Residente de Cataño: “María no me viró la nevera, pero esta lluvia sí”
Alcalde Julio Alicea Vasallo pedirá al Gobernador que declare el pueblo como zona de desastre.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Decenas de residentes de las barriadas pobres de Cataño, Juana Matos, Puente Blanco y Cucharillas, perdieron todas sus pertenencias por las incesantes lluvias asociadas a un frente de frío que han provocado inundaciones en la zona norte de Puerto Rico.
Siete personas, dos jóvenes adultos, con diversidad funcional, fueron refugiados en la escuela intermedia Mercedes García Colorado, mientras muchos otros catañeses, afectados por las inundaciones se tuvieron que alojar con familiares. En Juana Matos, la mayoría de la gente permanecía en sus casas por temor a que vándalos se metieran a sus hogares, mientras los rescatadores del Centro de Manejo de Emergencias del Municipio se mantenían en vela porque se esperaban más aguaceros durante la noche y madrugada.
El agua rodó a chorros por todas partes, inundó muchas de las calles y entró en las humildes viviendas arrasando con los electrodomésticos, muebles, camas y ropa. En algunas de las casas, al seguir subiendo los niveles en el interior, sus moradores tuvieron que ser rescatados en yola como doña Iris Ayala Meléndez de 71 años y su nieta, paciente de perlesía cerebral.
“Los muchachos (de Manejo de Emergencias) trajeron una yola, una balsa y me montaron a mi nena y a mí… Yo no había dormido nada y la nena tampoco. Ya eran como las 10:00 de la mañana cuando nos vinieron a buscar”, narró a Primera Hora doña Iris, residente de Juana Matos. Añadió que fue trasladada junto a su nieta al refugio de la escuela Mercedes García Colorado, que ubica en la urbanización Las Vegas.
“Esto fue peor que (el huracán) María. Me viró la nevera al revés, una cosa increíble. María no me viró la nevera, pero esta lluvia sí. Fue una inundación bárbara”, describió José Iván Rosa Vázquez, quien reside hace 56 años, desde que nació, en la barriada Juana Matos. “Yo nací allí mismo, en la casa que tengo”, sostuvo el hombre desde uno de los salones de la escuela, donde pernoctaría.
Dijo que el sábado a las 6:00 de la tarde, los aguaceros comenzaron a apretar y las aguas fueron subiendo en las calles. “A las 9:00 de la noche llamé a mi hija y le dije: ‘me voy para tu casa porque me voy a inundar aquí’. Dejé más o menos la cosa tranquila, pero esta mañana cuando llegué estaba todo al revés, una cosa increíble, la nevera que pesa un dron, estaba patas arriba. Todavía no lo creo”, narró Rosa Vázquez.
“Y eso que yo vivo un poco más al frente, pero esa gente que vive más abajo, en el Caño La Malaria, esa gente tiene que estar peor que nosotros”, lamentó. Dijo que lo perdió todo y que echará de menos su par de tenis Converse. “Yo que las lavé y las guardé con mucho cariño”, expresó Rosa Vázquez.
Junto a él, en el refugio, Ángel Luis González Pérez, otro residente de Juana Matos, también contó que su casa estaba totalmente inundada.
“El agua me llega hasta la mitad. La nevera está virá', los muebles están flotando y el televisor. Yo creía que el agua no iba a subir tanto, pero cuando vine a ver ya estaba entrando para casa y eso, que yo tengo un murito al frente”, relató González Pérez. Dijo que en un momento sintió temor, pues vive solo. “Me metí para la guagua y comoquiera se me mojó por dentro. Hablé con el vecino, que era el más alto que estaba y me dejó en la casa de él hasta ‘orita, que fueron a buscarme”, relató.
“Mucha gente lo ha perdido todo y cuando digo todo, es todo”, expresó lloroso el alcalde Cataño, Julio Alicea Vasallo a este diario, luego de recorrer las áreas afectadas. Dijo que firmó una orden ejecutiva declarando en estado de emergencia al municipio y sostuvo que le solicitará al gobernador Pedro Pierluissi Urrutia que declare el pueblo como zona de desastre.
Con botas de hule y ropa impermeable, el Alcalde dijo que visitó casa por casa de las comunidades afectadas para advertirle a la gente que seguiría lloviendo.
