Solo seis municipios tienen una positividad baja de COVID-19
Comunidad científica advierte al Gobierno que debe apretar restricciones para evitar una nueva crisis en la Isla.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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El lobo se acerca y no es relajo. El aumento en casos de COVID-19 durante los últimos 14 días va un desenfreno preocupante que puede generar un retroceso peligroso en los esfuerzos promulgados por el Gobierno para contener el virus en Puerto Rico, por lo que el llamado de los científicos al gobernador Pedro Pierluisi es que vuelva a restringir algunas áreas en lo que el ambiente se estabiliza.
Aun cuando el plan de vacunación ha ido avanzando en las últimas semanas, con un 13.8% de la población totalmente vacunada, la liberación de restricciones y un falso sentido de seguridad ha provocado que la ciudadanía haya bajado la guardia en los aspectos de prevención a través del uso de mascarillas, las medidas de higienización y el distanciamiento físico.
Así lo evidencian las cifras ofrecidas por el Departamento de Salud en los pasados días y el análisis de datos que realizan organizaciones como el Puerto Rico Public Health Trust, donde hasta anoche 72 de los 78 pueblos de la Isla tenían una positividad por encima del 5% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). De estos 72 municipios, 28 están en un nivel rojo con más de un 10% de positividad del virus, según el registro de muestras moleculares. Solo seis pueblos (Culebra, Fajardo, San Germán, Ponce, Patillas y Salinas) mantenían un nivel satisfactorio de menos de un 5% de positividad.
Estas cifras colocan a Puerto Rico en un riesgo “sustancial” frente al novel coronavirus, lo que implica que entre las estrategias de intervención (no farmacéuticas) deben haber órdenes de quedarse en casa si no hay un sistema robusto de muestreo del virus y rastreo de contactos. En la Isla existe el Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos de Puerto Rico (SMICRC), pero no existe un Sistema Epidemiológico Molecular para monitorear el genoma de nuevas mutaciones que ya circulan en transmisión comunitaria. A la fecha se han dectectado las variantes británica (B.1.1.7), la de California (B.1.429) y una de las variantes de Brasil (P.2). Sin embargo, los descubrimientos se han dado a conocer más de 3 semanas después de que la persona haya sido diagnosticada lo que resulta extremadamente tardío a la hora de investigar y rastrear el caso para evitar otras infecciones. Cabe destacar que dos de las tres vacunas disponibles en Puerto Rico (Pfizer y Moderna) evade parcialmente a la variante P.2. En el caso de la variante de Sudáfrica (B.1.351) no logra neutralizarla. La efectividad de la vacuna de Janssen con las nuevas variantes están bajo estudio.
Mientras, según el informe diario sobre COVID-19 que realiza la Coalición Científica de Puerto Rico, creada por el gobernador Pedro Pierluisi para que brinde asesoría al gobierno respecto a posibles reaperturas o cierres a fin de contener el virus, la tasa de positividad (a base de pruebas realizadas) es de un 10.8%. Para mediados de marzo esa cifra era de un 4.7%. Mientras el último reporte de Salud indicaba 257 hospitalizaciones con 56 personas en unidades de cuidando intensivo. Hace dos semanas se registraron 120 hospitalizaciones y 17 personas en intensivo.
El neumólogo Luis Nieves Garrastegui, atestigua el alza que ha habido de casos en los hospitales durante los últimos días. Ha destacado en redes sociales que las pruebas positivias están “otra vez al nivel de enero” y que “lo que logramos se está perdiendo”.
“Puerto Rico está bajando la guardia y esto ocurrió desde antes de Semana Santa. Esto viene de más atrás... al nivel que estamos en números es como haber vuelto a enero. Y a este paso vamos a caer de nuevo en una crisis con una nueva oleada de casos”, advirtió.
Dijo que los médicos se reúnen o envían mensajes constantemente para intercambiar impresiones sobre el desarrollo del virus en la Isla y están preocupados por el desenlace que habrá en dos semanas, con el efecto de las aglomeraciones ocurridas en los pasados días.
Mencionó, por ejemplo que hay que poner atención al hecho de que las unidades que se habían destinado exclusivamente para atender a pacientes de COVID se desintegraron cuando los casos disminuyeron y esas camas están actualmente ocupadas por personas con enfermedades crónicas que se agravaron por falta de atención médica durante la pandemia.
“Ahora mismo pudiera tener 10 camas de intensivo con un paciente de COVID y las otras, todas, están ocupadas con pacientes que tienen otras enfermedades. Si me llegan de momento pacientes de COVID tenemos el problema de tener que rehabilitar áreas completas para el virus y eso requiere una logística”, dispuso.
Otro asunto en discusión es que están llegando pacientes “más jóvenes” graves. Ahoras los veíamos de 65 en adelante. Ahora llegan de 55... también tenemos pacientes que se pusieron una dosis de la vacuna o la dosis de Janssen y se confiaron y no se cuidaron. Recuerden que el 90% de la eficacia es 14 días después de la última dosis. Y no significa que no te vas a enfermar, sino que les dará más leve. Pero tienen que seguir cuidándose”, sostuvo Nieves Garrastegui.
