Protestan en Hacienda por impago a programa de rehabilitación de adictos
Advierten que cientos se verán afectados con el cierre de operaciones
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Cientos de pacientes en tratamiento contra la adicción a drogas se quedarán sin servicios esta semana si el Departamento de Hacienda no desembolsa $400,000 que le adeuda al Programa Pitirre de Iniciativa Comunitaria (ICI).
Así lo denunció hoy, jueves, un grupo de empleados y voluntarios de ICI durante una protesta en el Departamento de Hacienda.
Según el principal oficial ejecutivo de ICI, José Vargas Vidot, la falta de pago afectará los servicios escenciales que reciben los 14 pacientes de Pitirre y los más de 400 que se benefician de otros servicios que ofrece la entidad.
"Se afectan todos los servicios de ICI, porque es la puerta de entrada a nuestros servicios principales", sostuvo Vargas Vidot.
Explicó que los $400,000 corresponden a los servicios ofrecidos durante poco más de tres meses de trabajo. Señaló que el pago está atrasado seis semanas y sentenció que cerrarían esta semana el programa cerraría porque se han quedado sin dinero para seguir operando.
Vargas Vidot manifestó que la respuesta recibida de parte de Hacienda es que el "cheque está hecho" y que "las partidas están identificadas", pero no les han explicado por qué no se ha emitido el pago.
Lamentó que la consecuencia será que esos pacientes tendrán que someterse a los servicios que ofrece el Estado, que catalogó de ineficientes.
Ese desenlace sería una pesadilla para Maricarmen Such, madre de un paciente, que se ha atenido con los servicios del Estado que ofrece APS Healthcare.
"Él va a allí a que lo mediquen", dijo Such. "Pitirre ha estado con él horas dándole tratamiento y en momentos de crisis me ayudaron a internarlo, y estuvieron horas dándome apoyo a mí, como familia, y a él", destacó.
Juan Hernández, por su parte, confesó que tiembla de pensar que se quedaría sin los servicios que hace 14 meses lo llevaron a terminar con su adicción a drogas de 32 años, tiempo en el que otros programas no pudieron ayudarlo.
"No me marginaron como en otros programas, no me presionaron… Ellos me monitorean en mi casa, me preguntan cómo estoy, si tengo cita (médica). Nunca había visto una cosa como esa", expresó Hernández.
"Si a este programa le sucediera algo, lo trancaran o algo, no sé a dónde iría a parar… o si estuviese en el mismo hoyo en donde estaba antes", agregó.