Los pueblos del sur central de la Isla por donde ya ha pasado muy cerca el centro de la tormenta tropical Laura no reportan incidencias mayores relacionadas a las lluvias moderadas que se han registrado, por lo que la comunidad ha tomado confianza y ha decidido salir a hacer las diligencias del día, según informaron los alcaldes de la zona.

En toda el área entre Patillas y Juana Díaz solo se registran tres refugiados, así como algunos árboles caídos y derrumbes menores.

Sin embargo, los funcionarios señalaron que los municipios están listos para atender situaciones de inundaciones, principalmente costeras, que es lo más que les preocupa.

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En Arroyo, todo está “como un día normal”. Tan es así que el alcalde Eric Bachier criticó el que los ciudadanos estén en la calle haciendo diligencias, cuando se supone estén resguardados.

“Según ha pasado las horas del día, la gente ha tomado un poco de confianza y han salido a la calle a hacer las cosas del día a día”, reveló.

Por ello, reclamó que “no es momento para que no bajen la guardia. Todavía los efectos de la tormenta se pueden mantener en nuestras áreas. Que la confianza no les haga exponerse mucho. Si no es necesario, que no lo hagan (salir de sus hogares)”.

Hasta el momento, no se registran refugiados en Arroyo. El alcalde aceptó que los residentes de las zonas inundables, que son el área urbana, San Felipe y Las Horizanas, siempre se movilizan “cuando está ocurriendo la inundación o es inminente”.

Mientras, en Salinas, “hasta ahora, ha estado todo tranquilo”, reportó la alcaldesa Karilyn Bonilla.

Señaló que la lluvia es moderada y que no se ha registrado ningún tipo de incidente. Allí solo hay una persona envejeciente, “que vive en un área inundable”, refugiada en la escuela superior Carlos Colón Burgos.

“Nosotros acabamos de completar una ronda con la Policía Municipal. Hemos estado orientando a las comunidades susceptibles. Estamos esperando que la gente haga lo propio”, señaló.

Sin embargo, comentó que por la pandemia del coronavirus vieron cómo por el paso de la tormenta Isaías las personas que residen en lugares inundables prefirieron refugiarse con familiares.

Por su parte, el alcalde de Santa Isabel, Enrique Questell, señaló que están listos para movilizar a los residentes de zonas inundables a los refugios. Pero, hasta el momento, allí la gente ha seguido su vida normal “en sus casas o comprando las cosas que les hacen falta”.

“Están preparándose”, comentó.

Este diario le señaló que las autoridades gubernamentales y del Servicio Nacional de Meteorología informaron que los boricuas tenían hasta ayer para hacer los preparativos de la tormenta.

“Nosotros los puertorriqueños no cambiamos, siempre hacemos las cosas como acostumbramos. Siempre estamos en el corre y corre. En la administración estamos claros. Nosotros nos preparamos. Están los cauces limpios, tenemos equipos. Siempre estamos preparados y esperando que no pase nada”, comentó el alcalde.

Para Patillas, también estaba “todo normal”.

El alcalde Norberto Soto señaló que el tráfico estaba lento en su municipio. Lo único que lamentó es que las personas que viven en lugares inundables no se hayan movilizado a los refugios.

“Tenemos unos equipos de trabajo esperando, por si hay algo que surja movilizarlos”, señaló.

Pidió a los residentes de Patillas que, “aunque no esté lloviendo copiosamente, no bajen la guardia, que se mantengan en sus hogares”.

Entretanto, el alcalde de Cayey, Rolando Ortiz, afirmó que su ciudad estaba “más bella que nunca”.

“Aquí todo está normal, se ve todo tranquilo”, precisó.

Señaló que ya se han caído varios árboles y han tenido derrumbes menores, a causa de la lluvia que ha caído. Dijo que estos casos fueron atendidos rápidamente.

Hasta el momento, Cayey no reporta refugiados ni inundaciones.

En Coamo también se reportó un árbol caído. El alcalde Juan Carlos García Padilla señaló que fue removido de inmediato.

“Tengo dos refugiados. Sin personas que se sentían inseguras en su casa y se fueron para allá”, sostuvo, al hablar del refugio en la escuela José Felipe Zayas.

García Padilla señaló, además, que temprano en la mañana “hubo un poco de movimiento” de personas comprando gasolina y víveres. Sin embargo, indicó que ya han estado regresando a sus hogares.

Por otro lado, en Juan Díaz amanecieron muchos comercios cerrados. Los pocos abiertos se han mantenido tranquilos, según describió el alcalde Ramón Hernández.

En este pueblo se abrió un refugio en la escuela doctor Máximo Donoso Sánchez, pero nadie ha llegado.

“No ha llovido para acá todavía. Todo está normal”, expuso.

Sin embargo, el alcalde mostró preocupación porque varias comunidades se inundan a causa del lago Guayabal. Explicó que el embalse está en un 75% sedimentado y “no tiene capacidad para aguantar una gran cantidad para aguantar una gran cantidad de lluvia”.

Reclamó que se asignen $80 millones a la Autoridad de Energía Eléctrica para que se pueda dragar el lago y resolver el problema.