Este mes de abril, los brotes de COVID-19 se han disparado en Puerto Rico, reportándose para la última semana 438 contagios en grupos, esto en momentos en que la positividad del virus ronda el 20% y las hospitalizaciones en menores de edad han aumentado en más de un 700% en poco más de dos semanas. Asimismo, datos confirman que la tasa de crecimiento de casos en la isla es la segunda más alta en Estados Unidos.

Desde mediados de marzo, Puerto Rico enfrenta un alza sostenida de casos de COVID-19 que llevó a que el nivel de transmisión brincara en cuestión de días de un nivel moderado (amarillo) a uno alto (rojo).

El profesor de bioestadística de la Universidad de Harvard, el científico Rafael Irizarry, ha advertido en Twitter que la situación empeoró esta semana para la isla. “Con sobre 1,100 casos detectados al día, el nivel es parecido al pico de las olas Alfa y Delta. Más preocupante es que los casos detectados se están duplicando cada 8 días”, acotó al describir el crecimiento como uno “exponencial”.

Irizarry ha destacado que, aunque la variante actual (Ómicron) es más leve, la preocupación es que el crecimiento exponencial continúe y se llegue a niveles que resulten en tasa de mortalidad, como los registrados en enero.

“Esto se puede evitar, pero ahora mismo la tasa de crecimiento en PR es la más alta en EEUU”, escribió el bioestadístico el 13 de abril utilizando datos del mapa de coronavirus del medio estadounidense The New York Times.

Para el 17 de abril, Puerto Rico tenía la segunda mayor tasa de crecimiento, evaluando los casos por cada 100,000 habitantes durante los últimos 14 días. Durante este periodo, los contagios confirmados en el archipiélago habían aumentado en un 178%. Puerto Rico es superado en las estadísticas por las Islas Vírgenes Americanas con un 193% de aumento en casos en las últimas dos semanas. Mientras, se destaca que en las hospitalizaciones, la isla ha aumentado en un 102%.

“Desde el inicio de la pandemia, al menos 1 de cada 6 personas (en la isla) se ha contagiado para un total de 524,566 casos notificados. Al menos 1 de cada 809 residentes ha muerto por el coronavirus, para un total de 4,184 muertes. Enero de 2022 fue el mes con mayor promedio de casos y muertes en Puerto Rico”, destaca el medio estadounidense que también mencionó que los fallecimientos por COVID han aumentado en un 9%. Durante el mes de abril, 15 personas han fallecido de complicaciones del virus, y nueve de las defunciones se registraron en los últimos siete días.

La Primera Oficial de Epidemiología, Melissa Marzán, ha expresado preocupación ante este escenario y ha exhortado a la ciudadanía a realizarse pruebas de detección del peligroso virus.

“Hemos visto esa tendencia de aumento en positividad, igualmente en el número de casos. Estamos hablando que para los pasados siete días, en promedio, hemos visto unos 1,200 casos diarios e, incluso, tenemos días de la semana donde ese promedio se sobrepasó. Así que hemos visto esa tendencia. Esta es, básicamente, la cuarta semana consecutiva de aumento de casos”, comentó la epidemióloga.

Por su parte, el gobernador Pedro Pierluisi reaccionó al escenario reconociendo el repunte y señalando que hay vigilancia por parte del gobierno para aplicar “las restricciones que sean necesarias”, incluyendo “exigir mascarillas en actividades multitudinarias”.

La Coalición Científica, grupo que asesora al gobierno en la toma de decisiones para el control de la pandemia, ha sido consistente en los últimos días en que urge el retorno a los cubrebocas y nariz para evitar crisis de salud como las que se suscitaron en las Navidades con la llegada de Ómicron.

Mientras, el secretario del Departamento de Salud, Carlos Mellado, en declaraciones escritas instó a no bajar la guadia y a mantenerse alerta ante la evolución del virus.

“Afortunadamente, contamos con las herramientas para afrontar la pandemia. Además, contamos con una vigilancia activa que recoge los datos y nos mantiene informados. Continuaremos atento y estableciendo las recomendaciones de salud pública, como lo hemos hecho hasta el momento, para salvaguardar la vida de todos los que residen en nuestra Isla. Es una emergencia de salud pública y todos tenemos un rol protagónico en la reducción de riesgos”, expresó.

Alza considerable en positividad y en hospitalizaciones pediátricas

Aunque para el periodo del informe de Situación de Epidemia la positividad estaba en poco más de un 12%, este domingo Salud ubicaba la cifra porcentual en 19.4%, una que científicos han advertido que se dispararán a partir de esta semana y luego de los juntes de Semana Santa.

La Región de Salud con el porcentaje de positividad mayor fue Ponce con 15.6% (Salinas, Santa Isabel, Villalba, Juana Díaz y Ponce) Mientras que la zona con el porcentaje menor fue Mayagüez, con 9.4%.

Los grupos de edad con mayor positividad fueron los de 20 a 49 años con cifras porcentuales que fluctúaan entre 12.1% y 15.4%. Luego se posicionan con mayor contagios los de 0 a 9 años, con entre un 11.9% y 12.1%.

