Siguen levantándose las voces en contra de la pena de muerte
Para el organismo, la aplicación de la pena capital sería convertir al país en un “inmenso patíbulo regido por el instinto irracional de venganza”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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A horas de que un jurado puertorriqueño determine si le impondrá al convicto Alexis Candelario Santana la pena de muerte versus cadena perpetua por los ocho asesinatos perpetrados en la Masacre de La Tómbola, las voces en contra de la pena capital siguen subiendo de intensidad.
En esta ocasión, se trata de la Junta Directiva de la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Puerto Rico (Corpur), que agrupa 135 órdenes y congregaciones religiosas que se oponen firmemente a la aplicación de la pena de muerte en Puerto Rico.
Para el organismo, la aplicación de la pena capital sería convertir al país en un “inmenso patíbulo regido por el instinto irracional de venganza”.
“Permitir la pena de muerte sería ceder a la implantación y consagración oficial de una cultura de muerte en el país. No tienen ningún derecho a degradar el nivel ético de nuestro país a la fuerza”, expresó el escritor Ángel Darío Carrero, presidente del Corpur.
“¿Cómo es posible que, por encima del giro de la historia, de la tradición ética de nuestro país, del deseo general de la ciudadanía, de las instituciones civiles, de las distintas religiones y del parecer mismo del gobernador de Puerto Rico, pretendan imponer semejante barbarie? Es hora de modificar radicalmente el memorando de entendimiento, porque, de hecho, no es entendible sino bochornosa esta incertidumbre colectiva que padecemos cada cierto tiempo en contra de nuestro ser”, cuestionó.
El grupo está convocando a una manifestación hoy, a partir de las 8:30 de la mañana, frente al Tribunal Federal de Hato Rey, donde permanecerán orando en silencio, confiando en que no se aplicará la pena capital.
“Cuando un sistema busca aplicar la pena de muerte, no sabe que, en el fondo, está permitiendo que la lógica criminal triunfe sobre la sociedad. Reproduce la mentalidad criminal que se sostiene continuamente en el deseo de venganza y en el desprecio de la vida. Es un entrampamiento siniestro que instrumentaliza a un jurado para tratar de brindar una apariencia de legitimidad a un acto que nunca lo tendrá”, señaló Carrero al pedir que se respete la vida de Candelario Santana.