Silverio Pérez se expresó dolido al enterarse de que el Municipio de Canóvanas le dedicó un parque a una figura que se dedicó en parte a perseguir a personas del mundo de la cultura.

En entrevista en Radio Isla, Pérez dijo que la dedicatoria del parque, que recibirá una inversión de $300,000 a Ángel Pérez Casillas, ocurre en momentos que el país está “en carne viva” y sangrando”.

“Siento que estoy muy sensible en estos días, cosa que no me había pasado con otros espectáculos porque estoy reviviendo canciones que significaron mucho en ciertas etapas de mi vida… entonces por otro lado tienes el país en carne viva, y este mañana cuando estoy repasando una de esas canciones que tiene que ver mucho con esa intensidad de los años setenta, me entero que le van a dedicar un parque a una persona que aparece en mi carpeta dando órdenes para que se persigan artistas y personas de la cultura como Ángel Pérez Casillas”, cuestionó Pérez.

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El término carpeta alude a la práctica ya prohibida por ley de mantener expedientes y perseguir a personas por su ideología política, como se hizo por años en la policía.

“¿Cómo tú haces un espectáculo en el que tú tienes que tener todos tus sentidos en la parte artista cuando le país esta sangrando”, reflexionó Pérez.

El animador, cantante y autor de libros se encontraba promocionando su espectáculo “Trayectoria” que se presenta este fin de semana y el domingo 29 de septiembre en el Centro de Bellas Artes de Santurce.

La designación del parque ha sido una decisión que ha generado muchas reacciones y la alcaldesa de Canóvanas, Lorna Soto, ha defendido hoy su decisión de dedicarle el parque a Pérez Casillas y llamó a sus detractores como hipócritas.

Ángel Pérez Casillas fue jefe de la polémica División de Inteligencia de la Policía, a la que se le atribuye el carpeteo y persecución de miles de personas por sus ideales políticos.  Además, fue acusado a nivel estatal y federal en relación a las muertes de Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví en el Cerro Maravilla en 1978, aunque solo fue convicto a nivel federal por perjurio a seis años de cárcel. El caso del Cerro Maravilla llevó al desaforo de abogados, a la condena de cárcel de policías, es asociado a un encubrimiento a nivel federal y estatal, a varias decisiones que sentaron jurisprudencia en el Tribunal Supremo, y algunos años después de que el pueblo viera los procesos en vistas legislativas llevó a la eliminación del carpeteo político, entre otras repercusiones.