Tribunal ordena remoción y demolición de todas las estructuras en Bahía de Jobos
El foro judicial reconoce el pleno dominio del DRNA sobre la reserva estuarina.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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El tribunal ordenó el desalojo inmediato de ocupantes no autorizados, la remoción de construcciones removibles y bienes muebles, así como la demolición de estructuras no autorizadas de la Reserva Nacional de Investigación Estuarina de Bahía de Jobos en Salinas. Además, reconoció el pleno dominio del DRNA sobre los terrenos de la finca número 5791, actual finca número 14269, adquirida en 1982 del “Aguirre’s Share Holder’s Liquidating Trust”, con fondos de la NOAA.
La secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, Anaís Rodríguez Vega, catalogó la determinación como una victoria legal significativa en la lucha por la conservación de la Reserva Nacional de Investigación Estuarina de Bahía de Jobos, en Salinas. Esta decisión judicial culmina el esfuerzo continuo del DRNA para desalojar a los invasores y restaurar los terrenos a su estado natural.
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“Este fallo no solo es una victoria para el DRNA, sino también para el pueblo de Puerto Rico. Refleja nuestro compromiso inquebrantable con la justicia ambiental y la defensa del dominio público sobre nuestros recursos naturales más preciados,” afirmó la jefa de las agencias ambientales.
Desde su adquisición, la reserva se ha administrado en cooperación con la NOAA para proteger su biodiversidad, incluyendo especies en peligro como la mariquita de Puerto Rico, el pelícano pardo, el carey de concha y el manatí, este último con la población más grande de la isla en esa zona.
“El proceso judicial subraya la responsabilidad de la agencia en el ejercicio del uso y disfrute de los terrenos de la reserva y establece un precedente crucial para futuros esfuerzos de conservación. La proliferación de construcciones y obras ilegales ha fragmentado el ecosistema de manglares de la reserva, reduciendo el hábitat para especies cruciales y debilitando barreras naturales contra fenómenos como marejadas ciclónicas y el aumento del nivel del mar. Esta decisión es un paso decisivo para revertir estos daños y fortalecer la primera línea de defensa contra los impactos del cambio climático”, agregó Rodríguez Vega.
La funcionaria hizo un llamado a la comunidad para mantener la vigilancia y apoyar las iniciativas de conservación del DRNA.