Secretario de Educación asegura que los servicios de Educación Especial “han ido mejorando”
Sacan su segunda mejor nota desde que inició el pleito de clase Rosa Lydia Vélez y obtienen otros logros de cara el inicio de clases. La oposición cuestiona tal mejoría.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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El Departamento de Educación iniciará el próximo año escolar con un alegado progreso en sus servicios del programa de Educación Especial, que incluyen su segunda mejor nota desde que inició el pleito de clase Rosa Lydia Vélez, la eliminación de la última cláusula de condiciones económicas que tenía la agencia para el uso de fondos federales destinados a este programa y una disminución progresiva en el número de querellas que reciben de parte de los padres.
El cambio de panorama, contó el secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, a Primera Hora, requirió años “trabajando inmersos en lo que es un plan de cumplimiento” hacia el sector que sirven.
Más, sin embargo, Educación continua con la carga de tener que pagar $10,000 en multas diarias por incumplimientos que por años se han registrado.
Es que la agencia viene de varios años sacando malas notas o lo que el tribunal ha catalogado como el “mínimo aceptable” de cumplimiento en este pleito de clase, que ya ha sobrepasado las cuatro décadas.
Según el tracto, pasó de un nivel de cumplimiento de los 87 parámetros que se evalúan de 2.88 para el año fiscal 2018-2019, a 2.31 para el 2019-2020 y 2.81 para el 2020-2021.
Al medir el año fiscal 2021 a 2022, Educación ascendió a 3.02 en su nivel de cumplimiento. El progreso estipulado en este reciente informe de la monitora del caso Rosa Lydia Vélez, Pilar Beléndez Soltero, los llevó a ubicar la mayoría de los renglones evaluados en un nivel de cumplimiento “alto” o “satisfactorio”. Pero, de manera general, Educación obtuvo un cumplimiento “satisfactorio” o lo que representa que “el cumplimiento está bajo el nivel de lo esperado, pero podría alcanzarlo con relativa prontitud”.
La nota que superó este nivel de cumplimiento la obtuvo Educación el año fiscal 2015-2016, cuando acumuló 3.07.
Elevar este nivel de cumplimiento en los pasados años ha requerido esfuerzos que han incluido determinaciones de remover maestros que no están capacitados para atender a la población o que se haya logrado que el padre tenga acceso electrónico del expediente de su hijo para monitorear su progreso o hasta someter sus quejas, contó Ramos Parés.
También resaltó que la agencia ha reforzado su personal y ahora cuenta con 5,000 maestros para atender a los 89,000 estudiantes de Educación Especial y 6,000 asistentes de servicios (T1).
“Esto no quiere decir que ya llegamos a ese punto que decimos nos sentimos totalmente satisfechos, ya nos podemos recostar para atrás. No, yo creo que todavía nos falta camino, pero yo creo que igualmente hay que dejarle saber a la ciudadanía que las cosas han ido progresando, que las cosas han ido mejorando. y, sobre todo, a esos miles de funcionarios que están del otro lado y que están dando el 200%, que sepan que ese rendimiento de lo que están haciendo, que esos cambios que se han ido implementando, que a veces son cambios sencillos, pero a veces son cambios que dan dolores de cabeza, que están comenzando a rendir frutos en términos de cumplimiento”, destacó el secretario.
“Lejos de estar en su mejor momento”
Pero, para el abogado que atiende el pleito de clases, José Torres, la agencia está “lejos de estar en su mejor momento”. Señaló que el progreso que llevó a que Educación elevara su puntuación no está relacionado a los servicios directos que obtienen los estudiantes.
De hecho, el informe de la monitora confirma que en ese renglón de atención directa a los estudiantes es en el que Educación falla de manera reiterada.
El documento, al cual Primera Hora tuvo acceso, establece que “las áreas en la que el Departamento evidenció mayor incumplimiento son las de Remedio Provisional (0.75), la de Servicios Relacionados (1.50) y la de Reevaluaciones (1.50). Además, se encuentran en incumplimiento las estipulaciones de Administración (2.00), Asistencia Tecnológica (2.33), el Alcance de la Sentencia (2.42) y Becas de Transportación (2.67). Con la excepción de las estipulaciones de Administración, esta situación se ha repetido en los últimos años y todas están estrechamente relacionadas con el ofreciendo de los servicios a los estudiantes de Educación Especial”.
