Se estima que en Puerto Rico hay una escasez de unos 250 medicamentos, en su mayoría productos de oncología, antibióticos y fármacos para el tratamiento de la salud mental, lo que deja en evidencia un “alarmante” problema de salud pública.

El panorama representa una crisis que tiene en alerta  a varias agencias, entre ellas al Colegio de Farmacéuticos, al Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) y a la Oficina del Procurador de la Salud, las cuales aunan esfuerzos para tratar de solucionar el problema que se manifiesta también en Estados Unidos. De hecho, en octubre pasado, el presidente Barack Obama firmó una orden ejecutiva en la que instruye a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) a atender con premura el asunto y utilizar sus facultades en ley para tratar de resolver las demoras y los problemas de distribución en el mercado de los medicamentos en escasez.

Aquí en la Isla, la preocupación es similar, en especial por el  riesgo  que representa para la salud el que los profesionales se vean obligados a recurrir a racionar o alterar los tratamientos.

Así lo explicó a Primera Hora el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Héctor Rodríguez, al aclarar que el poco abasto en ciertos medicamentos “se viene arrastrando desde hace cinco años”.

“Definitivamente, es alarmante y es un arrastre que vamos llevando hace años y, lamentablemente, no ha mejorado como se suponía, con la orden ejecutiva del Presidente”, dijo Rodríguez.

El peligro detrás de este escenario, explicó Rodríguez, es que “si no tenemos el medicamento, desde el punto de vista hospitalario, que es el más crítico, hay que buscar otras alternativas de tratamiento, las cuales resultan más costosas”.

 “Te diría que los pacientes oncológicos son los más que están sufriendo en esta situación, al igual que los cardiovasculares”, agregó preocupado el farmacéutico.

De hecho, hace unos días trascendió la preocupación de un grupo de profesionales de la salud ante la escasez de medicamentos para los niños que padecen de leucemia linfocítica, un tipo de cáncer que afecta mayormente a pequeños entre los dos y cinco años de edad.

Daco en acción

Precisamente, ayer, el secretario del DACO, Luis Rivera Marín, anunció que firmó una orden administrativa en la cual les exigirá a los mayoristas y distribuidores de medicamentos en la Isla rendir un informe de las medicinas en escasez, esto a fin de evitar que las personas que requieran estos fármacos no dejen de recibir su tratamiento o se vean obligados a pagar precios “excesivamente”  altos por ellos. Para este fin,  todos los viernes se detallarán los medicamentos en escasez o agotados  en la página www.daco.gobierno.pr.

“Lo que no queremos es que los medicamentos que se supone que lleguen a la Isla sean enviados a otras jurisdicciones dejando desprovistos a los pacientes de aquí”, dijo el Secretario al explicar que la raíz del problema que tiene en vela al Gobierno  son los controles de calidad que se les exige a las compañías que hacen los medicamentos, lo que en muchas ocasiones provocan que se paralice la producción de fármacos. A esto se suma también el cierre de algunas manufactureras.

“Con la firma de esta orden, estamos protegiendo a nuestros consumidores y estableciendo un programa de prevención ante la escasez de algún medicamento”, agregó quien cuenta con el apoyo del procurador de la Salud, Carlos Mellado.

Será a través de la Oficina del Procurador que se orientará  a los pacientes sobre otras alternativas de tratamiento y sobre los precios en los que deben fluctuar los medicamentos que se les ofrezcan –bajo determinación médica– en caso de que el recetado no esté disponible.

Rivera Marín advirtió que quienes no cumplan con las disposiciones de la orden administrativa se exponen a multas de hasta $10,000.