La jornada de inoculación masiva para los maestros y personal no docente del Departamento de Educación (DE) inició formalmente este martes en los primeros tres centros establecidos por la Guardia Nacional (GN) y con la expectativa de inmunizar a 900 personas y con la aclaración de la secretaria de la agencia, Elba Aponte, de que la reapertura de las escuelas “no está condicionada a la vacunación”.

El personal académico es parte de la subfase 1b del Plan de Vacunación del Departamento de Salud. El proceso de inmunización comenzó hoy en el coliseo Rubén Rodríguez (Bayamón), en el Palacio de los Deportes (Mayagüez) y escuela Federico Asenjo (San Juan). A partir del próximo lunes, 25 de enero, abrirán otros cinco centros que estarán ubicados en Loíza, Arroyo, Comerío, Ponce y Arecibo.

El plan del gobierno es inocular a cerca de 55,000 personas -incluyendo cerca de 17,000 empleados de escuelas privadas- durante el próximo mes y medio.

La secretaria del DE, Elba Aponte, fue una de las que se dio cita esta mañana al centro ubicado en la capital, donde se estableció un sistema de turnos en el que los empleados entran en grupos de entre 10 a 15 personas. Personal de la GN vigila que la dinámica se lleve a cabo guardando distanciamiento físico y otras medidas de seguridad.

Aponte dijo sentirse bien luego de recibir la primera dosis de la vacuna de Moderna. La segunda dosis debe administrarse en 28 días.

“Exhortamos a todos los compañeros que aprovechen la oportunidad que tenemos de vacunarnos”, dijo la titular.

La secretaria indicó que, ayer, se hizo un tipo de ensayo para garantizar la logística del proceso. En ese esfuerzo se vacunaron 200 empleados.

Reiteró que el plan de vacunación es parte de las expectativas que tiene la agencia y el gobernador Pedro Pierluisi de abrir los plantes de modo presencial en grados como Kindergarten, duodécimo y en toda la población de educación especial. Este grupo lo conforman más de 121,000 alumnos.

En cambio, dijo que hay otros puntos a evaluar antes de considerar una reapertura y acotó que se está diseñando un plan “con sentido de urgencia”.

“Se están evaluando factores como infraestructura, transportación, acondicionamiento de las escuelas, entre otros factores. También estamos diseñando planes consultando con Salud y con las comunidades”, destacó al asegurar que hay comunidades que han diseñado un plan ordenado y que se está consultando con epidemiólogos.

“Esto no será algo que será por imposición sino en consulta con las comunidades… y no estamos hablando de que se abrirá con los 264 mil estudiantes. La idea es trabajarlo por fases para ver la respuesta y en agosto estar preparados”, indicó.

Asimismo, sostuvo que la reapertura de las escuelas -que se prevé para marzo, según declaraciones del gobernadora- “no está condicionado a la vacunación”.

Manifestó que la vacuna “minimiza riesgos” de contagios pero hay otros factores a considerar como, por ejemplo, las condiciones en la que se encuentran los 855 planteles de la isla.

De hecho, determinó que un estudio preliminar de la agencia apunta a que 53 escuelas no están aptas, 253 están aptas parcial y 551 cumplen con los requisitos para reiniciar clases. Mencionó, por ejemplo, que hay algunas canchas escolares deterioradas desde el huracán María y hay zonas en escuelas que permanecen “clausuradas” desde el ciclón o desde que ocurrieron los eventos sísmicos del año pasado.

Por su parte, Mercedes Martínez, de la Federación de Maestros de Puerto Rico, catalog como ordenado el evento de vacunación a maestros. Sin embargo, opinó que no es tiempo de hablar de un regreso a clases presencial, sobretodo, cuando se registra en la isla una tasa de positividad de 12%.

“No es seguro en este momento estar presencial porque la tasa de positividad es alta y los niños no se van vacunar”, expresó aludiendo a que pueden surgir focos de contagios entre los menores y, a su vez, entre sus familiares.

Por su parte, Víctor Bonilla, presidente de la Asociación de Maestros, también mostró preocupación ante la insistencia del gobierno de reabrir escuelas y enfatizó que según un informe realizado por el organismo el 60% de 432 planteles inspeccionados no está apto para recibir estudiantes.

Mientras, Nelly Ayala, portavoz de los Empleados Escolares, agradeció la oportunidad de que incluir en el proceso de vacunación a los profesionales de este sector, uno que dijo es vulnerable pues sus edades fluctúan entre los 55 y 80 años de edad.

“Nuestros trabajadores han estado trabajando desde mayo sin vacunas confeccionando alimentos para los estudiantes que están en sus hogares”, enfatizó al indicar que varios empleados de comedor han enfermado con el coronavirus e, incluso, ingresados en unidades de cuidados intensivos.