Revelador informe sobre el impacto del COVID en la población pediátrica
Ómicron, cuyo sublinaje BA.2 es el dominante en la isla, ha sido el que más casos y hospitalizaciones ha provocado entre los menores de 0 a 21 años.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Durante los dos años de pandemia en Puerto Rico se han diagnosticado con COVID-19 más de 83,000 casos entre la población pediátrica de 0 a 21 años y el 40.6% ocurrieron tan reciente como el pasado mes de enero con la despiadada llegada de Ómicron, cuyo sublinaje BA.2 -el cual es mucho más transmisible- está poniendo durante estos días en jaque a la comunidad científica al convertirse en la más predominante en la isla.
Los datos fueron confirmados este miércoles por el Departamento de Salud, cuando se aseveró que la gran mayoría de los casos reportados en el archipiélago corresponden al sublinaje de Ómicron, una variante que afectó a la comunidad pediátrica con mucha más fuerza que en cualquier otro periodo de la pandemia. La información se sostiene en el último informe de vigilancia genómica de la agencia, donde se señala que el 61.7% de los 34 casos secuenciados son del sublinaje BA.2.
De otra parte, la agencia entregó un informe a la Comisión de Asuntos de Vida y Familia del Senado -que preside la legisladora Joanne Rodríguez Veve- en la que se detalla el impacto del coronavirus en la población pediátrica, destacando que entre los más de 83,000 casos reportados entre menores durante el periodo del 16 de marzo de 2020 hasta el 16 de marzo de 2022, hubo 1,000 pacientes que requirieron hospitalización, cerca de 30 recibieron tratamiento en unidades de cuidado intensivo y seis fallecieron. El 45% de los menores hospitalizados fueron del grupo de 0 a 4 años de edad. Este grupo poblacional, estimado en más de 117,000 personas, no está todavía apto para vacunarse contra el COVID-19.
En los 31 días del mes de enero de este año unos 33,698 menores se contagiaron con el peligroso virus, quintuplicando la cantidad de niños y jóvenes que contrajeron el COVID-19 en agosto de 2021 cuando la variante Delta afectó a la isla. En ese primer mes del año- el más mortífero durante toda la emergencia sanitaria- unos 317 pacientes pediátricos requirieron hospitalización y ocho de estos tuvieron que recibir atención de cuidados intensivo. Afortunadamente no se reportaron decesos de niños, adolescentes o jóvenes en ese periodo.
Los datos fueron requeridos por la Comisión mediante la Resolución del Senado 464, el cual tiene el propósito de investigar el impacto económico, social, y sicológico que ha tenido sobre las familias de Puerto Rico el estado de emergencia decretado por el gobierno desde el 16 de marzo de 2020 hasta la fecha por razón del COVID-19 y sus variantes.
El informe también incluyó los pacientes pediátricos que han presentado diagnósticos de miocarditis, una condición que algunos grupos asocian a efectos adversos de las vacunas. En cambio, el secretario de Salud, Carlos Mellado, fue enfático al pedir cautela al analizar los datos pues “son pocos” los casos reportados en el sistema VAERS. En total fueron nueve los reportes y corresponden a menores entre 12 a 21 años.
Este es un sistema de vigilancia pasivo en el que las personas reportan efectos adversos a vacunas autorizadas en Estados Unidos. Es importante aclarar que VAERS depende de las personas para enviar informes de sus experiencias.
Mellado, quien estuvo acompañado de Iris Cardona (Primera Oficial Médico) y Melissa Marzán (Primera Oficial de Epidemiología), explicó que los datos disponibles sobre miocarditis son de niños participantes del Plan VITAL de Puerto Rico, donde se reportaron 31 casos de la condición. El 49% de los casos ocurrió entre personas de 16 a 21 años.
Según Salud, la miocarditis es la inflamación del músculo cardíaco y la pericarditis es la inflamación del revestimiento fuera del corazón. Los síntomas de ambos pueden incluir dificultad para respirar, dolor en el pecho o la sensación de un ritmo cardíaco rápido o anormal. Otros síntomas no cardíacos pueden incluir fatiga, síntomas gastrointetinales, mareos, edema o tos.
“La vacunación contra la viruela es la única vacuna que se ha relacionado de manera concluyente con la miocarditis basada en un riesgo relativo significativamente mayor. La miocarditis y la pericarditis también se han asociado con la infección reciente por COVID-19″, destacó Mellado en su ponencia.
Agregó que a partir de abril de 2021 se informaron casos de miocarditis en pacientes con vacunas ARNm (Pfizer y Moderna). Los eventos generalmente ocurrieron en hombres y adultos jóvenes que presentaron dolor de pecho entre dos a siete días posteriores a la segunda dosis.
“Los casos fueron típicamente leves sin muertes reportadas. La mayoría de las hospitalizaciones tuvieron duraciones cortas en entornos que no eran de UCI (cuidados intensivos)”, expresó al indicar que hubo una recuperación rápida de síntomas. Actualmente, hay unas 472,591 personas en Puerto Rico, entre 5 a 21 años, que han recibido al menos una dosis del fármaco preventivo.
El titular defendió el mandato de vacunas -criticado por diversos sectores, incluida la senadora Rodríguez Veve- diciendo que, según estudios que han realizado en la agencia, en Puerto Rico hubieran muerto más de 500 personas por encima de las 4,171 que han fallecido a causa del virus, si no se hubiera impulsado la vacunación de la manera en la que lo hizo el gobierno mediante órdenes ejecutivas.