Tampoco cuentan con cámaras de seguridad ni herramientas para operar y, por si fuera poco, los portones de la institución principal están casi en el piso, dejando a la población penal campeando por el lugar. 

El complejo carcelario es el más grande de Puerto Rico y el Caribe, con 13 estructuras que albergan reclusos de diferentes niveles, por eso se le llama “el monstruo verde”; aunque en los últimos años han cerrado algunas áreas y otras que van por el mismo camino.

Mas la crisis laboral que experimentan cientos de oficiales de custodia los ha puesto contra la pared, doblando turnos constantemente y ejerciendo roles que no están en su hoja de deberes.

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El caos se acentuó hace varias semanas cuando uno de los guardias penales fue agredido por un confinado de máxima seguridad; un golpe que le causó la muerte casi dos días después del confuso incidente.

“Ese es el pan de cada día, las amenazas constantemente hacia nosotros y obviamente los presos no nos ven con buenos ojos. Nos ven con buenos ojos cuando se forma una reyerta entre ellos por problemas de bandos internos que son filtrados y nosotros le salvamos la vida, pero hasta que no pase eso, nosotros somos los negativos hacia ellos”, expresó el guardia penal Miguel A. Torres Romero.

“Aquí han sangrado bastante la seguridad, pues al oficial lo sacan de sus deberes y funciones para hacer trabajos administrativos, como trabajos de civiles en oficina y esos destaques que hay dentro de la agencia. Nuestro deber es velar vidas y propiedades y garantizar unos servicios que son requeridos por la demanda Morales Feliciano, en beneficio del confinado”, destacó Torres Romero quien labora en el Departamento de Corrección y Rehabilitación hace 27 años.

El oficial de corrección tildó las condiciones de trabajo en la cárcel de Ponce como infrahumanas, al no contar con el equipo requerido para evitar incluso el contagio de enfermedades.

“Trabajar en un ambiente que crea una fatiga laboral, que está en riesgo uno todos los días, no porque uno puede ser agredido por un confinado, también puede estar en riesgo la salud porque hay presos que tienen diferentes condiciones de salud contagiosas y a nosotros nos tienen desprovistos de equipo”, denunció el también coordinador y delegado Alianza Correccional Unida.

“No tan solo nos exponen a nosotros a un contagio sino también a nuestras familias que están ajenos a todo eso en nuestros hogares. Después que estamos trabajando en esas condiciones infrahumanas y exponiendo nuestras vidas al día a día, también tener que conformarnos con un retiro de 33% y el costo de vida sigue aumentando, ya basta de abusos”, subrayó.

Sin embargo, los guardias penales continúan realizando su trabajo, a pesar de que muchas veces no hay relevo y deben cubrir varias bases.

“Estamos doblando turnos con mucha frecuencia y que le den gracias a Dios que el oficial de turno está bien comprometido ya que están pagando las horas extra, cosa que no se hacía hace varios años. Los guardias doblan y van a pesar de que están por debajo por falta de personal, creando una fatiga laboral al oficial”, sostuvo.

“La agencia desarticuló completamente las unidades de arrestos de Ponce, pero sin embargo dejaron las brigadas de ornato que eso no tiene nada que ver con la OP-16 (hoja de deberes y funciones), pero como es un negocio para la agencia, pues se le ve la costura”, apuntó.

De otra parte, Torres Romero enumeró los problemas que tienen las estructuras que conforman el complejo correccional de Ponce. 

“Ahí carecemos de alumbrado, en la Máxima no hay elevadores porque están dañados, hay filtraciones, liqueo, poca iluminación y cuando uno tiene que trabajar de noche usa un ‘flashligth’ para poder visualizar dentro de todas las celdas. Falta equipo, personal, cámaras, vehículos para garantizar las diferentes rutas que están en condiciones críticas, vehículos para garantizar las rondas perimetrales ya que eliminaron las torres”, dijo.

“En Ponce Main, una de las más antiguas, los portones de la población penal fase 4 y fase 5 eso está prácticamente como un residencial, cada cual campea por la libre comunidad, allí no hay seguridad ninguna”, denunció.