Tranque entre grupos científicos y económicos sobre orden ejecutiva que inicia el sábado
Comerciantes abogan por dejar el panorama actual, mientras científicos aluden a que ha habido un aumento sustancial de contagios y se debe retroceder un paso con nuevas restricciones.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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A solo días de que la gobernadora Wanda Vázquez Garced se pronuncié sobre las disposiciones que regirán la nueva orden ejecutiva -cuyo propósito es implantar medidas para desacelerar los contagios de COVID-19 en Puerto Rico-, parece asomarse un tranque entre los grupos científicos y económicos quienes deben entregar al gobierno sus recomendaciones antes del viernes.
Mientras el grupo asesor económico se inclina a sugerir a la Primera Ejecutiva extender por un mes adicional la actual orden ejecutiva de manera que no se laceren las ya “maltrechas” ventas del comercio al detal, la recomendación del sector médico están dirigidas a que se impongan más restricciones que ayuden a contener el “aumento sustancial” en contagios al virus que han surgido en la isla durante las últimas semanas, periodo en el que también ha habido un alza en la tasa de positividad y en el total de casos activos.
El domingo Vázquez Garced dijo que no ha decidido qué acciones se tomarán en la próxima orden ejecutiva, al tiempo que aseguró que el gobierno se mantiene “monitoreando todos los días el proceso” y que “no quisiera tomar medidas más restrictivas, pero si es la única alternativa porque a nuestra gente hay que protegerla, nosotros no tendremos ningún inconveniente en hacerlo y lo haremos”.
Por su parte, el secretario de Salud, reconoció el aumento en casos e incluso dijo estar vigilante al hecho de que se están registrando entre cinco a siete muertes diarias a causa del virus, pero indicó que esperaría por las recomendaciones de los grupos científicos y económicos para hacer un mejor análisis. Auguró, además, que para finales de año la cifra de fallecimientos en Puerto Rico pudiera alcanzar los 1,300 casos. Mientras tanto, González sostuvo que la agencia está encaminada en fortalecer el plan de logística de vacunación, para cuando la vacuna de COVID esté disponible para los puertorriqueños y se dará enfasis particular en estos meses a las pruebas masivas de antígenos, una iniciativa que comenzó hace un par de semanas y se extenderá por toda la isla con una pretensión del alcance de 400,000 pruebas diagnósticas.
Primera Hora conversó con portavoces de ambos grupos a cuatro días de que entren en vigor las nuevas medidas de salud y seguridad del gobierno, las cuales están supuestas a implementarse a partir del sábado 14 de noviembre.
Según el doctor José Rodríguez Orengo, director del Puerto Rico Public Health Trust y miembro del grupo científico que hace recomendaciones al Departamento de Salud y a la gobernadora, el escenario actual que se percibe en Puerto Rico respecto al coronavirus es “preocupante”.
El Puerto Rico Public Health Trust es la entidad encargada de llevar un sistema de monitoreo que es utilizada como herramienta por el gobierno a la hora de determinar aperturas o cierres. Ese índice de riesgo ubica a a Puerto Rico desde el pasado 5 de noviembre en un nivel de alerta naranja, lo que indica que se deben tomar medidas de salud pública restrictivas para controlar la epidemia. En octubre el nivel de alerta era uno “medio” o amarillo lo que indicaba que había que estar vigilantes al desarrollo del virus.
Según Rodríguez Orengo, el monitoreo se lleva a cabo considerando cuatro indicadores: positividad del virus, la tasa de casos activos, el número de transmisión y la disponibilidad de camas de unidades de intensivo. Los niveles de los primeros tres renglones, según el científico, han aumentado considerablemente en las últimas cuatro semanas y el futuro luce desalentador.
A modo de ejemplo, dijo que para el 4 de octubre la tasa de positividad del virus en la isla era de 6.3% y, actualmente, está rozando el 10%. “Ya cuando llega o pasa de 10% es un nivel crítico”, sostuvo.
Mientras, el total de casos activos -que hace un mes estaban en 115 por cada 100,000 habitantes- aumentó a 183 por cada 100,000 habitantes.
“Para explicarlo mejor podemos decir que para el 4 de octubre habían 3,457 personas infectadas y ahora mismo estamos sobrepasando la cantidad de 6,000 casos activos. Eso es un aumento sustancial”, reiteró.
Mientras, el número de transmisión aumentó de .89 a 1.21. Este renglón mide la posibilidad de transmitir el virus que tiene un paciente positivo. La meta saludable en esta cifra debería ser por debajo de 1.
Asimismo, Rodríguez Orengo dijo que aunque la disponibilidad de camas de intensivo se mantuvo estable en un 37% (240 camas), se está observando seriamente las repercusiones que pudiera tener el aumento exponencial de casos positivos que hubo en octubre, un mes en el que se rompió récord con 11,402 contagios registrados en el BioPortal de Salud. En lo que va de noviembre se han diagnosticado a 1,100 personas con el virus. Mientras, 24 personas han fallecido a causa de la enfermedad.
“Lo que vamos a evaluar en estos días es porqué si hubo más contagios, no hubo más pacientes con COVID en las unidades de intensivo… ese número se mantuvo estable… son factores bajo evaluación”, indicó.
Dijo que el alza en contagios no ha llegado a su pico y que el pronóstico es que continuará en aumento en las próximas dos semanas. Por eso la recomendación del grupo científico se inclina a que hayan más restricciones a nivel de orden ejecutiva.
