Rinden tributo póstumo a Nydia Cotto Vives
Excompañeros de labores destacan las ejecutorias de la exjueza en todas las funciones que ejerció.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Compañeros de trabajo, jueces, exjueces, fiscales y figuras del gobierno elogiaron hoy la trayectoria de más de 40 años en el servicio público de la presidenta de la Oficina del Panel del Fiscal Independiente (OPFEI), Nydia Cotto Vives, quien falleció el pasado 14 de diciembre, en un hospital en el estado de la Florida, tras batallar contra el cáncer.
Como era su deseo, los restos de Cotto Vives fueron trasladados a Puerto Rico y expuestos durante todo el día en capilla ardiente en la funeraria Buxeda en San Juan. Mañana, después de una misa exequial a las 11:00 a.m., serán trasladados a Caguas, donde reposarán en el Cementerio Borinquen de la Ciudad Criolla.
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Desde las 11:00 a.m. comenzó el velatorio al que decenas de personas acudieron para expresar su pesar por el fallecimiento de Cotto Vives, quien fue designada como presidenta del OPFEI en 2010, por el entonces gobernador Luis Fortuño.
Además de presidir la OPFEI, Cotto Vives, fue jueza del Tribunal de Apelaciones, del Tribunal Superior de San Juan, secretaria del Departamento de Corrección y Rehabilitación y presidenta de la Junta de Libertad bajo Palabra. También trabajó en el Banco de la Vivienda, entre otras agencias gubernamentales.
En la capilla no había las tradicionales filas de sillas, sino muebles colocados en un entorno familiar, que resguardaban el féretro cerrado, cubierto con flores.
La familia de Cotto Vives pidió no hacer expresiones públicas. Su esposo, el médico internista Francisco Rodríguez Pichardo y los cuatro hermanos de la ex jueza, entre ellos la menor, Idalis Flores, a quien crió como una hija, estaban junto al ataúd.
“Fue una servidora pública de carrera, toda su vida la dedicó al servicio público y donde quiera que fue, se distinguió. Ella quería mucho la institución (el OPFEI) y era muy presta a defenderla en cualquier foro. Va a hacer falta”, dijo el exfiscal Emilio Arill, quien laboró por muchos años como fiscal del Departamento de Justicia y en los pasados 13 años en el OPFEI. El pasado 15 de diciembre se acogió al retiro.
“Le dedicó más de 40 años al servicio público. Era una persona extraordinaria”, sostuvo otro exfiscal, Guillermo Garau, quien dijo que conoció a Cotto Vives en la década de 1980 cuando él trabajaba como abogado de la División de Litigios del Departamento de Justicia y ella era abogada de la Administración de Corrección.
La expresidenta de la Cámara de Representantes, Zaida (Cucusa) Hernández, dijo que conocía a Cotto Vives de muchos años, pero en el Tribunal de Apelaciones tuvieron la oportunidad de compartir más de cerca cuando ambas fueron nombradas a ese foro judicial.
“Si yo tuviera el poder absoluto pediría que la recordaran como una funcionaria pública de primer orden. No hizo otra cosa que servirle a Puerto Rico. Siempre la consideraré una de mis mejores amigas”, sostuvo Hernández.
La nueva presidenta de la OPFEI, la exjueza Ygrí Rivera, destacó que aun en su lecho de enferma, Cotto Vives continuó sus labores.
“Nydia es un ser humano para la historia, único e irrepetible, una mujer de una fe tremenda, de una determinación que en pocas personas he visto. Trabajó hasta el último día, así enferma como estaba y con el mismo tesón. Era una persona extraordinaria”, sostuvo.
Rivera defendió la institución del OPFEI, que ha sido cuestionada por el bajo récord de convicciones.
“Somos una institución de mucho valor para el pueblo, mantenemos la integridad pública y seguiremos en la lucha contra la corrupción”, indicó la nueva presidenta del OPFEI.
“Puerto Rico pierde a una mujer inteligente, una mujer serena y, sobre todo, una mujer que siempre laboró por su país”, dijo el secretario del Departamento de Justicia, Domingo Emanuelli.
El sacerdote católico Manuel Duprey, de la Parroquia Santa Bernardita, en Country Club, donde acudía Cotto Vives, recordó los lazos que le unían a la exjueza.
Duprey dijo que cuando era jueza, Cotto Vives casó de forma civil a varios miembros de su familia. “Siempre tuvimos una relación muy bonita y en los momentos de enfermedad siempre estuve cerca de ella. Estuve dándole la unción de los enfermos en varias ocasiones cuando estuvo hospitalizada”, recordó el sacerdote. Cotto Vives era Ministra de la Eucaristía en la Parroquia Santa Bernardita.
El representante novoprogresista José Aponte Hernández, por su parte, dijo que conocía hace muchos años a Cotto Vives y su desempeño como servidora pública. “Es lamentable su partida”, expresó.
Los exdirectores ejecutivos de la Oficina de Ética Gubernamental, Hiram Morales y Zulma Rosario, también la describieron como una persona “honesta y seria”.
“La conocí en el Tribunal Apelativo. Fue compañera mía allí tres a cuatro años. Puedo significar el compromiso que tenía con el servicio público, la seriedad con que atendía sus casos, con un debatir de ideas para sacar una sentencia con muchísimo conocimiento y profundidad jurídica”, destacó la exjueza, Lourdes Velázquez Cajigas.
La jueza asociada del Tribunal Supremo, Mildred Pabón Charneco, acudió al velorio en horas de la mañana y a las 5:00 p.m. el juez asociado Erick Kolthoff Caraballo encabezaría un servicio religioso.
Alrededor de esa hora se esperaba que el gobernador Pedro Pierluisi acudiera también a la funeraria a expresar sus condolencias a los familiares y allegados de Cotto Vives, quien tenía 75 años al morir.