Puerto Rico continúa con una transmisión comunitaria “sustancial”’ de COVID-19
Aunque hay una limitación de datos científicos actualizados, otros factores de riesgo como las muertes, ocupación general de camas de intensivo y hospitalizaciones regirán nueva orden ejecutiva.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Los datos científicos en los que se basará el gobierno para tomar los próximos pasos a seguir en cuanto al control del COVID-19 mediante orden ejecutiva, no estaban actualizados al día de hoy en el Índice de Monitoreo que evalúa el ritmo diario de la enfermedad en la isla y que se utilizará para determinar reaperturas o cierres.
Aún así, con los datos concretos que se tienen hasta la semana del 20 de septiembre -debido a los problemas de entrega de resultados de pruebas que los laboratorios están haciendo al BioPortal del Departamento de Salud- la isla continúa en un nivel de riesgo “alto”, lo que implica que en términos de salud pública “las órdenes de quedarse en casa son necesarias si no hay un sistema robusto de muestreo del virus y rastreo de contactos”.
“Al momento, con los datos hasta la semana del 20 de septiembre seguimos en nivel naranja con un transmisión comunitaria sustancial”, dijo por escrito a Primera Hora el director del Fideicomiso de Salud Pública o Puerto Rico Public Health Trust (PRPHT).
“El nivel naranja va desde un valor de 7 a 10 y el número que tenemos es un 7, uno menos que la semana anterior del 13 de septiembre que estaba en el número 8”, agregó José Rodríguez Orengo, quien participó hoy de una reunión junto al secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano, y el grupo científico de la agencia. También participaron miembros del Task Force Médico, del Task Force del Sur y del Task Force Ciudadano.
El gobierno había adelantado a inicio de mes que las determinaciones de aperturas o cierres se tomarían basadas en un nuevo modelo que evaluaría el ritmo de la enfermedad en la isla.
El Índice se calcula tomando en consideración cuatro factores: tasa de casos activos con la infección; el rango de transmisión del virus, lo que observa las personas que se infectan infectan con cada caso identificado; la disponibilidad de camas de intensivo; y el porciento de positividad (el cual se obtiene dividiendo los casos en un periodo dado por el número de pruebas realizadas en ese mismo intervalo de tiempo).
A cada indicador se le da un número que se suma para obtener el estado de la pandemia en la isla. En el índice, el número mayor es de 11 a 12 (rojo), que es el estado crítico y sugiere un cierre total de actividades; de 7 a 10 (naranja), que es el nivel de alto riesgo se sugiere tomar acciones que impliquen algunos cierres; de 2 a 6 (amarillo), lo que significa un nivel medio dentro de la crisis; y 1 (verde) que significa que el país va camino a la recuperación.
En cuanto a la reunión que hubo hoy respecto al escenario científico que regirá la nueva orden ejecutiva, Rodríguez Orengo dijo que también se “discutieron los hallazgos sobre los datos de las pruebas moleculares y la situación ya conocida del laboratorio que le indicaron que dejara de hacer muestras”.
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El bioquímico hizo alusión a que la semana pasada el gobierno de Puerto Rico paralizó el contrato del Departamento de Salud con el laboratorio de referencia Quest Diagnostics -referente a la realización de pruebas para detectar COVID-19- hasta tanto demuestren la confiabilidad en los resultados que emiten y se dilucide el porqué de los retrasos en los informes de pruebas positivas a coronavirus, los cuales estaban tardando dos semanas o más en recibirse en la agencia.
Por su parte, el director del Sistema de Vigilancia del Departamento de Salud, Miguel Valencia, aceptó que, actualmente, las decisiones se están basando en datos que están retrasados hasta por una semana, pero alegó que hay otros factores a considerar, cuya data está en tiempo real.
“Los (datos) que están un poco más atrás son los de laboratorio, pero no todo se basa en una sola métrica. Se miran todas en conjunto… datos de muertes, los que están en cuidados intensivo”, sostuvo Valencia.
El dashboard del Departamento de Salud indica que hasta ayer había 353 personas hospitalizadas por COVID-19 en la isla. Mientras, por séptimo día consecutivo las camas de intensivo están ocupadas en un 70% (10% de estas por pacientes con el novel coronavirus, lo que es equivalente a 67 personas). Se informó que la disponibilidad de camas disponibles es de 191.
El secretario de Salud ha indicado públicamente que llegar a un 70% de ocupación de camas de intensivo levanta alerta. “Estamos bien pendientes a ese número”, sostuvo recientemente a Primera Hora.
De otra parte, el último informe de Salud indica que el total de casos confirmados al virus por prueba molecular es de 23,801 casos. De estos, 7,999 se registraron en agosto y 6,970 se han reportado en septiembre, los meses con mayor registro de casos en toda la crisis sanitaria. Cabe destacar que el 16 septiembre es el mes con la cifra récord de casos únicos cuando se alcanzó 690 contagios confirmados. Mientras, los casos probables suman 24,666.
En cuanto a fallecimientos el total reportado es de 654 casos. De estos, 210 se han adjudicado como ocurridas el mes de agosto -el más mortífero a causa del virus desde que comenzó la pandemia en marzo- y 184 hasta el 27 de septiembre.
La tasa de positividad para el 23 de septiembre es de un 10%, según el análisis diario que realiza Rafael Irizarry, profesor de bioestadística de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. La tasa de positividad se define como el número de personas con prueba positiva dividido entre el total de personas que se han hecho pruebas moleculares.
Actualmente, según la métrica de Irizarry -la cual se nutre del BioPortal de Salud- en Puerto Rico se están registrando 296 casos por día, cuando la meta es que sean menos de 30. Mientras se están realizando 4,054 pruebas por día, cuando lo ideal sería 4,500 o más.
Con todo este escenario, Valencia sostuvo que la curva epidémica en Puerto Rico “está más o menos como una meseta con olas… sube y baja”.
No quiso ser específico cuando se le preguntó si el panorama daría paso a nuevas restricciones -como lo sugiere un nivel naranja- en la nueva orden ejecutiva que la gobernadora Wanda Vázquez Garced debería estar anunciando entre jueves o viernes.
“Eso dependerá del nivel de riesgo en el que estamos y que mantenga el modelo de monitoreo que se actualizará con nuevos datos hoy… ya tenemos unas recomendaciones fijas que no hay que negociar”, reiteró.
Primera Hora supo que mañana, miércoles, se le entregarían los datos científicos analizados al grupo asesor económico durante una reunión pautada en el Departamento de Salud. Posteriormente, las recomendaciones se le pasarían a la Primera Ejecutiva.
De hecho, así lo expresó en comunicado de prensa el secretario de Salud.
“En el día de hoy retomamos el proceso de reuniones para exponer las recomendaciones que se presentarán a la gobernadora Wanda Vázquez Garced, de cara a la próxima orden ejecutiva que inicia el 3 de octubre. El grupo de científicos se reunió hoy y se compartieron los datos preliminares que tiene cada uno de los componentes relacionados al comportamiento del COVID-19 en Puerto Rico; sin embargo, es prematuro adelantar las recomendaciones finales, dado que el análisis completo de dichos datos está en etapa inicial”, dijo dando un reversazo a las expresiones realizadas en los pasados días cuando fue firme al manifestar que había que tomar medidas drásticas e, incluso, habló de un posible “lockdown”.
“En los próximos días, continuarán las reuniones con los distintos sectores para, finalmente, hacer las recomendaciones a la primera ejecutiva, quien tomará la decisión final sobre lo que incluirá la próxima orden ejecutiva”, acotó.