“Estamos en la calle hace más de 40 horas”, dijo el alcalde. “Tenemos equipo de emergencia y equipo de rescate en turnos de 12 horas. Es una lluvia histórica que desde 1997 no se veía este tipo de lluvia. Hay personas que están sufriendo los embates y va a seguir lloviendo”, indicó para agregar que temprano en la mañana recibió una llamada del Gobernador poniendo los recursos del Estado a disposición de Cataño. En la tarde, se personaron al municipio, el comisionado del Negociado de Manejo de Emergencias, Nino Correa y el secretario de Seguridad Pública, Alexis Torres, así como personal, de los departamentos de la Vivienda, Familia y la Administración de Servicios Contra la Adicción y Salud Mental (ASSMCA), entre otras agencias.
“He visitado cada callejón y en la barriada Juana Matos y en Puente Blanco el agua ha llegado a cuatro pies. En las casas terreras se perdió todo. Ahora mismo estamos moviendo un matrimonio en el que la esposa está embarazada de cuatro meses. Hemos movido personas encamadas y necesitadas. Hemos tenido la suerte, gracias a Dios y la Vírgen, que muchas personas se han movido con otros familiares”, indicó Alicea Vasallo.
“Juana Matos tiene una distinción de pertenencia. La gente no quiere salir porque cree que le van a robar, que le van a vandalizar la casa. He ido residencia por residencia llevando el mensaje porque va a seguir lloviendo. Se esperan de una a dos pulgadas de lluvia más”, sostuvo.
Dijo que las bombas de agua del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales “están funcionando a toda su capacidad hace más de 36 horas y a pesar de todo ese esfuerzo se mantienen los lugares inundados”.
“El agua que está allí es agua contaminada con gasolina, aceite y es un problema que llevamos de años, de muchos alcaldes, de muchas administraciones y yo digo basta ya, basta ya de que cada vez que llueva la barriada Juana Matos, Puente Blanco y Cucharillas se inunden. Voy a estar reuniéndome con el Secretario de la Vivienda porque hay siete cuerdas que pertenecen al Departamento de Vivienda que pueden ser compartidas y este es el mensaje al Secretario, que el Municipio las administre porque tengo la intención de construir casas de interés social para que estas cosas no vuelvan a ocurrir. Es una prioridad”, sostuvo Alicea Vasalló.
“Yo sé lo que es la pobreza, yo viví la pobreza. Me siento unido a esa gente que está llorando, que está desesperando, que se sienten impotentes, el Municipio los a ayudar. Una vez baje el nivel freático del agua vamos a estar impactando casa por casa. No están solos mi gente”, agregó.
Dijo que si logran conseguir “el dinero del Estado y el Municipio también pueda aportar”, podrían construir las casas de interés social para ir moviendo paulatinamente a la gente de estas comunidades pobres. “Siempre que llueva de tres o cuatro horas vamos a tener este problema y este problema lleva más de 60 años, que no lo hemos corregido y yo empeño mi palabra en ese proyecto. ¡Bendito sea Dios! Yo entré a casas donde el agua me llegaba casi hasta el pecho, gente llorando, lo perdieron todo. Uno me dijo que perdió el deseo de vivir. Necesitamos la ayuda del Estado. Estoy comprometido con el señor gobernador y con su equipo de trabajo y creo que podemos y tenemos la obligación de mejorar la calidad de vida a estas comunidades”,expresó el Alcalde.
Indicó que de momento no tenía un censo de personas afectadas, pero dijo que “con ver nada más la cantidad de agua que cubre la mitad de una casa, tenemos cientos de miles de dólares en pérdidas: neveras, estufas, lavadoras, camas, cunas de bebé, camas de encamados”.
“La situación es bien triste”, aseveró.
La primera dama, Bethsaida Rodríguez Torres, también acudió al refugio para asistir al personal municipal y estatal en las labores de ayuda.
Dijo que también del área de la Puntilla fueron llevados al refugio, una madre con su hijo adulto, con condiciones de salud. “Desde la mañana ellos recibieron merienda y almuerzo, en la tarde cena y alguna merienda para entrada la noche. Estamos a la disposición, ayudando en lo más que podamos. Ya les dimos sábanas, toallas”, detalló Rodríguez Torres.
Ivonne Figueroa, ayudante del Alcalde en el área de la salud, Indicó que en el refugio habían destacado personal de enfermería del municipio. Dijo que a dos de los refugiados les administraron pruebas de antígenos con resultados negativos al COVID-19 y que eventualmente, le harían los exámenes a todos los refugiados. “A todos se les ha pedido evidencia de vacunación y la tienen”, añadió.