Nueva York. La agencia de noticias The Associated Press informó este martes que ya no publicará los nombres de las personas acusadas de delitos menores.

La decisión surge porque existe la preocupación de que esas historias puedan tener efectos duraderos y dañinos en internet, lo cual puede dificultar que la gente continúe con sus vidas.

Al hacerlo, la AP —una de las organizaciones de noticias más grandes del mundo— se ha metido en un debate en torno a un tema que no era de preocupación antes de que existieran los buscadores en Internet, cuando la búsqueda de información sobre personas a menudo requería revisar recortes de periódicos amarillentos.

Frecuentemente, la AP publica una historia pequeña, por ejemplo sobre una persona detenida por desnudarse y bailar ebria en un bar, que tiene cierto interés momentáneo a nivel regional e incluso a nivel nacional, y será olvidada al día siguiente.

Pero el nombre de la persona detenida estará para siempre en internet, incluso si los cargos son retirados o si la persona es absuelta, comentó John Daniszewski, vicepresidente de estándares de la AP. Y puede perjudicar las posibilidades para que esa persona encuentre un empleo, se una a un club o se postule para algún cargo años después.

La AP, en una directriz enviada a sus periodistas de todo Estados Unidos, señaló que ya no nombrará a los sospechosos ni publicará imágenes de ellos en historias breves sobre delitos menores cuando haya pocas probabilidades de que la agencia cubra el caso más allá del arresto inicial.

La identidad de la persona no suele ser noticia más allá de las comunidades locales, comentó Daniszewski.

La AP dijo que tampoco incluirá los vínculos a notas de periódicos o televisoras locales sobre ese tipo de incidentes donde se pudiera haber utilizado el nombre o la fotografía de la persona. La AP tampoco hará historias que estén motivadas por fotografías policiales embarazosas.

La nueva política no se implementará para los delitos graves, como aquellos que involucren violencia o abuso de la confianza pública, ni los casos de un fugitivo de la justicia.

“Como líder en la industria de noticias, el que la AP realice este cambio va a tener un efecto dominó y provocará que algunas organizaciones que no tienen esto en su radar ahora mismo hagan un alto y revisen estas prácticas”, dijo Deborah Dwyer, una estudiante de doctorado que investiga el asunto y opera el sitio web unpublishingthenews.com.

Varias organizaciones ya lo están haciendo, motivadas en parte por solicitudes de personas cuyo tiempo en las noticias se ha mantenido vivo gracias a Internet.

The Boston Globe, por ejemplo, anunció a principios del año un proceso de apelaciones en el que consideraría, caso por caso, eliminar historias viejas de sus archivos. Vinculó su anuncio a una revisión de las políticas motivada por una reconsideración racial.

“No estamos en el negocio de reescribir el pasado, pero no queremos interponernos en el camino de la capacidad de una persona para crear su futuro”, señaló el periódico en su anuncio.

En respuesta, el columnista Nicholas Goldberg de Los Angeles Times escribió en febrero que las organizaciones de noticias “no deberían de jugar con la historia”.

“Tratar de reescribir el pasado, o incluso intentar esconder lo que ya se ha reportado, es casi siempre un error”, señaló.