Reclaman que el bipartidismo colapsó y abogan por una segunda vuelta electoral
Exgobernador Acevedo Vilá y dos profesores de derecho urgen cambios al sistema vigente.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
PUBLICIDAD
El exgobernador Aníbal Acevedo Vilá advirtió hoy que el bipartidismo “colapsó” y dijo que si no se hacen cambios urgentes al modelo de mayoría simple para gobernar en Puerto Rico, en los próximos años podría haber un gobernador electo con solo un 28% de los votos del pueblo.
Tanto Acevedo Vilá como los profesores de Derecho Constitucional Julio Fontanet Maldonado y Jorge Farinacci Fernós apoyaron dos resoluciones que proponen enmendar la Constitución de Puerto Rico para adoptar una segunda vuelta electoral. Las medidas legislativas son evaluadas en vistas públicas por la Comisión sobre Derecho Constitucional y Asuntos Electorales de la Cámara de Representantes.
“En la medida que nos mantengamos con la norma constitucional presente, yo creo que vamos camino en dos años a tener un gobernador o gobernadora electo con 28%, 29%, 30% del voto. Y si alguien piensa que eso no es un problema democrático, pues entonces no deberíamos estar discutiendo esto Yo, honestamente, pienso que sí”, sostuvo Acevedo Vilá.
Dijo que en la década pasada “hubo un aumento significativo” en la abstención electoral y recordó que entre 2012 y 2020, hubo una reducción de un 52% de votos para el cargo de gobernador.
“Nuestra crisis democrática es evidente: una baja dramática en la participación electoral con una reducción dramática en el apoyo que necesita un candidato para ganar. Encima de esto, nuestro sistema constitucional de mayoría simple para gobernar estaba diseñado y funciona en un modelo político bipartita y esto, como vimos, colapsó en el ciclo electoral pasado”, sostuvo Acevedo Vilá.
“Tenemos un problema de democracia serio, pero hasta que esto no se convierta en un tema sexy, ustedes (la Legislatura) no van a conseguir los votos para aprobar estas medidas”, agregó.
El exgobernador indicó que, en la política estadounidense, la segunda vuelta fue responsable de permitir al Partido Demócrata ganar la mayoría en el Senado en 2020 al obtener los dos escaños senatoriales del estado de Georgia, pero dijo que en países como Francia ha habido gran abstención en la segunda vuelta en las últimas elecciones.
Fontanet Maldonado, por su parte, indicó que la segunda vuelta ha cobrado interés en el país debido a que los últimos dos gobernadores electos en Puerto Rico prevalecieron con un porcentaje por debajo del 50%.
“En el 2016, Ricardo Rosselló fue electo con un 41% y en el 2020, Pedro Pierluisi con un porcentaje de 33%. Ello implica que, aproximadamente, siete de cada 10 electores votaron en contra del gobernador incumbente”, abundó el abogado constitucionalista.
Como beneficios de la segunda vuelta o balotaje, el letrado mencionó mayor legitimidad y estabilidad a quien ostenta el poder político, un endoso a su plan de gobierno y el propiciar acuerdos y consensos entre diversos sectores de la sociedad.
Dijo que la segunda ronda electoral data del siglo 19 y que la han incorporado 62 países en sus constituciones. “Son países diversos, no podemos asociarla con un régimen de gobierno, ni a la derecha ni a la izquierda”, agregó.
El también profesor Farinacci Fernós concidió en que Puerto Rico “ya no tiene un sistema bipartidista” y puntualizó que en los comicios de 2020 el Partido Popular Democrático (PPD) logró una mayoría en la Cámara de Representantes con menos 40% de los votos.
“Un mecanismo que podría ayudar a atemperar nuestro sistema electoral con esta nueva realidad política es eliminar la prohibición a las candidaturas coligadas. Eso se puede hacer mediante estatuto, sin tener que enmendar la Constitución, pero de todos modos, la segunda vuelta sería un mecanismo altamente provechoso para nuestro país”, dijo para agregar que la propuesta segunda vuelta no debería limitarse a la gobernación, sino también aplicarse a los escaños distritales y alcaldías.
Tanto Farinacci Maldonado como Acevedo Vila aludieron al “ranked vote” o segunda vuelta automática, que permitiría al elector votar simultáneamente, en una sola elección, por su primera preferencia y segunda preferencia hasta que un candidato alcance el 50% más uno, de los votos emitidos.