Como médico, la recomendación que hace el neumólogo al gobierno es retornar a algunas medidas restrictivas para la próxima orden ejecutiva, la cual debe ser anunciada entre jueves y viernes por el gobernador.
“Ser un poco más estrictos con el toque de queda y la ley seca evitaría aglomeraciones y ahí es donde están los contagios... estamos en lo que yo llamo la “tormenta perfecta’ pues está la liberación de restricciones, se ha bajado la guardia, las variantes están llegando y hay un retraso en la vacunación. Esas cuatro cosas se unen y provocan la tormenta perfecta para que haya un crisis como la que hay en Italia o Inglaterra que tuvieron que volver a restricciones”, subrayó.
La actual orden ejecutiva, que está vigente hasta el próximo lunes 11 de abril, mantiene el toque de queda desde las 12:00. a.m. hasta las 5:00 a.m. y la apertura de los establecimientos comerciales y restaurantes hasta las 11:00 p.m. Los comercios, restaurantes y cines están autorizados a operar con un 50% de capacidad.
Además, se permitió la reapertura de teatros en un 30 por ciento, sujeto al cumplimiento de un protocolo aprobado por el Departamento de Salud. Los coliseos y lugares para eventos más amplios no estarán autorizados en esta orden, cónsono con la directriz del gobernador de no permitir las aglomeraciones.
Por su parte, el gerente de investigaciones del Puerto Rico Public Health Trust y miembro de la Coalición Científica, Marcos López, resaltó que “desafortunadamente todo el trabajo que se había logrado hasta marzo se está perdiendo y, ante este crecimiento vertiginoso de los últimos días hay que tomar algunas restricciones para parar los contagios”.
“El problema que tenemos es que, sí tenemos vacunación, pero también tenemos la presencia de unas variantes cuya propagación va más rápido que la inmunización que se pueda lograr con la vacunación”, precisó al recordar que la eficacia de las vacunas mediante la producción de anticuerpos se empieza a detectar dos semanas después de la última dosis requerida.
“Es importante reconocer que esta batalla ahora es contra el COVID, pero con varios apellidos debido a las variantes que hay. Ese es el desafío mayor. Por eso urge que haya un sistema de vigilancia epidemiológica molecular. Esto es algo que Salud debe incluir lo más pronto posible. Hay que hacerlo ya, porque así no vamos a poder salir de esto y se puede afectar el proceso de llegar a la inmunidad de rebaño que queremos”, puntualizó.
Precisamente, la Coalición hizo unas recomendaciones de emergencia para mitigar el crecimiento de casos de COVID, ante el repunte significativo de contagios observados durante las pasadas semanas.
“Los casos positivos, las hospitalizaciones y los casos de intensivo se han duplicado en las pasadas dos semanas. Este patrón predice que, desafortunadamente, veremos un aumento en las muertes la semana que viene. De continuar este patrón preocupante, a finales de abril estimamos que podría haber sobre 1,600 casos al día, y sobre 16 muertes al día. Serían los peores números vistos durante toda la pandemia. Podemos evitar este escenario si implementamos lo antes posible medidas de precaución” mencionó el doctor Rafael Irizarry, miembro del ente.
Por su parte, el director ejecutivo del Puerto Rico Public Health Trust, José Rodríguez Orengo dijo que “sería triste ver como estando tan cerca de la meta para erradicar la pandemia en Puerto Rico, nos ahoguemos en la orilla”.
La Coalición Científica ofreció recomendaciones en consenso, que incluyen que se refuercen las restricciones a través de las siguientes medidas: limitar a un máximo de seis comensales por mesa y exigir al menos 6 pies de distanciamiento entre mesas en los restaurantes; hacer valer estrictamente las restricciones en lugares cerrados, como centros comerciales, aumentando el cernimiento y promoviendo las prácticas sobre el máximo de capacidad permitida; y extender el horario de la ley seca y el toque de queda temporeramente, con el propósito de limitar las aglomeraciones, disminuir la movilidad y mantener el uso efectivo de los recursos de fiscalización. Además, promueven que se expandan las campañas educativas de comportamiento social, incluyendo el orientar sobre el riesgo asociados a viajes y exhortar al público limitar viajes a asuntos esenciales. Además, instan a que se haga hincapié en la importancia de realizarse las pruebas diagnósticas cuando se presentan síntomas o contactos y mantener el uso de mascarilla en todo momento, aunque estén vacunados.
El último informe del Departamento de Salud indica que se han detectado en Puerto Rico 99,387 casos positivos de COVID y 10,020 probables. Al momento, 2,126 personas han fallecido.
De otra parte, se han recibido en la Isla 1,393,820 dosis. De estas se han ditribuido 1,374,236 y se han administrado 1,055,424. En cambio, la agencia aclara que hay una estimación de 318,812 dosis adminsitradas en espera de ser registradas en el Puerto Rico Electronic Immunization System (PREIS). Se estima que 380,729 personas han recibido la serie de dosis requeridas.