“Las áreas de mayor cumplimiento son las de Registro, Referido a Evaluaciones Iniciales, Determinación de Elegibilidad y Transición, todas con 4.0. Las otras áreas de cumplimiento, en orden descendente de promedio, son: Divulgación (3.83), Ubicación (3.50), Plazos, Preparación del PEI y Barreras Arquitectónicas (3.33 cada una), Transportación (3.11) y querellas pendientes (3.00)”, añade el informe.
Torres, entonces, demarcó que esa puntuación general de cumplimiento de 3.02 “no es por servicio directo al estudiante, sino en esencia por los mecanismos que la agencia ha establecido para compilar información y manejar la data. Pero, el servicio directo no está muy bien. Los servicios esenciales al estudiante, como servicio educativo, terapéuticos, remedio provisional, el Departamento no está brindando servicios a niveles satisfactorios, según dicta la sentencia”.
Además, el abogado estipuló que al principio de este mes de junio los abogados involucrados en el pleito presentaron sus objeciones al informe, las cuales todavía son evaluadas. Dijo que la nota que sacó Educación podría disminuir y caer nuevamente en un nivel “mínimo aceptable” como lo ha estado en los pasados años.
Otros logros
Además de mejorar su nivel de cumplimiento en el programa de Educación Especial, Ramos Parés destacó varios progresos que la agencia ha alcanzado en este tema. Uno de ellos es que el Departamento de Educación de los Estados Unidos le eliminó las condiciones para el uso de fondos federales de asistencia tecnológica a partir del pasado 21 de junio. La suma que se le otorga a la agencia para tales fines ronda en los $130 millones.
En parte, la medida se tomó porque la agencia disminuyó el tiempo en que provee tal asistencia tecnológica al estudiante, alegó Ramos Pares. Este señaló que lo que antes se demoraba año y medio en resolverse, ahora toma días. Dijo que les ha ayudado anticipar la necesidad y contar con el inventario.
Señaló que algunos casos en los que suelen demorarse está, por ejemplo, la entrega de sillas de ruedas. Alegó que estas se hacen a la medida y pueden ser entregadas entre unos tres a seis meses.
Además, Parés Ramos señaló que, del pasado cuatrienio al presente, se disminuyó el número de querellas que atienden de los padres de Educación Especial. Dijo que cuando su puesto era el de secretario de Educación Especial, en el pasado cuatrienio, llegaban unas 1,800 querellas anuales. En este año escolar que acaba de concluir, las querellas recibidas fueron 1,012.
El funcionario también destacó que el Tribunal Supremo determinó no entrar en el caso que llevan para disminuir el número de estipulaciones que son evaluadas para determinar el nivel de cumplimiento de 86 a 74. Esto da paso a que unas 12 estipulaciones sean eliminadas, aunque la parte demandante todavía puede solicitar una reconsideración adicional.
Ramos Parés explicó que, “comenzamos a tener una estrategia para cerrar áreas que realmente, a lo mejor, ya hoy por hoy los papás no lo sienten, o no lo ven, o no ven el impacto del caso en esas áreas de sus hijos y sí les siguen preocupando otras cosas en donde podamos concretar y congregar los recursos para tener un mayor impacto en esas áreas”.
Las áreas en las que dijo se debe enfocar el pleito es en el servicio directo al estudiante.
De inmediato, se le preguntó por la percepción generalizada de que la agencia se demora en dar servicios y que estos no son satisfactorios para alcanzar el progreso de los estudiantes.
Ante tal generalización, el titular expuso que “la percepción no es lo que abunda. Lo que pasa es que el caso con problemas es el que sobresale. Verdad, es el papá que, como papá, legítimamente estaba peleando por el servicio, porque lo quiero ya, porque quiero darle lo mejor a mi hijo, y eso es aplaudible y lo compartimos. Pero, como te dije, el Departamento todavía enfrenta ese reto de poder dar un ofrecimiento de servicio acorde con la demanda. Cada vez, aunque hemos tenido una población estudiantil que se ha reducido, los niños vienen con más recomendaciones de servicios, vienen con más terapias, cargándole con más frecuencia esas terapias recomendadas por los mismos especialistas. Así que eso no quiere decir que de hoy para mañana se vaya a dejar de escuchar. Lamentablemente, eso lo vamos a tener, pero estamos encaminados. Yo te puedo asegurar que cada vez son menos los casos de esa espera, de ese nunca me llegó el servicio”.