Suspensión de operaciones en Suiza Dairy: Un “duro golpe” para la zona noroeste
La decisión dejó a 117 empleados cesanteados.
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El alcalde de Isabela, Miguel Méndez Pérez, calificó la suspensión de operaciones en la planta de Suiza Dairy ubicada en el municipio vecino de Aguadilla, como un “duro golpe” para la economía de la zona noroeste, una paralización que afecta a 117 empleados.
Según dijo ayer Pablo Vallejo Ruiz, gerente general de Suiza Dairy, la Oficina para la Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL) redujo el suministro de leche cruda, lo que afectó su producción de yogur y leche UHT, entre otros productos.
“Para nosotros en Isabela esta determinación es un duro golpe para la economía de la zona porque aparte de los asalariados de la planta, están los productores de leche y sus empleados, suplidores, agrocentros y todo el ecosistema económico relacionado”, señaló el alcalde en declaraciones escritas.
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“De ordinario, cuando surgen estas situaciones, se activa el personal del Departamento del Trabajo, y al momento no hemos tenido noticias del plan de acción y esperamos que el mismo se haga realidad cuanto antes. Mi solicitud al gobierno saliente de Pedro Pierluisi y entrante de Jenniffer González es que pongan todo el empeño y los recursos disponibles para que la industria lechera puertorriqueña no siga perdiendo”, añadió.
Méndez Pérez mencionó que al momento hay una demanda federal de Suiza Dairy contra la ORIL.
“Nuestro llamado es a que tanto el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, como el Departamento de Agricultura hagan todo lo humanamente posible. Ahora que se están llevando vistas de transición de un gobierno a otro, es momento de atender este caso. Por parte del Municipio de Isabela, en lo que podamos colaborar estamos disponibles”, sostuvo el alcalde.
Suiza Dairy descartó que se trate del cierre definitivo de la empresa en la Isla, mientras dejó abierta la posibilidad de retomar las labores en caso de que se solucione la situación del suministro.
Suiza Dairy enfrentó en junio pasado una huelga de empleados cobijados por la Central General de Trabajadores, quienes reclamaban un aumento en la aportación patronal del plan médico de $500 a $625.
La compañía dijo que no contaban con el dinero, debido a que el gobierno le adeudaba fondos y el Departamento de Agricultura no le permitió aumentar el precio de la leche en 14 centavos, entre otras medidas que propusieron.
La huelga provocó el cierre de su planta principal en San Juan.