“Puerto Rico está rojo en el mapa… y es de COVID. Tenemos 62 municipios con una tasa de positividad de sobre un 10% y el índice de riesgo en general, con esos factores de positividad y de casos activos, nos tienen un poco desconcertados… y aunque los fallecimientos disminuyeron el pasado mes, sí se está viendo lentamente ahora un aumento. En ese sentido, como salubrista, tenemos que estar en ese marco conservador y sugerir que tenemos que detenernos y, tal vez, dar un paso para atrás. ¿Cuán atrás? Eso es algo que debemos discutir porque sabemos que hay una situación crítica con los comerciantes. Lo que sí puedo decir es que para el frente no nos vamos a mover para nada”, explicó en referencia a que no se debe dar paso a ningún tipo de apertura adicional.
Manifestó que están a la espera de una información que debe proveer el Sistema Municipal de Investigación y Rastreo de Contactos para evaluar en qué tipo de comercios, si alguno, se pudieran estar dando contagios. “Si en otros lugares se ve que en los restaurantes y barras se están dando contagios por qué debemos pensar que aquí somos diferentes… tendríamos que mirarlo por ahí”, explicó al indicar que antes del viernes deben haber entregado las recomendaciones finales al gobierno.
El último informe del Departamento de Salud reportó que el total de casos confirmados a COVID en Puerto Rico son de 38,474, mientras que los sospechosos suman 34,279. El total de fallecimientos es de 882. Más del 80% de las muertes ocurridas son en personas mayores a 60 años. Mientras las hospitalizaciones de pacientes con el novel coronavirus hasta el 8 de noviembre eran de 544 y los adultos en intensivo alcanzaban 70. De estos, 59 estaban conectados a un ventilador.
Por su parte, Iván Báez, presidente de la Asociacion de Comercio al Detal de Puerto Rico (ACDET), dijo que el consenso dentro del Task Force Económico es sugerir que la actual orden ejecutiva se extienda por un mes adicional.
“Que se quede tal como está… los comercios estamos haciendo nuestra parte con los procesos de vigilancia y no hemos bajado la guardia en cuanto a los protocolos del COVID. Se está cumpliendo con lo del uso de mascarillas, el distanciamiento físico y la higienización constante”, acotó.
Aseguró que los comercios al detal han visto una reducción de un 14% en ventas y las esperanzas están puestas en recuperar parte de lo perdido durante las ventas generadas entre noviembre y diciembre.
Mencionó por ejemplo, que las tradicionales Ventas del Madrugador cambiaron por completo la dinámica y se están
fomentando eventos especiales durante todo el mes de manera que se garanticen especiales durante la temporada y así evitar aglomeraciones en las tiendas. “Tenemos ventas por internet con delivery en las tiendas y otras medidas de prevención que garantizan seguridad a los clientes y a los empleados”, sostuvo.
Por su parte, Jesús Vázquez, presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), está esperanzado de que no haya cambios perjudiciales para los pequeños y medianos comerciantes.
“Ahora mismo no se ha vislumbrado ni se ha escuchado de cambios negativos o que vuelvan a echar hacia atrás con las restricciones como era antes. Dentro de lo malo es es bueno porque no se vislumbran cierres”, indicó.
Especificó que sí han levantado preocupación en las reuniones sobre el efecto que tendrá en las cifras de contagios las aglomeraciones que hubo en los eventos políticos y el día de las elecciones generales, el pasado 3 de noviembre.
“Ese repunte se va a notar en dos semanas y queremos que todo el mundo esté consciente de lo que se aproxima para el país y que no queremos que nos culpen a los comerciantes de lo que va a pasar. No queremos pagar los platos rotos de otras personas y de otros eventos con los que no tuvimos nada que ver”, advirtió.
El líder de los comerciantes dijo que nuevas restricciones para el sector implicaría el cierre de negocios.
“Durante la pandemia se ha perdido el 8% de los negocios en Puerto Rico. Estamso hablando de más de 1,000 negocios que lamentablemente tuvieron que cerrar… nuevas restricciones sería volver a ese escenario justo en el momento en que muchos comerciantes han aumentado sus inventarios. Eso sería muy triste para el comercio local que es el que realmente estímula la economía de Puerto Rico”, dijo al mencionar que se estima que en la isla hay entre 65,000 a 80,000 pequeños y medianos comerciantes.
“De hecho, yo creo que se deben dar la oportunidad de operar con un 75% de capacidad de ocupación a los que, actualmente, están en 55%. Nosotros podemos cumplir con todos los requerimientos de salud y seguridad de OSHA y el que no cumpla se le castiga. Pero que no nos castiguen a todos por culpa de dos o tres”, expresó Vázquez.
Por su parte, Bianca Valdés, candidata doctoral en Inmunología y codirectora de la Iniciativa de Política Pública Científica (PR-SPAN), coincide en que urge tomar medidas restrictivas para contener los contagios de coronavirus en la isla.
“Definitivamente, la orden ejecutiva actual como está no está teniendo efectos beneficiosos para contener el virus. Tiene que haber más restricciones regresando a una fase 2”, dijo Valdés.
Explicó que una fase 2 implicaría limitar a un 25% la ocupación de restaurantes y centros comerciales y ordenar el cierre de gimnasios, casinos y otros comercios que propicien aglomeración en ambientes cerrados.
La actual orden ejecutiva entró en vigor el 16 de octubre con vigencia de cuatro semanas, por lo que culmina este viernes 13 de noviembre.
Al momento, hay un toque de queda de 10:00 de la noche a 5:00 de la mañana. Los establecimientos comerciales y restaurantes están autorizados a operar con un 55% de ocupación. Mientras, los casinos, cines, gimnasios- pueden operar con un 30% de ocupación. Este restricción aplica también a las piscinas de hoteles y de complejos de vivienda. Mientras, la actual orden dio paso a la operación de servicios de transporte colectivo: guaguas de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) y el Tren Urbano.