El representante penepé José Luis Rivera Guerra, víctima de las pobres medidas de seguridad que tienen los conductores y los ciclistas en las carreteras, está barajando un proyecto de ley que inhabilitaría a los vehículos de motor a exceder las 65 millas por hora.

Rivera Guerra, quien se recupera de las heridas recibidas hace varias semanas mientras corría su bicicleta como parte de su entrenamiento para el tríalo Iron Man, entiende que gran parte del problema que tienen los ciclistas es que los conductores no respetan los límites de velocidad.

Para corregir esto, el representante está coqueteando con la idea de presentar una pieza legislativa que haría requisito de ley la implantación de un chip en los vehículos para  que no sea posible ir más rápido de 65 millas por hora, el máximo de velocidad permitido en las autopistas.

“Hay una (idea) que me está corriendo en la mente, aunque parezca una locura y es buscar la manera de controlar la velocidad en este país. Si la velocidad máxima legal es de 65 millas en las autopistas yo le pondría un chip a los vehículos para que transiten a 65 millas máximas. Esto ya se sale de control”, explicó Rivera Guerra en un aparte con la prensa durante la graduación de sobre 200 oficiales correccionales celebrada esta mañana en el Natatorio de San Juan.

“Lo que queremos es que aunque el vehículo tenga  120 millas en su cuenta millas, pero como la velocidad máxima legal en Puerto Rico es de 65 millas, que tenga un aditamento que no pase de 65 millas”, abundó el legislador, quien agregó que los vehículos de la Policía y las ambulancias estarían excluidos de la medida. 

Según Rivera Guerra, la tecnología ya existe. Lo que no mencionó el representante es quién sería responsable de la implantación del aditamento y quién pagará por el mismo. 

“Seríamos la primera jurisdicción con un proyecto como este. Ahora mismo hay vehículos que a más de 85 millas, no pueden ir, así que  esa tecnología ya está”, dijo.

Otra idea de un proyecto a radicar es que los ciclistas puedan pagar para asegurarse con la Administración de Compensaciones por Accidentes de Automóviles (ACCA).

“Un grupo de ciclistas nos dio una idea sobre la cobertura de ACAA. Ahora mismo si un ciclista es atropellado y el conductor se da a la fuga no está cubierto por ACAA y la idea es que el mismo ciclista se pueda pagar su cubierta”, manifestó.