Asimismo, las hospitalizaciones también han mostrado un alza considerable. Por ejemplo, para el 1 de abril la agencia reportaba que había 41 personas ingresadas, incluyendo a cuatro pacientes pediátricos. Este domingo, los ingresos sumaban 127, incluyendo a 33 menores de edad, reflejando un aumento de más de un 700%.

De hecho, la información recopilada y analizada por Salud confirma que desde enero los contagios ocasionados por la variante Ómicron y su sublinaje BA.2 (actualmente el predominante en la isla) han impactado con mayor agresividad a los pacientes pediátricos de 0 a 21 años de edad.

El presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, el también emergenciólogo pediátrico, Víctor Ramos, confirmó el alza en hospitalizaciones para menores de edad y destacó que, principalmente, se están atendiendo a infantes.

“Sí, están aumentando los pacientes admitidos en hospitales. Afortunadamente, no hay ninguno en intensivo en el hospital que atiendo. Lo que estamos viendo son los casos que hemos dicho de niños pequeñitos que se deshidratan por la fiebre o dejan de comer, no necesariamente porque tengan COVID severo. También hay otros que tienen dificultad respiratoria, porque son asmáticos o tienen otras condiciones”, resaltó.

Dijo que la preocupación en la clase médica es que los menores desarrollen una enfermedad post infección, conocida como el Síndrome Inflamatorio Mutisistémico (MIS-C), que es una afección en la que diferentes partes del cuerpo pueden inflamarse, entre ellas el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel, los ojos o los órganos gastrointestinales.

“Después de Ómicron, que atacó mucho a los niños, no hubo mucho de esos casos y estábamos preparados para una avalancha. Pero eso no significa que ahora no vaya a ocurrir. Esta es una enfermedad que da un mes después de tener COVID, aun en menores que no tuvieron síntomas”, puntualizó a explicar que “casi siempre” la fiebre es uno de los síntomas que tienen los pequeños con MIS-C.

“Esto es una ruleta rusa. No se sabe a qué niños les va a dar COVID leve, moderado o severo. Incluso hasta que vayan a fallecer. No es lo común, pero puede pasar y aquí ha ocurrido. Así que los padres y madres deben tomar medidas de prevención para evitar contagios de COVID. Son medidas universales, como el uso de mascarillas, distanciamiento y lavado de manos”, expresó.

De otra parte, dijo que esta semana el secretario de Salud, y el gobernador deberían anunciar el retorno obligatorio a mascarillas, algo que se había acordado realizar cuando la transmisión comunitaria estuviera alta (nivel rojo).

“Ya llevamos una semana en un nivel alto de transmisión y supongo que esa restricción llegará pronto... hay que estar pendiente, porque esta semana será crítica en aumento de positividad y hospitalizaciones. Nos preocupa que Ómicron original empezó en niños y jóvenes, pero luego llegó a los adultos vulnerables y ahí tuvimos 1,200 muertes en cinco semanas. Repetir eso que ocurrió en diciembre y enero sería desastroso”, afirmó. De las 4,182 muertes relacionadas a COVID-19 ocurridas en Puerto Rico, el 75% se han registrado en la población de 60 años en adelante.

Un informe compartido en la Legislatura por el secretario de Salud, señala que durante los dos años de pandemia en Puerto Rico se han diagnosticado con COVID-19 más de 83,000 casos entre la población pediátrica y el 40.6% (33,698) ocurrieron tan reciente como el pasado mes de enero con la despiadada llegada de Ómicron, cuyo sublinaje BA.2 -el cual es mucho más transmisible- está poniendo durante estos días en jaque a la comunidad científica al convertirse en la más predominante en la isla.

En ese primer mes del año -el más mortífero durante toda la emergencia sanitaria- unos 317 pacientes pediátricos requirieron hospitalización y ocho de estos tuvieron que recibir atención de cuidados intensivo. Afortunadamente, no se reportaron decesos de niños, adolescentes o jóvenes en ese periodo.

A tutiplén los brotes

Mientras, el último informe de Situación de Epidemia del COVID-19 del Departamento de Salud -que comprende del 3 al 9 de abril- identificó que en ese periodo se habían reportado en Puerto Rico 438 brotes de COVID-19, lo que representa 194 más que los informados a inicios de abril. Los contagios ocurridos durante la Semana Santa no están comprendidos en el informe.

Entre los conglomerados de contagios se identificaron 1,954 casos y 3,446 contactos cercanos. De otra parte, se reportaron cuatro hospitalizaciones y una defunción.

La región con mayor brotes identificados fue Arecibo, con 93; seguido por Metro, con 81 y Ponce con 71.

Del total de brotes, 327 fueron clasificados bajo familiar (74.7%), siete en entorno laboral (1.6%), 73 en instituciones educativas (16.7%), ocho fueron vinculados a viajeros (1.8%), 21 bajo ambientes comunitarios (4.8%) y uno (0.2%) en facilidades de salud.

El informe especifica que en la categoría de Instituciones Educativas se incluye las siguientes sub-categorías: escuelas K-12, cuido de niños, centros preescolares, universidades y colegios técnicos.