitigar la crisis de la falta de agua potable.
“Tuve que comprar una cisterna luego del huracán María -que de hecho nos llegó el servicio de agua en febrero de 2018- y ahora tuve que incurrir en gastos adicionales para poder suplir la necesidad ante la falta de servicio… ahora mismo estamos en tiempos de COVID y la necesidad de agua es mayor porque antes llegaba a mi casa en las tardes y noche, mientras que ahora estoy todo el tiempo y el consumo es mayor”, sostuvo Erik.
De otra parte, Doel -propietario de un guesthouse en el lugar- tuvo que contratar por $375 un camión cisterna para que le supliera 600 galones de agua. “Pero, con todo esto voy a tener que comprar cisternas adicionales porque esto es recurrente”, dijo al mostrarse indignado de que el racionamiento afecte a las comunidades pero no los sectores donde están ubicados los hoteles de Río Grande. “Traen agua de otros lados y le suplen a algunos sectores pero no es suficiente para todo el mundo… a las comunidades como nosotros nunca llega”, cuestionó.
En Río Grande los sectores que experimentan desde el fin de semana interrupción diaria del servicio – en un horario de 9:00 de la noche a 5:00 de la mañana- son: Malpica, Vistas de Río Grande 1 y 2, El Verde, Bella Vista, Jiménez, Parcelas Dávila, 3T, Rio Grande Estate, Zarzal, Carola, Hato Candal, Parcelas de Vietnam y Corea, Condominio Berwind State, partes altas de parcelas de Ponderosa, Bartolo, Guzmán Abajo, Costa del Sol y Villa Realidad.
Sin embargo, hay otros sectores que se mantienen con bajas presiones e intermitencia de agua debido al diseño del sistema de distribución y que reciben por gravedad. Estos son: Urbanización Pedregales 1 y 2, urbanización Cambalache, Dolores, Altura de Río Grande, Ponderosa, urbanización Los Arboles, Galateo pueblo, casco urbano, Coco Beach de Río Grande, Palmer, Río Mar, Las Coles, Las Picúas, Villa del Rey, Colinas del Yunque, La Vega y Jardines de Río Grande. La AAA ha advertido que la recuperación del sistema en las mañanas ocurrirá de forma paulatina y en sectores altos podría demorar en llegar más allá de las 5:00 de la mañana.
El racionamiento continuará y hay otros tres sistemas en observación
En entrevista con Primera Hora la directora ejecutiva de la AAA, la ingeniera Doriel Pagán, indicó que el racionamiento en Río Grande continuará y su extensión se evaluará día a día, dependiendo del comportamiento de los caudales de ríos que suplen a las plantas afectadas.
De otra parte, advirtió que hay otras tres plantas de distribución en el área este que están bajo vigilancia y, de no recibir suficiente lluvia en las próximas semanas, podrían iniciar un posible racionamiento. Las plantas bajo la lupa de la AAA son la de Filtros de Humacao (que suple a Las Piedras), la de filtros de Guzmán Arriba (que sirve a abonados en Río Grande) y la planta de Juncos Urbana.
“Esas tres plantas están bajo observación y en las que es posible que se vaya a implantar un plan de racionamiento pues han demostrado una disminución significativa en los caudales”, dijo Pagán.
Además, expresó que es posible que mañana el embalse Carraízo -uno de 10 que hay en la isla- entre en un nivel de alerta amarillo lo que equivale a un “nivel de ajuste operacional”.
“Al momento no hay plan de racionamiento para los clientes que se suplen de Carraízo pero si tuviéramos que llegar a esa decisión lo informaremos oportunamente”, prometió al agregar que en muchas ocasiones el descenso está relacionado a que la gente “sobrealmacena” agua cuando la corporación pública anuncia algún tipo de racionamiento por lo que aconsejó a la ciudadanía a ser prudentes pues esta acción pudiera afectar el servicio de clientes en otras zonas.
El último reporte de los niveles de los embalses indican que el de Cidra, Toa Vaca y Guajataca están en un nivel de observación.
El alcalde reclama atender infraestructura del sistema
Por su parte el alcalde de Río Grande, Ángel Bori González Damudt mostró preocupación por cómo afectará a los residentes la falta de agua, al tiempo que confirmó la denuncia que hicieron los vecinos del barrio Jimenez respecto a que hay sectores del pueblo que “tienen interrupciones a diarios por diferentes circunstancias”.
“Hago un llamado al gobierno porque es el momento de buscar alternativas adicionales porque no es la primera vez…le mencioné a los directivos (de la AAA) que hay desarrolladores trabajando proyectos en Río Grande y hay que exigirles que inviertan en aguas crudas y potables porque con esos proyectos se verán afectadas los servicios a las comunidades… de otra parte, hay que buscar alternativas para que lleguen agua de otras fuentes que no sean esos dos ríos que hoy están viendo afectados sus caudales. Aquí hay más ríos que pudieran ser conectados a los sistemas”, sugirió al mencionar que el “problema de salideros” es otro asunto que debe ser atendido con premura.
“Aquí se prevén cuatro a cinco hoteles en los próximos años y si no hay infraestructura adicional -una nueva- quienes se verán afectados son las comunidades que llevan establecidos muchos años aquí… gente pobre en muchos casos”, reiteró al advertir que hará frente al gobierno para que garantice el bienestar de los 54,000 habitantes de su pueblo.
Mientras, el municipio suplirá de agua a los residentes afectados con unas “barrigas de agua” que se implantarán en los barrios.
Cuestionada sobre la denuncia del alcalde, la director ejecutiva de la AAA reiteró que en la planta de filtros de El Yunque se han invertido “miles de dólares”. “No tengo el número exacto (de inversión) pero se ha utilizado para el sistema de manejo de oxígeno, en filtros y en todo el sistema de la planta”, dijo al aclarar que la situación actual y que provoca el racionamiento de agua no tiene que ver con infraestructura sino con un asunto de falta de precipitación en los ríos “no solo de Río Grande, sino de toda el área este”.