La decisión de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) de extender su poderío sobre los municipios hace más evidente la necesidad de reformar la manera en que se opera en los ayuntamientos. Y para el gobernador Ricardo Rosselló Nevares, la mejor transformación es la que propone, que es crear condados y regiones que asuman algunas de las funciones del gobierno y atienda los problemas de manera local, no la intromisión de la Junta.

“No importa cuanta supervisión tiene un sistema, si no es sostenible va a fracasar. Lo que para mí es importante no es quién supervise, sino que entendamos que el sistema lo tenemos que cambiar”, sentenció el ejecutivo, durante una conferencia de prensa realizada como parte de la Cumbre de Huracanes en el Centro de Convenciones Pedro Rosselló González, en Miramar.

Enfatizó que, si no se toma pronta acción, la situación fiscal de los municipios se agravaría en cuatro o cinco años.

La opinión la emitió luego de que ayer la JSF anunciara que crearía un plan piloto con 10 municipios, que incluye la rendición de cuentas a través de un plan fiscal.

Los 10 elegidos son Aibonito Barranquitas, Cidra, Comerío, Orocovis y Villalba, en un bloque de la zona central; y Camuy, Isabela, Quebradillas y San Sebastián, en otro bloque en la zona noroccidental.

Rosselló Nevares reconoció que la Ley Promesa le da la facultad a la Junta de entrar a mirar las finanzas de los municipios.

No obstante, insistió que esta medida no es suficiente.

“Entendemos que hay que cambiar el sistema para que podamos tener un gobierno más sensible”, puntualizó.